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- Es igual, igual nena, que te quejas por todo. Pero si es gris también, además trae montones de juegos, y la original solo uno, y cada cartucho es carísimo. Ahora, tú ya los tienes todos, y trae pistola para los patos, que me lo ha dicho el vendedor, que es igual, igual, pero más barata.
Y así con todo. Tuve unas Jota Jaiber, tal cual, unas Nike, que no eran Nike, unos Levis que parecían Levis, pero no, no eran Leviss. Todo era un “casi” pero no.
Cuando utilizaba el consejo:
Siempre que le pedías algo bajo el concepto “marca”. Que no os vayáis a pensar que pedíamos un Louis Vuitton, no, a mi madre la leche Kaiku le parecía una marca y era suficiente motivo para no comprarla. Ella pensaba que si nos habituábamos a algún producto en concreto, íbamos a ser unas niñas caprichosas el resto de nuestras vidas. Y tuvo una técnica en concreto que desmontó todas las peticiones.
- Mami, a mí no me gusta esta leche, sabe muy fuerte. Prefiero la Kaiku.
- Todas las leches son leches, y lo del nombre es tontería. Las marcas son un invento para cobrar el doble por la misma leche. Y yo no voy a ser la que pague más, así te lo digo, nena, que no estamos para derrochar.
- Pero, mami, que yo le noto otro sabor y además esta hace una nata que me da arcadas.
- Nena, a ti el aire te da arcadas. La Kaiku es más cara, solo por el nombre así que te tomas esa y punto.
Y yo vomitaba. Soy así, si me concentro puedo vomitar. Ese es mi don. No sirve para mucho, la verdad, pero tampoco lo elegí yo. Así que comenzó su técnica: “Si no me crees, me vas a creer, vamos que si me vas a creer”. Compró una botella de Kaiku y la estuvo rellenando con la leche de oferta cada día. Sí, mi madre tiene mucha paciencia y mucha mala idea, de eso también tiene. Y pasado el mes, ahí me estaba esperando, con toda su mala idea:
- Que bien te tomas esa leche, ¿eh?, nena- ella tranquila, relajada, fregando los platos.
- Sí, es que está me gusta mucho- imbécil, imbécil, imbécil.
- Y no te da ni un poco de arcadas, ¿eh?- ella fregando un vaso, feliz, triunfal.
- Ni una mami, porque no tiene nata- imbécil, imbécil, imbécil.
- Claro, claro, es que tienes un paladar muy sensible…- ya está a punto. Yo notaba algo, tanta felicidad no le pegaba.
- No sé, mami, es que esta leche está más buena.- muy imbécil, muy imbécil, muy imbécil.
- ¡Más buena! ¡Más buena te voy a dar yo a ti! Mira nena, esa leche es la de oferta, que te llevo un mes rellenando la botella de Kaiku. ¿Me oyes? Y como tus has dicho, ni una arcada. Sí, sí, como lo oyes. Mucha tontería es lo que tú tienes, que llevas un mes tomándotela tan tranquila. Así que ya lo sabes, a partir de ahora, leche de oferta y no quiero oír una arcada porque te enteras.
Y yo del susto vomitaba. Ya lo he dicho, es un don.
Consecuencias del consejo:
Desconfianza total de lo que comía. Además del episodio de la leche, hizo lo mismo con el Colacao, el chocolate Milka, el pan Bimbo… Compraba uno de la marca, lo rellenaba con el de oferta, nos lo hacía comer un tiempo, y luego, tachán: nos llamaba imbéciles y volvíamos al de oferta a cara descubierta. Y sí, mi hermana y yo muy despiertas no éramos.
Segunda consecuencia: mi recuerdo de algunos productos, probablemente sea equivocado porque una vez comí Nocilla pero el resto, a saber.
Tercera consecuencia: no le tengo fe a mi paladar. No sé si las cosas me gustan realmente. Si pruebo un vino que me gusta pienso: lo mismo si me lo dan en otra botella, me gustaría más. Así que vivo desnortada, me da lo mismo Nocilla que Nutella, Rioja que Ribera…, no tengo criterio.
Cuarta consecuencia: si alguien me pregunta “¿Te ha gustado el solomillo?”. Pues no sé qué decir, porque creo que es una pregunta trampa. “Y si no era solomillo, igual no era solomillo, igual estaba malo, o bueno, o igual es el mejor solomillo del mundo”. ¡Por dios! Y me dan ganas de vomitar.
Quinta consecuencia: una tía mía me regaló una vez unos pantalones Bonaventure de verdad, con su piedra azul en el botón y sus chapitas en el culo. Los llevé puestos hasta que se desintegraron, porque aquellos vaqueros no se desgastaron, no, llegó un día que volatilizaron del uso y aquel día yo fui la niña más infeliz del mundo sabiendo que volvía a los Levis que no eran Levis, porque la leche será leche, pero tú sabes que no llevas unos Levis de verdad, y tus amigas también.
Excepciones para utilizarlo:
Futuros hijos míos: la leche es leche. Lo siento pero este consejo me lo quedo. No tendré mucho criterio para elegir vinos pero me he ahorrado un dineral a lo largo de mi vida comprando de oferta y con la total tranquilidad de que no me perdía nada, sobre todo eso. Y como os pongáis tontos, prometo tener la misma paciencia que mi madre, y también, la mala idea. Dicho está.
Genial!
ResponderEliminarjajajja yo es que además con la leche soy de un tiquismiquis...
ResponderEliminarQué bonitas eran aquellas zapatillas "Japi Luk", o las "Victoria", qué rico estaba el "Cacao Día" y los "Cereales Consumer"...
ResponderEliminarAhora miro mis converse, mi nocilla, mis Special K y me da una morriña....
Jajajajaja, muy fans de tu mama drama y los truquis con la leche, a mí me lo estuvieron haciendo años con la leche-leche de las vacas del pueblo (que la niña decía que no podía tragarla...). Animalicos hemos sido, oiga!
en mi casa tambien mi madre nos compraba en el mercadillo la ropa de imitacion jejeje (si hasta me acuerdo de las camisetas horteras de propaganda,las mochilas ram y que recuerdos con las bolsas de leche,ni brick ni na bolsas)
ResponderEliminarHe descubierto tu blog hace poco, y quería felicitarte. Gracias por hacernos reír.
ResponderEliminarPor cierto, ¿tu madre qué dice?
Lo mismo pasaba en mi casa, hoy con 34 años sigo sin haber estrenado nunca unas zapatillas deportivas "de marca", cada vez que me propongo comprármelas me duele en el alma gastarme tanto dinero inútilmente...
ResponderEliminarEn mi casa nada de leche de marca (la de oferta), y por supuesto nada de ropa de marca... una vez me pasó como a ti, tuve unos Levi's no sé por qué, y no me los quité hasta que se desintegraron. En aquel momento para mí era un drama no tener nada de marca, hoy estoy encantada de la vida de no haber salido pija y tengo una amiga que flipa cada vez que hago la compra porque me gasto la mitad que ella.
ResponderEliminarRecuerdo como si fuera hoy la perra que me dio con que me comprasen una camiseta de aquellas que ponían "Levi's", así en grande en todo el pechamen... La respuesta de mi padre fue: "Y para qué quieres otra camiseta de propaganda? Ya tienes una que pone Nocilla!". Qué mal me sentó... y qué razón tenía.
Por cierto, en mi casa la nocilla sí era Nocilla, y el nesquik Nesquik, fueron las únicas concesiones que nos hicieron a mí y a mi hermana :D
Si te apetece léete mi entrada:
ResponderEliminarhttp://pseudosociologa.blogspot.com/2010/06/marcas-como-señas-de-identidad.html
Me siento totalmente afín, ahora mi madre no era taaaaan retorcida, gracias a Dios.Yo también vomitaba a voluntad, hasta que me hicieron comer lo vomitado....y funcionó.
Yo tuve unas botas Dr. Martínez (que por si alguien es muy joven, en mi época se llevaban las Dr. Martens) y mi madre siempre le cambiaba a mi hermano las galletas maría del desayuno por la que estuviera de oferta. El pobre siempre decía, "ahora que me he acostumbrado a estas, me las vuelves a cambiar!" jajaja
ResponderEliminarMuy bueno el post!
en mi casa pasaba igual, y lo malo es que se me ha quedado en el subconsciente impregnado. Los únicos (únicos, eh, y tengo 38 años), Levis que tuve, me los regalaron con 14 años, mi madre puso el grito en el cielo. Eran rojos, me duraron hasta los 22 mas o menos, luego fueron mochila, luego neceser, y luego monederos....Pero yo a mi hijo le relleno el bote de colacao con el de hacendado...no lo puedo remediar, lo dicho, impregnado en el subconsciente.
ResponderEliminarSolo te voy a contar una pequeña anécdota... le pasé a mi hermana el blog para que se lo leyera, y después de dos entradas, me pregunta, con un temblor en la voz... oye quién ha escrito esto??? Pregunta que en realidad quiere decir, como hayas sido tú, mamá te mata. Y es que mi madre tampoco se anda con tonterías
ResponderEliminarSoy una más, como consecuencia en vez de ser adicta a una marca de leche, soy todo lo contrario. Cualquier marca de oferta menos la leche de la Central Lechera.
ResponderEliminarUmmm... veo mucha niña sin Levi's. Lo que me río con los comentarios, Pseudosociologa ¿Te hicieron comer lo vomitado? Jajjajaa y Pilar ¿Doctor Martínez? Por favor!
ResponderEliminarBlanca: mi madre no dice na, porque no sabe que tengo el blog, si no, me diría todo, todo y todo.
Briseida: te entiendo! por encima de 30 euros todo me parece caro y al final nunca me animo a comprarme nada
Irene: pues podríamos intercambiar papeles y cuando mi madre se entere del blog le digo que lo escribes tú... ;)
Bonaventure!!!! jajajajajajaj yo también tuve unos!!! dios mío, cómo me gustaban!!! y dios mío, qué feos que eran!!!! a todas nos quedaban fatal!!! y nos pirraban!!!
ResponderEliminarYo fui niña de Levis de Pryca. Más falso que un duro de chocolate y encima quedaban peor que los Bonaventure!!!! Pero era esos o uno de etiqueta naranja y yo siempre le dije a mi madre... mamá, mamá, etiqueta naranja no, etiqueta naranja no... así que me cascó unos del Pryca tan ricamente.
Luego, más mayorcita, me regaló unos auténticos etiqueta roja... eran blancos y los llevaba petados y cortos por encima del tobillo (como todo dios en aquella época... no confundamos con los capri de ahora... aquello era las profundidades de los años 90, su sello... y si no os acordáis, mirad Sensación de Vivir y fijaos bien)... pues eso que mis levis blancos los llevé hasta que fueron negros. Y ojo, nunca he vuelto a tener unos pantalones que me queden taaaaaaaaaan bien!!!! jaajajajjajaaja
Tía, con lo de la leche me has dado una súper idea... mi marido se empeña en comprar la President, que es la más cara del súper, coño... y no puedo, me da una rabia que me subo por las paredes. Y además compra para un regimiento, en plan palés, porque dice que en el Mercadona no hay y no va a volver tantas veces a Carrefour a por la puñetera leche. Que así aprovecha... voy a hacerle la pirula de tu madre, a ver si nota la diferencia el señorito.
Un beso
pues yo creo que tu madre se partiría de la risa leyendo esto. Creo que debes imprimir los post, encuadernarlos y regarlárselos por su cumpleaños o algo así.
ResponderEliminarEn serio te lo digo!!!
Un amigo que bien conoces (muy alto y de Villava) recibió durante un par de años todo tipo de mofas porque en una sobremesa se le ocurrió sacar el Trivio2000 (imitación barata del Trivial) para echar una partidita, ja ja! Tablero de mierda, preguntas de mierda... me parto!
ResponderEliminarJajajaja, Anónimo, me meo con lo del Trivio2000!!!! Un amigo mío (no tan alto y de Iturrama) también lo sacó una vez después de una cena y aún nos estamos riendo!!!!
ResponderEliminarmi hermano menor no comía pescado porque le tocó una espina. mi mamá lo engañaba y le decía que era pollo y se lo comía, a veces. luego le decíamos que había comido pescado y vomitaba. bueno, no, no tiene ese don, pero seguía sin comer y se quejaba. después de años de años la solución no la tuvo mi madre, la tuvo mi papá: le ofreció 100 dólares (que claro, es mucho dinero, aunque pensemos ya que no) para que se comiera el pescado sabiendo que era pescado. se lo comió. ahora le encanta.
ResponderEliminareres una gozada de leer.
Definitivamente, tengo vena de drama mama, pero al revés: Yo soy la que convence a su madre de que las marcas son absurdas. Me doy miedo.....
ResponderEliminarEres genial :))
ResponderEliminarEn mi lo de "marcas-no" tuvo efecto rebote: la primera vez que pude comprarme unos Levi's fue cuando gané mi propio dinero, y ya no pude parar... fueron demasiados años de "pero nena, si eso te lo hago yo".
Horror! mi madre cosía y todo lo llenaba de lazos, puntillas y demás florituras. La vergüenza que me hizo pasar...lo bueno es que perdí totalmente el sentido del ridículo ja ja ja.
Bss
M.
P.S.: No, no tengo fotos de su versión de Levi's fabricación casera con añadidos ;)
Mi madre compraba mucho en Día... y aprendías varios idiomas en el baño, sobre todo portugués: Shampoo para crianças
ResponderEliminar, creme do dia... y me parecía todo un poco deprimente no se por qué...
ah... que yo también tenía la NO-Nintendo con cientos de juegos!! muy fuerte... sobre todo poque luego jamás he tocado ni una sola vez una playstation!!!! ni una Nintendo de verdad!!!!
ResponderEliminarConsecuencia de que me compraran el fake: paso de los videojuegos, absolutamente.
Dios es buenísimo!!!!!!!!!!! Casi me parto con lo de que te rellenaba el tetra brick de la leche de marca con leche de marca blanca y con lo de que tu hermana y tú no erais "muy despiertas".....Mi madre normalmente, si le pedíamos algo de ropa nos lo compraba, aunque fuera de marca (tipo vaqueros levis, o zapatillas John Smith, o recuerdo que los jerseys del cole los llevábamos Lacoste), pero a cambio no nos compró nunca Petit Suisse ni bollycaos, que nos parecían pura ambrosía...
ResponderEliminarTengo el mismo don. Debe ser cosa de niñas comiques.
ResponderEliminarYo tambien fui el de los no-nintendo ja ja ja, pero no se que tenia mi consola que era muchisimo mejor, era compatible con los juegos originales y los de imitacion y hasta los mandos originales servian.
ResponderEliminarLas marcas blacas no las sufrimos, mi padre decia que a saber que clase de porquerias meteran para ser tan baratas.
Si tu madre gobernara no habría ni crisis ni hambre en el mundo...Yo de pequeña tuve unos "crube" granate. Ahora con 36 por fin tengo unos All Stars de verdad...Si pudiera no me los quitaba...
ResponderEliminarBesos.
.¡Hoy te has superado, Nena!. De verdad, es que no puedo parar de reírme. Mi madre con la comida, no era anti-marcas (yo si ;)), pero con la ropa... Mis primeras zapatillas de marca fueron a los 22 años, y porque mis "suegros" eran comerciantes de deporte; mis primeros levi's fueron con 16 años, como regalo de cumple y santo, y SIN ETIQUETAS; los primeros de verdad me los compré en Irlanda (el cambio libra peseta no era fácil), y en España tuve que engañaría y gastarme mis ahorros sin que lo supiera JaJAJAJA, perdón, un anuncio de kaiku en la tele. Y mi madre me compraba ropa en los mercadillos (aunque también había ropa buena, pero no de marca), y todavía me recuerda que yo olía a kilómetros las falsificaciones.
ResponderEliminarConsecuencias: soy del todo o nada. O me gasto 70€ en una camiseta de Tommy, o 7 en una de Primark. Y así con toda la ropa. En la comida todavía sigue habiendo marcas sagradas,yi mis niños... Mis niños por supuesto ya han recibido, entendido e incluso dado ellos mismos este drama consejo. ¡Enhorabuena por tu blog, y muchas gracias por las risas!.
Niñas con dramadres, ¿¿dónde estábais cuando yo iba al cole?? Porque yo era la única con zapatillas Reevok y pantalones Jevi's en la clase del cole xD
ResponderEliminarCon respecto a la comida, lo siento, pero una nunca siempre ha tenido el paladar espabilado y JAMÁS me ha conseguido colar mi madre una cosa por otra, a pesar de que también intentó darme el cambiazo con la leche, el colacao y hasta la margarina. Lo de que la leche es leche, para nada. Mi madre compraba una de oferta que se parecía en sabor a la Puleva, te-rri-ble si no soportas la leche; pues ella la metía en el bote de otra marca con menos sabor vacuno para ver si colaba, pero ni de coña. Yo vomitaba la leche todas las mañanas, daba igual la marca que fuera, hasta que me dejaron tomar café solo ya en el instituto, pero unas leches me daban más asco que otras y son perfectamente distinguibles en el sabor.
*nunca siempre no, "una nunca ha picado, siempre ha tenido el paladar espabilado". Lo de los cambiazos de mi madre me indignaba tanto (se creería que tenía la lengua de corcho, la pobre) que de escribir deprisa ya ni sé lo que escribo xD
ResponderEliminar¿Y si agregas en Reacciones: "Ojalá me hubieran dado este consejo"? Es que, sin exagerar, pero es que con ese consejo al menos te cambio tu madre por mi padre. Yo, que soy sensillita salvo algunas cosas... Y él siempre quiere lo de marca. Y sí, hay una diferencia de calidad porque, claro, como ganan más dinero el proceso de elaboración es mayor blablabla... ¡Pero es la misma leche! Y para colmo que no es que es porque sea mejor, es porque te aparecen esas propagandas que comen la cabeza de la gente.
ResponderEliminarAcá salió una de "Diana Arroz" que en realidad no es la marca, sino el nombre del dibujito, y el que iba a comprar arroz se llevaba el paquete con dibujo, ¡Y al lado había otra igual pero sin el dibujo! Y que es solo arroz, y el arroz es arroz...
Me pasé de largo creo, jaja. Venía para decirte que está muy bueno tu blog, muy cómico y todo, la forma en que lo dices...
Y no te asomes a las ventanas (?)
Buenisimo, como ya te han dicho muchas veces, ojala saques un libro! Mi madre, como a mi no me gustaban los huevos (tambien me daban arcadas!) pues me los ponia CRUDOS en la leche con cola-cao (o vete tu a saber de que marca era el chocolate en polvo!) Y la que se jaztaba de la azaña era mi hermana mayor, que me decia: "que rica la leche eh?" "oye, pero a ti los huevos seguro que no te gustan?" La muy malvada!!
ResponderEliminarAy! Lo que me he reído con esta y otras entradas. Muy bueno lo que escribes... aunque menuda infancia tuviste!!
ResponderEliminarComo me ha gustado esta entrada, la he enlazado en el resumen semanal que hacemos en Bebés y más: http://www.bebesymas.com/recursos-en-la-web/blogs-de-papas-y-mamas-lix
Un saludo!
Efectivamente, tienes un DON, y no, no hablo de vomitar, sino de hacerme reir con cada dramaconsejo que escribes.
ResponderEliminarQue sepas, que voy a empezar a pedirte comisión por la cantidad de recomendaciones que he hecho ya de tu blog ;D
Sigue así!
PD: Si te sirve de ayuda, a mí no me gustaban las alubias blancas, pero mi madre me decía que no eran alubias, eran "chichiribichis" y esas me encantaban!!... Sí, yo muy despierta tampoco era. Podría decir en mi defensa que era muy pequeña, pero la realidad es que me acuerdo perfectamente y yo recuerdos de mi más tierna infancia no tengo, así es que...
Aggggggg... por cierto... debo tener un trauma infantil, sin duda a consecuencia de este consejo, he de reconocer que a mis treinta y pico años, en lugar de "Monopoly" tengo el "Superpoly", pero claro es que es lo mismo y te ahorras unos eurillos ;D
ResponderEliminarYo aporto algo mas: Este concejo sirve hasta para los maridos! SIIII que yo le rellene envases de ketchup, de detergente, de mayonesa por l,os de oferta al exquisito paladar de mi marido jajajaj y se los trago por meses!!!
ResponderEliminarYo nunca fui de querer marcas, me dio por la onda hippy anti-capitalista, con mis camisetas desteñidas, mis faldas de la India... pero encuentro que hay cosas que son iguales, pero otras no y sinceramente no sabe igual la leche de una marca o de otra, ni siquiera entre marcas "caras" tiene el mismo sabor, por algo sera... A mi no me gusta la leche, casi prefiero las que no saben!
ResponderEliminarMe reí mucho con la parte de "imbecil, imbecil..." es que las madres nos la cuelan por todos lados!
Un beso!
Jó, dice mamy que te has "pasao" con lo de "si mi hermana y yo muy despiertas no éramos" nos hemos estado tronchando de la risa y nos ha dado hipo. Por otro lado al hermano de mamy que también vomitava a voluntad y al que le dieron de comer en la boca hasta casi la mili, también le obligaron, como a pseudo a comérselo... Mamy, como yo, se lo comía todo, claro que nos gusta más el Bimbo, pero si no hay Bimbo... buenas son tortas!
ResponderEliminarJajajaja!! a mí me la colaban salvo con la leche Aloña, que era asquerosa y la olía aún estando cerrada. por cierto, ¿desapareció? yo por lo menos no la he vuelto a ver...
ResponderEliminarPero qué genial siempre, me he partido con las últimas entradas. Y no te quejes! Que al menos tuviste consola, yo ni eso... Recuerdo un día que mi madre tenía que hacer un regalo al hijo de una amiga y le compró una GameBoy!!! Y como yo me puse protestona me regaló un asqueroso tetris de aquellos, que le costó 5 euros como mucho...
ResponderEliminarMe ha encantado tu foto disfrazada, hay que decir que tu madre era original un rato... jajaja
Mi obsesión infantil también era típica: una Barbie, quería más que nada una Barbie (siempre tuve Barriguitas, de las clásicas, no de las modernas que dan un miedo...). Pero nada, que no había forma. Por fin, unas navidades, la Diputación de Badajoz decidió estirarse y regalar un pequeño obsequio a los hijos de los trabajadores (entre los que se encontraba mi padre). Chica, ¡qué ilusión al abrir el paquete y ver una cabecita rubia tras el plástico brillante!.... Hasta que terminé de abrir el paquete y me encontré una Darlyn. Algún aire daba a la Barbie, no te digo que no, pero el descomunal tamaño de sus pies, o pinreles, no dejaba lugar a dudas: era una burda falsificación. ¡Qué desconsuelo entonces!
ResponderEliminarNo las he vuelto a ver, y que no me las encuentre que prendo fuego al comercio.
Pero por lo que cuentas,en este caso tu madre tenia razon, no... es que desde que soy madre me doy cuenta de que en ocasiones, la tenemos. Y a mi lo de las marcas me ha parecido tambien el timo del toco-mocho de siempre.
ResponderEliminarUn supersaludo
Esto ha sido genial. En casa somos de marca para algunas cosas de la comida, sin embargo mi hija se va al Mercadona y tan feliz.
ResponderEliminarEn cuanto a la ropa, siempre me negué a convertirla en una niña anuncio, así que nada de "marcas". Le compré unos vaqueros Marlboro, que creo que ella era la única que los tenía, bueno al menos era original le decía. Más tarde ella se compró una imitación de unas Martens, que a la primera puesta se le cayó la suela completa en la calle, así que terminé comprándole unas Panama Jack que al final también resultaron ser una imitación.
Me parto contigo nena. Totalmente identificada, pero que sepáis que yo trabajo en un sector en el que hacemos marcas blancas y el producto es exactamente el mismo. Cambia el embalaje... Por eso yo soy muy de marca blanca. Además siempre suele poner quién la fabrica. Solo hay que fijarse y comprar la marca blanca de vuestro proveedor favorito.
ResponderEliminarYo nunca pedí marcas. De hecho a mis 36 me regalaron por primera vez mis All Star y cuando cumpla 40 me compraré los Levi's.
Besos
Mi madre siempre ha sido anti marcas blancas, de hecho, hubiera preferido que la arrancásemos las uñas a que hubiera leche carrefour en la nevera.
ResponderEliminarSin embargo, siendo ya mayorcitas intentó cambiar algunas cosas y no había forma. Tenemos el paladar muy sensible.
Pues lo mejor de las marcas blancas es que a menudo las producen los mismos que las "marcas de verdad", el turrón Carrefour bien podría venir de 1880 y muchos no nos enteraríamos :D
ResponderEliminarA mí me tuvieron a régimen de marcas de pequeño porque no habría presupuesto, pero que yo recuerde nunca con la comida. Con la comida no se juega. Una "marca" también es, cuando son buenas de verdad, una garantía de calidad y confianza. Mira que mal acabaron los que se compraron aquel aceite "de colza" que era tan barato y luego resulta que tenía aceite de motor. Me imagino que a la madre de la nena no le afectó eso, pero en mi casa desde que se supo aquella movida no entra otro aceite que el de oliva, por falta de *confianza*.
No digo con esto que las marcas blancas no sean buenas para comer, todo lo contrario: mi madre se pasó a las marcas del Mercadona hace años y yo como principalmente a base de las marcas blancas de los supermercados que tengo a mano (Coop & Migros) que por tener tienen hasta levadura fresca de cultivo biológico... ni idea de cómo puede ser la levadura "de cultivo biológico".
En cuanto a la ropa de marca, el problema no es que sea cara de por sí, sino que la falta de competencia hace que le suban el precio como les da la gana. Si te vas de compras por EE.UU. verás que Levis y demás marcas "caras" están tiradas de precio (mejor dicho, a precios razonables) simplemente porque la competencia es muy feroz. Píllate un vuelo barato a Nueva York, trae la maleta llena de Levis y lo mismo sales ganando :P
Mi madre intento lo mismo que la tuya varias veces, pero sera que tengo un paladar mas sensible que siempre me daba cuenta, yo daba un bocado y decía: esta salsa de tomate sabe rara, ella insistía: pues es la marca de siempre, la que te gusta..pero yo sabia que no, y al final se daba por vencida. Aunque en el caso de la leche me gustan todas las marcas, porque en realidad todas me saben igual.
ResponderEliminarEs lo bueno de que en mi barrio haya mercadonas, en mi casa solo entra hacendado y mis hijas, aparte del nesquick, que lo quieren autentico, no se me quejan con nada.
ResponderEliminarMito destruido: yo creía que los niños sí sabían. ¡Y tanto que sabía yo! Aunque la exquisitez se pierde con los años, cosa favorable, porque vivir donde vivo siendo exquisito solo puede conducir a la muerte por inanición.
ResponderEliminarHola me fascina tu blog ya lo he leído completo, a mi también me paso lo mismo con la leche, pan, jamón y otros alimentos sin embargo mi madre nunca pudo engañarme, distingo muy bien los sabores tal vez ese sea mi don, saludos.
ResponderEliminarJoyce
Jajajajaj me encantan TODOS los consejos!!! son buenísimos! me sacas muchas carcajadas y me sirven de terapia cuando estoy algo decaída porque me haces reir muchísimo! Anna
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