tag:blogger.com,1999:blog-36336048635728198322024-03-13T03:01:33.248-07:00Cómo no ser una drama mamádrama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.comBlogger157125tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-36288509170162692882017-09-08T08:54:00.000-07:002017-09-08T08:54:58.256-07:00A cualquiera le dejan escribir un libro <table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglhUsK6i26uAeYXw_9RSeFSi07qJnLnL1TvarIx2p8clKL0EsNZkOo-Vz3tLYpsRGHoxt4EPubOABdq4VpFMz4-m_qIi26kI_YlrvKJqt9isUk6VY1xpYCXc4jmOBp9-0GctY82m2amGG1/s1600/20170907_173603.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglhUsK6i26uAeYXw_9RSeFSi07qJnLnL1TvarIx2p8clKL0EsNZkOo-Vz3tLYpsRGHoxt4EPubOABdq4VpFMz4-m_qIi26kI_YlrvKJqt9isUk6VY1xpYCXc4jmOBp9-0GctY82m2amGG1/s320/20170907_173603.jpg" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gato Gordo orgulloso</td></tr>
</tbody></table>
Dicen que para hablar hay que saber. ¿Qué cosas tiene la gente? Yo no sabía nada de ser madre, y resulta que escribí un libro para madres, no sabía cocinar y publiqué un libro de recetas, no sé nada de niños y acabo de escribir un cuento ilustrado infantil. Bueno, saber, sé lo justo. He sido hija, he sido niña y como comida todos los días, que básicamente es el nivel de experiencia de cualquier persona nacida en el mundo (si ha tenido un poco de suerte en la vida). Me imagino que esto me coloca en la media por abajo en cuanto a experiencia en madres, cocina y niños. Equilibro esas carencias con otras virtudes como un don desmesurado para la exageración, buena memoria, cierta propensión a los accidentes que me ha fortalecido en muchos sentidos, la capacidad de reírme de casi todo y una alimentación basada en el picoteo y el servicio a domicilio.<br />
<br />
Cuando <a href="https://www.instagram.com/miacassany/">Mía</a> y Lluis Cassany me dijeron que me sumara a su pequeño gran proyecto en la editorial <a href="http://www.mosquitobooksbarcelona.com/">Mosquito</a>, creéis que pensé ¿qué tengo que enseñarle a un niño? Pues claro que no. ¿Creéis que valoré que no tengo ni idea de escribir cuentos infantiles? Ni un segundo. ¿Se me pasó por la cabeza que trato a los niños como si fueran señores mayores? ¿Por quién me tomáis? Llevo desde 2010 contando todo tipo chorradas, ¿me iba a parar ahora? Y menos mal que en Mosquito son gente seria y no me pidieron dibujarlo a mí, porque ya os he contado alguna vez que se me daban tal mal las manualidades que suspendía incluso cuando me hacía los trabajos mi padre, otro don, éste parece que heredado genéticamente. <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipNHHP6yj-JK399a73JNgxWYRKRW0ZyJjsvLtz_MSX3ereYVyx7vsAQPn-SGrHCwTsfAzH5k90DdxTYS2IcHb9-9-Xf_7kUbogHy147aSap6C3m61QRcPdCrYVFyvr6rQ8RegE6LZuQ-BR/s1600/20170907_173804.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipNHHP6yj-JK399a73JNgxWYRKRW0ZyJjsvLtz_MSX3ereYVyx7vsAQPn-SGrHCwTsfAzH5k90DdxTYS2IcHb9-9-Xf_7kUbogHy147aSap6C3m61QRcPdCrYVFyvr6rQ8RegE6LZuQ-BR/s640/20170907_173804.jpg" width="480" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La dura vida del co-protagonista</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Yo me senté y me dije: ¿qué cosas te gustaban de pequeña? Pues los gatos y los apocalipsis. ¿Y qué cosas no te gustaban? Las vainas, pero esta temática la tengo sobre explotada, no quiero encasillarme como 'hater' del mundo vaina porque te quedas ahí, odiando verduras, y no sales. Otra cosa que me sacaba de mis casillas de pequeña era que mis padres me cantaran una canción de Antonio Machín cuya letra era:<br />
“Mira que eres linda<br />
Que preciosa eres,<br />
Verdad que en mi vida<br />
No he visto muñeca<br />
Más linda que tú;” <br />
<br />
Me ponía enferma, me daba una rabia horrorosa, como si me dijeran el peor de los insultos. Y ellos cada vez que me ponía pesada, llorona, o lo que fuera que hacía yo para protestar por la sobre alimentación de vainas, y otras pequeñas torturas familiares, me la cantaban en plan Pimpinela. Yo gritaba cual niña poseída: “Que no me llames LINDA, no soy linda para nada. Ni un poquico de linda soy”, como si me estuvieran diciendo la mayor ofensa del mundo. <br />
<br />
Y ellos seguían con coreografía y todo: <br />
“Con esos ojazos (Y se tocaban los ojos con, quizás, un exceso de dramatización)<br />
Que parecen soles, (Y apuntaban al sol, que como somos navarros te tenías que imaginar que detrás de aquellas nubes estaba el sol, claro)<br />
Con esa mirada (Me señalaban a mí para hacerme aún más protagonista de aquel calvario)<br />
Siempre enamorada (No hacían nada, porque somos navarros, y hacer corazones con las manos va contra nuestros principios y nos quita puntos de foralidad, y si te quitan muchos, te echan de Navarra)<br />
Con que miras tú”. ( Y se hacía coros en plan: turuturutu...)<br />
<br />
“Mis ojos son negros como un pozo y no estoy enamorada ni pienso estarlo nunca”, gritaba al borde del colapso con el olor a vaina subiendo del plato, lo que clarísimamente no ayudaba. <br />
<br />
¡Ay! Pero los padres saben cómo sitiarte siempre, esto es parte de mi experiencia básica como hija. Ellos seguían perseverantes y desafinados: <br />
“Porque eres divina<br />
Tan linda y primorosa,<br />
Que solo una rosa<br />
Caída del cielo<br />
Fuera como tú”. (turuturutu)<br />
<br />
Claro, que al final me comía las jodidas vainas solo para que se callaran y a Machín le tengo una manía que no te quiero contar. <br />
<br />
Pero gracias a aquello aquí esta “Rita Bonita, gato gordo y fin del mundo”. Un niña que odia que le llamen bonita, con un gato gordo que va su bola y con cierta afición por el apocalipsis.<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5X11OrYXyOCQeqdfa070nO2XpKQwKtgggWxoN5yABl9nnvx7oVGPWXY8-r5IJP_C0-7fiQa5xav50QzDVfyYiCp1x3SRn43ZmY1y-IRRRJb0cfdueG21WG43OpIaadi_neKCUKVOY3LFa/s1600/20170907_173707.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5X11OrYXyOCQeqdfa070nO2XpKQwKtgggWxoN5yABl9nnvx7oVGPWXY8-r5IJP_C0-7fiQa5xav50QzDVfyYiCp1x3SRn43ZmY1y-IRRRJb0cfdueG21WG43OpIaadi_neKCUKVOY3LFa/s640/20170907_173707.jpg" width="480" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gato Gordo valorando si el libro es comestible.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Para equilibrar este inicio que parecía tener poco empaque, Mía me propuso una increíble ilustradora, <a href="https://www.instagram.com/mariahesse/?hl=es">María Hesse</a>, que seguro que conocéis y que a mí me encantaba por un librito de <a href="https://www.amazon.es/Frida-Kahlo-biograf%C3%ADa-LIBROS-ILUSTRADOS/dp/8426403433">Frida Kalho</a> (mi disfraz favorito) que había publicado y a la que le chiflan los gatos. <br />
<br />
Yo no sé de niños, de madres, ni de cocinar. No sé si este libro les gustará a esos niños, o a esas madres, pero solo por tener un cuento así, con mi gato Carlitos en el papel de Gato Gordo dibujado por <a href="https://www.instagram.com/mariahesse/?hl=es">María</a>, ha merecido la pena de sobra. Eso sí, espero que la historia me haya quedado algo mejor que el arroz con tomate que sigo sin saber preparar, a pesar de haber escrito yo un libro enterico de recetas. <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgACQ1TUMxfAs-pzf-wzu1_Snu95C4o2MkLzew3I_LdPdHMLUG06iEgId8X6Nomw-1Fv_S80ZMAKjb2LFUJvhCW-R86rnrxpTytdPrMOVyQ_IRHXf5tIfo2LmYkVz_VqT11tr67yhhrsdK8/s1600/20170907_173205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgACQ1TUMxfAs-pzf-wzu1_Snu95C4o2MkLzew3I_LdPdHMLUG06iEgId8X6Nomw-1Fv_S80ZMAKjb2LFUJvhCW-R86rnrxpTytdPrMOVyQ_IRHXf5tIfo2LmYkVz_VqT11tr67yhhrsdK8/s640/20170907_173205.jpg" width="480" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Gato Gordo soñando con la adaptación al cine.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
Sale hoy 8 de septiembre a la venta aunque ya se pueden encargar en <a href="https://www.amazon.es/Rita-Bonita-Gato-Gordo-mundo/dp/8494561642">Amazon</a> y en la propia editorial <a href="http://www.mosquitobooksbarcelona.com/producto/rita-bonita-gato-gordo-y-el-fin-del-mundo/">Mosquito Books</a> y poco a poco llegarán a las librerías. Hay una <a href="http://www.mosquitobooksbarcelona.com/producto/rita-bonica-gat-gras-i-la-fi-del-mon/">versión en catalán</a> lo que me ha venido muy bien porque dentro de un mes puedo convertirme en escritora internacional de niños. ¿Veis? Otra vez hablando sin saber. El siguiente libro intentaré que no sea sobre física cuántica. Prometido. <br />
<br />
Y ya sabéis, si alguien os dice que algo es verdad porque lo ha leído en un libro, tened cuidadito, que podría haberlo escrito yo...<br />
<br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a><br />
Twitter: <a href="http://www.twitter.com/amayaascunce">@amayaascunce</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
<br />
Se pueden comprar aquí: <a href="http://www.mosquitobooksbarcelona.com/producto/rita-bonita-gato-gordo-y-el-fin-del-mundo/">Mosquito Books</a> y en <span id="goog_1676144845"></span><a href="https://www.blogger.com/goog_1676144844">Amazon</a><br />
<span id="goog_1676144846"></span><a href="https://www.blogger.com/"><br /></a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-22094141556867577582017-08-21T10:49:00.001-07:002017-08-21T12:05:31.426-07:00Un post al año no hace dañoPodríamos empezar con que no escribo nunca, con que soy una vaga, con que tengo mucho trabajo, con que cuando no estoy currando, no quiero escribir, con que para ver mil vídeos tontos ya tengo tiempo, con que más vale cerrar un blog de un post al año, podríamos empezar con que desde que le puse nombre y apellido al blog todo es demasiado pudoroso, con que los blogs han muerto y ahora debería estar publicando una foto en Instagram, con que cuanto más leo menos escribo y estoy leyendo a dos manos, pero no, no vamos a empezar. Allá vamos.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwhDnRAKT-8k1kYl0C24EJat6GziBJO-ZjgyjL05UY-B4C7gPYmYmnd2SX7qSQwMWj1XncoABQPs0S0qVLv4ERHD_JWGTS7qkmIt209ZiaAEiD5FKU14iP2s8QwT5zkNoS4NrXUFqTgFJa/s1600/toldo.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="977" data-original-width="1600" height="195" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwhDnRAKT-8k1kYl0C24EJat6GziBJO-ZjgyjL05UY-B4C7gPYmYmnd2SX7qSQwMWj1XncoABQPs0S0qVLv4ERHD_JWGTS7qkmIt209ZiaAEiD5FKU14iP2s8QwT5zkNoS4NrXUFqTgFJa/s320/toldo.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
Este post es petición de mi madre. Por supuesto que ella NO lo va a supervisar y yo voy a exagerar todo lo que haga falta para que alcance nuestras cotas naturales de drama. <br />
<br />
Mi madre está indignada con el señor que le ha puesto los toldos y piensa que ni la OCU ni una hoja de reclamaciones pueden calar en la sociedad tanto como la prosa de su segunda hija favorita (mamá: guiño, guiño). <br />
<br />
El argumento de la historia es sencillo. En mi familia no necesitamos complicados giros del destino y mucho personaje para tocar el drama con las manos. Básicamente tenemos dos personajes principales: mi madre y el señor que pone toldos. Y tres secundarios: el pinche del señor del toldo, mi hermana y yo, mero público receptor de múltiples llamadas indignadas, varios “esto yo ya lo sabía” y algún “te lo dije, a mí me van a tomar el pelo”.<br />
<br />
Antes de seguir voy a dejar claro el final: mi madre tiene razón. Lo digo un poco porque la tiene y otro poco por si os liais y sentís la más mínima empatía por alguno de los personajes secundarios como el pinche del señor del toldo, la hija preferida o yo, la segunda hija preferida (guiño, guiño) y os descentráis de lo importante: que mi madre tiene razón y señor del toldo es el mal.<br />
<b></b><b><br /></b>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVb6o_3aDSUQqmBtoATmiYJoyg5sJ__sqf1lYkOtrOlG1h2LLGIxIOafQ1VJj6CeJR8ByCFpPHISxyW33RU8bL0QSl2AYBq3IvPkYe2FgFhF7hFrKAX69cdMqoRIl7vGs0pexmI11iTubf/s1600/IMG_20170501_113435.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjVb6o_3aDSUQqmBtoATmiYJoyg5sJ__sqf1lYkOtrOlG1h2LLGIxIOafQ1VJj6CeJR8ByCFpPHISxyW33RU8bL0QSl2AYBq3IvPkYe2FgFhF7hFrKAX69cdMqoRIl7vGs0pexmI11iTubf/s400/IMG_20170501_113435.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
<br />
Escenario: Benidorm. Agosto. 2017.<br />
<br />
Hace 3 años pusimos el toldo con esa misma empresa pero fallaron dos cosas el señor y yo. Mi madre no podía ir el día de la instalación así que me tocó a mí supervisar la jugada. Vamos a dejar a un lado mi responsabilidad en esta historia sobre todo porque yo de toldos no tengo ni idea así que poco podía saber si lo ponía bien o mal. Abrí la puerta, le saludé, vi que había colocado un toldo que bajaba y le pagué. Por supuesto, lo puso mal. De cuatro tornillos, dos se quedaron fuera y en estos 3 años, los otros dos se habían salido un poco más de la fachada. Diagnóstico de mi madre (experta en toldos al contrario que yo): "Cualquier día se cae, y tenemos un disgusto. Hay que llamarles y que esta vez lo pongan bien".<br />
<br />
Después de un endiablado juego en el que el señor del toldo marea a mi madre con citas a las que no aparece, mañanas perdidas sin bajar a la playa y ni una triste sombra en el apartamento, con sus llamadas de queja a ambas hijas (preferidas y menos preferidas), el tipo le propone a mi madre hacer una chapuza para solucionarlo y le culpa (¡a mi madre!) de haberse dejado el toldo bajado algún día de viento lo que ha provocado que se salgan los tornillos. El señor del toldo casi muere. <br />
<br />
Después de dejar claro que la rotura es por su incompetencia (doy fe), de que mi madre jamás se ve sorprendida por un fenómeno meteorológico porque siempre está súper informada del clima (doy fe), y que siendo una drama mamá siempre va un paso por delante de cualquier cosa mala y desgracia que pudiera o pudiese pasar (doy mucha fe), el señor accedió en mandar a alguien en unos días con un presupuesto de reparación de 70 euros para poner dos tornillos y asegurar los otros dos.<br />
<br />
Otra vez comienza el juego de "voy no voy", que estoy segura de que el pinche nunca jamás volverá a jugar con otra clienta. Viene el pinche. Bronca acerca de lo impresentables que son con las horas, las citas, y los toldos. El muchacho coloca los dos tornillos bajo la supervisión de mi madre (experta en tornillos). Y le dice:<br />
- Como habíais quedado, son 70 euros señora.<br />
- Perfecto, dame la factura.<br />
- No, son sin factura. <br />
- Bueno, pues a mí me haces factura. <br />
- Pero, a ver, señora que entonces es más caro.<br />
- No pasa nada, me cobras el IVA y así, si se salen los dichosos tornillos, yo tengo una garantía de esto que me habéis hecho. Además mi yerno es inspector de Hacienda (guiño, guiño) y nos tiene muy bien enseñadas de cómo tenemos que hacer esto porque los impuestos son para todos. También para ti para esa carretera por la que has venido, el colegio de tu hijo o para curarte ese catarro que te cogiste por abrigarte mal- el spam maternal no puede faltar nunca.<br />
- Bueno, entonces tendrá que venir el jefe porque yo no sé hacer facturas- dice el muchacho que no sabe por qué se ha puesto recto y se ha retirado un poco el pelo de la cara pero todos nosotros sí lo sabemos.<br />
- Ea, pues que venga.<br />
<br />
Aquí tenemos nuestro momento de gloria los personajes secundarios y Teléfonica, que por mucho que se cambie el nombre, en mi casa sigue siendo Telefónica.<br />
<br />
Madre: "Te puedes creer, sin factura, ni nada. Unos impresentables. Y porque me he puesto pesada que si no me hacen una chapuza. Están sobrados de trabajo eso es lo que pasa. Está Benidorm todo lleno de toldos, ni cuidan al cliente, ni nada. Una ventana, un toldo y no creo que haya uno bien puesto. Total, la gente se va y le echan la culpa al clima, a la sal y al uso. Y bueno por no hablar de conseguir una factura. Me ha dicho que tiene que venir el jefe a cobrar. Que venga, que venga, que me va a oír". <br />
<br />
Hermana: "Sabía que la iba a liar". (Ya no es tan hija preferida ¿eh mamá?)<br />
<br />
Madre: "Dos días y no han venido. Y luego dirán que vienen a una hora, y me tienen aquí toda la mañana y no aparecen, ni dicen nada, que se creen que tengo todo el día para tirar. Unos impresentables. Ahora que ya me puede decir misa, yo quiero una factura decente y una garantía. Y si no, pues no pago".<br />
<br />
Al tercer día, el pinche llegó con una factura de 120 euros. REPITO: 120 euros. El IVA de toldos de Benidorm es de algo más de un 58%. De los 70 euros iniciales a 120, y mi madre al punto del colapso por cabreo (retomemos esa conclusión a la que ya habíamos llegado: mi madre tiene toda la razón):<br />
- ¿Pero qué locura es esta? ¡Pero si me dijisteis 70 euros!<br />
- Usted quería factura. Yclaro...<br />
- ¿Pero de qué está hecho el papel en Benidorm? ¿de pan de oro? Es casi el doble de dinero, ¿qué tipo de impresentables sois? ¿Factura? Pero si esto es un papelajo sin valor ninguno que llamo ahora mi yerno (guiño, guiño) y os mete un puro que no te lo crees. <br />
- Si quiere, hable con el jefe, que yo de esto no sé.<br />
- Claro que voy a hablar, porque además, ¿cuánto tiene esto de garantía? Aquí no lo pone.<br />
- ¿Garantía? <br />
- Sí muchacho, de las obras, como de los objetos uno se tiene que hacer responsable del trabajo bien hecho. Lo quiero por escrito y firmado. Y si no, a mi yerno. ¿Ves esa carretera de ahí? Pues la he pagado yo. Está claro que tú jefe no. Y tú tampoco. <br />
- Señora, a mí que me cuenta, que yo soy un empleado.<br />
<br />
Aquí entra mi personaje como oyente y futura adalid de causas perdidas:<br />
"Y nada, he pagado los 120 euros después de hablar con su jefe y decirme que tenemos 3 años de garantía. Bueno, y unas cuantas cosas más que le he dicho a ese mangarrán como que si fuera por él iríamos por caminos en vez de por carreteras. Y al pinche le he obligado a firmar el papelajo ese que llaman factura pero no me ha puesto el DNI. Entonces me ha dado cuenta de que no tiene validez ninguna (mi madre experta en facturas). He salido corriendo detrás de él, pero claro, me he tenido que poner los zapatos buenos porque a ver si me voy a caer que aquí hay mucha humedad y todo resbala, y he comprobado los fuegos y los grifos para no dejarme nada abierto con las prisas, que en cualquier momento se te arma un lío, y claro, cuando he llegado a la calle no se le veía por ningún lado. He gritado un poco: ¡que falta el DNIiiiiiii! Pero no ha dado la cara. Se ha debido camuflar entre la gente que está Benidorm a tope. Y así va el país, lleno de mangarranes, de impresentables que no hacen bien su trabajo y encima son una carga para todos. Y también los que como no es cosa suya, lo dejan pasar. Un post tendrías que escribir, o algo, que se sepa cómo funcionan las cosas. Tú escríbelo, que se sepa. Bueno, nena, pues no te lo creerás pero al final he echado el día con esto". <br />
<br />
Mirad, yo de toldos, tornillos o facturas no sé, pero que mi madre no se ha dejado bajado el toldo un día de viento por despiste, lo tengo cristalino. <br />
<br />
<br />
Todo esto pasó la semana pasada. Yo estaba de vacaciones, y mira, no iba a escribir el post porque no tenía mucho sentido llevando el blog parado un año, y yo tan vaga, y tan ocupada y todo con lo que no vamos a empezar, pero chica, ayer a las 19.26 mi madre me mandó un whatsapp. <br />
Éste en concreto:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwLr6z-EcEvJ3ZWfuwu_TX8SSgf88OyVmw42Wa6vPR-bFaGts_TPDWn_ofBqJifr-htISzEjGazXLQ9FpiFa3Y4AIVNqFNCs4-ITUeieREFQAeKJ0WLle2oKWEh721S8YRJhdJLV4lXqFC/s1600/Screenshot_20170821-120232.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="900" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwLr6z-EcEvJ3ZWfuwu_TX8SSgf88OyVmw42Wa6vPR-bFaGts_TPDWn_ofBqJifr-htISzEjGazXLQ9FpiFa3Y4AIVNqFNCs4-ITUeieREFQAeKJ0WLle2oKWEh721S8YRJhdJLV4lXqFC/s400/Screenshot_20170821-120232.png" width="225" /></a></div>
<br />
<br />
Y, claro, yo con mi madre puedo quedar mal, pero que ella rompa una promesa con Angelita porque yo no cumpla con mi palabra, eso sí que no, tenga claro yo quién es Angelita o no. Aunque después de este post me juego lo que quieras a que recibo una extensa llamada en la que, a parte de algunas quejas por culpa de mi imprecisión en el relato, recibiré una detallada explicación sobre Angelita, qué le une con mi madre, su lugar de residencia, su marido, sus hobbies, y toda su genealogía. Lo mismo me da para un post (guiño, guiño).<br />
<br />
Twitter: <u><span style="color: #107794;"><a href="https://twitter.com/amayaascunce">@amayaascunce</a></span></u> <br />
Facebook: <u><span style="color: #107794;"><a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a></span></u> <br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank"><span style="color: #107794;">@amayaascunce</span></a><b></b><br />
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><br />Amaya Ascuncehttp://www.blogger.com/profile/11571951318238375860noreply@blogger.com27tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-86989762841617518812016-08-22T12:00:00.001-07:002017-09-07T10:30:04.274-07:00Yo he sido muy feliz en Benidorm(Esto no es un post, son unos cinco juntos. Escribo tan poco que me he desbordado.)<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPGp15cDq-aWiTFfQ-KpbMxC9a2Wm61PFoQmRLmER8aHINlj9mHeQ4QY_zVcdJSdsnBRBQk12lKun-78lBU08mMS8LjlyNu1LGjWbMM_TOnQvzOjLa5I1R08wGeT4RuBltBi4MrgNa-8Rq/s1600/benidorm.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhPGp15cDq-aWiTFfQ-KpbMxC9a2Wm61PFoQmRLmER8aHINlj9mHeQ4QY_zVcdJSdsnBRBQk12lKun-78lBU08mMS8LjlyNu1LGjWbMM_TOnQvzOjLa5I1R08wGeT4RuBltBi4MrgNa-8Rq/s1600/benidorm.jpg" /></a></div>
<br />
A mí, Benidorm me pone triste, y en agosto, más. <br />
<br />
No es por el mogollón, ni por la decimoquinta fila (gracias <a href="https://twitter.com/palomaabad">@PalomaAbad</a>) de sombrillas que pillé a día 4 de agosto en la Playa de Poniente. Ni por el pollo reseco que comí, con mucha tardanza y a un precio excesivo, servido por dos camareros que hasta mis primas pequeñas jugando a las cocinitas me sirven con bastante más garbo y jugo un trozo de barro y un café imaginario. Tampoco es por la ingente cantidad de ingleses rosados y tatuados que se mueven en motos estilo obeso mórbido estadounidense. Ni siquiera por ese mar que a hora punta se parece a una piscina china luchando por el record de llenado, y que mece turistas con bañadores, biquinis y triquinis neón en olas de gente con olor a coco. <br />
<br />
No es nada de eso lo que me pone triste, no. Yo he sido tan feliz en Benidorm que lloro sólo de pasearme por su jolgorio de riñoneras, chanclas con cuña y menús plastificados algo pegajosos en los que comparten página un banana split, un english breakfast y un mojito. A mí, el puñetero olor a gofre de Manneken Pis y la humedad de la "calle del coño" me hacen llorar de nostalgia. Bueno, y me da un poco de hambre, eso también: nostalgia, hambre, gula y calor. Y un poquito de agorafobia porque esa calle está a reventar siempre, hace 30 años y ahora. <br />
<br />
Yo (que os parezco tan sofisticada a estas alturas, lo sé) pasé todos los veranos de mi infancia en Benidorm. Mis abuelos vivían allí en invierno y migraban cual palomas al Norte de mayo a septiembre. Así que los agostos eran nuestros en el apartamento de un decimosegundo piso (gracias Paloma de nuevo) con vistas muy muy laterales al mar. Pero a una niña de Pamplona en los años 80, Benidorm le parecía lo más, y no digo lo puñetero más porque me lee mi madre.<br />
<br />
Aquella ciudad abarrotada, caliente, compacta, estirada, húmeda, fosforita, ruidosa y dulzona era mi propia versión del paraíso. Yo que venía de una ciudad pequeña, verde, fría, plana y cerrada no tenía tiempo para disfrutar de todas aquellas maravillas y posibilidades que se me ofrecían entre Levante y Poniente, las dos playas que construyen Benidorm, la ciudad de la borrachera y la familiar.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR0vwpIhwMd8DG-zIPf-kQcfBiIOy1s58Si_jri3OX-dOkNf6fyI79LVh-YXbJpNojD7MeFrv85pUhOpLX3dTBvBkj4Y8qTd18_2yPbud74VCWqR3-_T79k1KYjfy2Hz0LsjTb9RWVQ7rO/s1600/a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR0vwpIhwMd8DG-zIPf-kQcfBiIOy1s58Si_jri3OX-dOkNf6fyI79LVh-YXbJpNojD7MeFrv85pUhOpLX3dTBvBkj4Y8qTd18_2yPbud74VCWqR3-_T79k1KYjfy2Hz0LsjTb9RWVQ7rO/s640/a.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
Las tres primeras maravillas a disfrutar eran: las literas, moqueta y una pared de cristal, tres cosas que tenía el apartamento y que en Pamplona eran de lo más exótico. Daban igual los 45 grados que se alcanzaban en aquel cuarto, que tenía las dimensiones de un camarote de barco, y en el que dormíamos con un abanico debajo de la almohada para los golpes de calor. ¡Qué importaba! Repito: ¡literas! Ahora os parecen una cosa súper normal porque el Ikea ha puesto una en cada casa pero cuando yo era pequeña las literas eran lo más parecido a dormir en un columpio con aquella triple funcionalidad de ser cama, columpio, y trampolín lanza hermanas. Eso sí, en Benidorm había que tener cuidadito al lanzar hermanas porque mis pies pegaban contra la pared de cristal que ocupaba todo el frontal del apartamento a una altura de 12 pisos. Que nosotros pensábamos ingenuos: “Lo bueno de esta altura es que nadie nos va a quitar las vistas”. Ajá.<br />
<br />
En sí misma, aquella desmesurada altura de todo era algo lúdico para mí. Dormir en columpios en vez de en camas, vivir en atracciones tipo ‘La Nube’ en vez de en casas y comer helado, como si en Benidorm la vida no fuera muy en serio. Y no lo era.<br />
<br />
Para todo había que coger un ascensor, cuando no eran dos como en el apartamento de mis tías. Nosotros en el 12, los Aguirre en el 10 y con cristaleras de lado a lado y mis tías contra el mar en el 16 con otras 5 plantas más por debajo hasta llegar a la recepción. Entre 15 y 30 apartamentos por planta y ¡moqueta! en los pasillos de un edificio de playa, sí, con arena. Un genio el arquitecto de todo aquello. <br />
<br />
Había un mínimo de cinco ascensores por edificio: dos para los pisos pares, dos para los impares y el ascensor que paraba en todos. ¡Y con memoria! Aquello era como yo me imaginaba exactamente el año 2000. No había cosa que más gracia me hiciera que coger uno de los impares y discutir con mi hermana si era mejor parar en el 11 y subir un piso andando, o parar en el 13 y bajar uno. Con menos tensión se ha llegado a guerras civiles. A esas broncas se sumaban otras tres: coger esquina del ascensor. Sólo las dos del fondo contaban como esquina, las del espejo, que cuando venían mis primos o amigos había autenticas batallas de pellizcos y pisotones para conquistar esas dos esquinas contra el espejo. ¿Por qué? Ni la más remota idea, claro, pero nos dejábamos la piel en aquella pelea y también por ser el dedo que pulsaba el botón. ¡Nos corroía el poder! El tercer gran enfrentamiento era por ducharse en segundo lugar. Mi madre tenía prioridad porque nos hacía la comida y había que esperar de pie hasta que te tocara el turno porque llegábamos mojados y llenos de arena de la playa así que estaba prohibido poner el culo en ninguna superficie. He visto a primos míos de 10 años aducir ciática para ser los segundos en pasar. <br />
<br />
Además de los cinco ascensores, las literas, una cristalera del suelo al techo de color naranja donde apoyar la cabeza para ver a la gente como hormigas, una piscina con cinco trampolines y la moqueta, aquella maravilla de apartamento tenía un ingenio único. ¡Algo insuperable! Las basuras se tiraban desde una puertecita que había en cada planta y caían gracias a la fuerza de la gravedad hasta un enorme contenedor que había en la calle. Como lo oís: teníamos un cuartito de las basuras por planta. Y pensaréis, con algo de razón según todas las madres de aquellos edificios: “Pues menuda guarrada debe ser lanzar una bolsa desde un piso 14, por ejemplo, y que vaya rebotando por las paredes de aquel túnel vertical mientras se rompía”. Eso es que no teníais 10 años y os parecía la leche 1) no tener que bajar las bolsas a la calle, 2) exactamente eso, que se rompiera. Ganaba quien conseguía que rebotara más veces. “Más explosión, más diversión” era nuestro lema, era claramente un lema secreto porque como mi madre descubriera nuestro modelo de lanzamiento te digo yo lo que nos iba a durar la diversión.<br />
<br />
Aquella maravilla de sistema se cerró bastante rápido junto a las alturas tercera, cuarta y quinta del trampolín de la piscina. Lo de las basuras no fue cosa mía, pero puede que en lo otro si tuviera alguna influencia. Sufrí un corte de digestión después de una tripada infame al tirarme de cabeza del tercero aupada por mis primas mayores que decían en bajito: “Si te tiras tú, luego vamos nosotras”. Liantas... Yo salí ‘rojica’ como una gamba de la leche que me di y las cobardes de ellas bajaron por la escalera. A mi histórica tripada de la que se sigue hablando en mi familia como ejemplo de lo que NO hay que hacer nunca en una piscina ni en la vida en general, se sumó la perfecta habilidad de un niño muy muy gordo al que llamaban Piraña (siendo benevolentes porque aquello eran como tres Pirañas juntos) de tirarse de bomba encima de bañistas varios. El 'jodío' intentaba hacer diana y a veces hacía, no era el niño más ágil que yo haya visto, siendo benevolente de nuevo, pero tenía una puntería corporal de aúpa. Así que los vecinos acordaron clausurar las tres últimas alturas.<br />
<br />
El lobby de propietarios era fuerte porque muchas familias se conocían desde hace años. Algún promotor inmobiliario tuvo como objetivo de venta un valle navarro a los pies de Urbasa y en esos edificios estábamos un montón de familias de mi pueblo. Aquellos pasillos enmoquetados olían a vainas ¡en agosto! Era como ir por mi pueblo pero todos metidos en el mismo edificio con moqueta y con sol, que eso en mi pueblo no saben lo qué es, el sol quiero decir. Así que en aquella playa andábamos con los Aguirre, los Etxarri, los nietos de la Edu, los Aldad… Y nosotros que éramos los del mayor de Ascunce. <br />
<br />
Todos juntos íbamos al Aqualand, que en Disneylandia no tienen ni idea pero hace 30 años aquello sí era el sitio más feliz de la tierra: la piscina con olas, el kamikaze, tirolinas, el río bravo con corriente, los rápidos, el zigzag, las pistas blandas… Tú mete a un niño de pueblo ahí, uno que sepa nadar claro, y no lo ves en días. Menos a mi hermana que era feliz en la piscina con bolas. Ahí la encontrabas siempre. Comparad los nombres: piscina de bolas, KA-MI-KA-ZE. Sigo sin entenderlo. Es raro pero era exactamente la posibilidad de estar a puntico de morir lo que me volvía loca. Cuanto más alto mejor, más rápido, más extremo, mejor. Me ponía de puntillas para llegar a las alturas mínimas para saltar de todo. Y para comer al medio día, había un menú infantil que venía en una caja de cartón con forma de casa, nos dejaban pedir refresco en vez de agua y traía un helado. ¿Qué más se le podía pedir a la vida? ¡Qué!<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ-JwmMEu0yXnrJc-KdcMziV9hyIfK5Q9qiHFbbPDIwG9y6ur7my2dqaQB9tDlX_Ff-nYlOsKPA-P7Fe1jeTWa2xOsufUwV7HeE77jfwPptP0j9k32rOtkVyOfrb_BOWn8k4Od3Tvw42Dv/s1600/kamikaze.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZ-JwmMEu0yXnrJc-KdcMziV9hyIfK5Q9qiHFbbPDIwG9y6ur7my2dqaQB9tDlX_Ff-nYlOsKPA-P7Fe1jeTWa2xOsufUwV7HeE77jfwPptP0j9k32rOtkVyOfrb_BOWn8k4Od3Tvw42Dv/s1600/kamikaze.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tobogán Kamikaze</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
El segundo sitio más feliz de la tierra en los 80 para mí era el Festilandia en la avenida del Mediterráneo. En Pamplona, las barracas sólo iban por San Fermín, eso eran 9 días al año, así que un lugar que tenía una noria y autos de choque todos los días me parecía un paraíso de diversión sin cortapisas temporales. Yo pensaba: "Si viviera en Benidorm, los martes al salir de clase en vez de ir a clase de bailes regionales a aprender a bailar la porrusalda vendría aquí a montarme en el saltamontes". Que yo muy lista no era porque mis padres nos dejaban montarnos dos días, dos viajes en todas las vacaciones… Ahí, derrochando.<br />
<br />
Otra cosa que me encantaba del Festilandia era el tirapichón pero porque mi madre era muy buena disparando palillos. Yo me sentía súper orgullosa. Aunque su puntería fuera en mi contra en el lanzamiento de zapatilla, en el tirapichón mi madre era la reina. Yo la veía y ponía cara de: “Déjenla pasar, es una súper tiradora, si en vez de disparar al palillo quisiera daros a vosotros, menos risitas y codazos os ibais a dar mequetrefes”. Y luego me llevaba mi llavero de bola de billar, un peluche o lo que fuera que consiguiera como si lo hubiéramos robado a punta de pistola, con mucho orgullo. <br />
<br />
El tercer sitio más feliz era un centro de recreativos. Había todo tipo de cochecitos con música para montarte de esos que les echabas 25 pesetas y se movían, caballitos, maquinitas, pinball, billares, futbolines, una minibolera y una cosa que a mí me parecía la repera y ya sabéis porqué no digo la puñetera repera. Había una especie de fotomatón con forma de diligencia del oeste americano que se movía al trote de caballos mientras te proyectaban en frente y a la espalda películas del Cinexin y te sacaba cuatro fotos de carnet que salían por un lateral de la máquina. Claro, que en esas fotos nunca salía yo porque, en realidad, a mis padres aquello les parecía carísimo y me decían que, total, yo nunca salía bien en las fotos. Así que esperaba fuera mirando como otros niños disfrutaban de lo que era los primeros pasos de la realidad aumentada y, mientras, pensaba que mi primer sueldo me lo iba a gastar enterito sentada allí dentro viendo sin parar las cuatro posibles películas que se proyectaban de las que solo veía los pies pero de las que todavía soy capaz de tararear las melodías. <br />
<br />
Porque a pesar de todo lo que molaba Benidorm el sentido ahorrador de los padres de los 80 lo jodía bastante y reducía nuestras posibilidades de diversión. A pesar de la desbordante oferta, nosotros nunca llegamos a tomarnos nunca una copa de helado XL con bengalas, sombrillita china y loro con plumas. Más o menos la norma era un polo de palo de 25 pesetas y no todos los días. Lo peor que te podía pasar era que el día que te dejaban comer casi cualquier helado sin tope de precio ni de pirotecnia, que eran dos o tres días en todo el mes, estuviéramos comiendo en algún restaurante que no tuviera ni Frigo ni Miko, nuestros preferidos. Yo recuerdo gritar como una loca en mitad del comedor: “Si son de la Avidesa no cuenta como día de helado”. O peor aún, cuando en el restaurante sólo tenían tarrinas de nata y fresa y aquellos limones y naranjas helados que yo gritaba: “¡Esto no cuenta como helado! ¡Esto es fruta! ¡Yo mañana quiero un frigodedo!”<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvqpy9TfqBYqVaTOWIe-73gYxTpBelL6Mmeq36keDxjcTfr14AJfEG4Cw3Kc0kosuICHxoO6xU4yxF1MeTpak5ktnDRDXtDJ9MihZG_VfN4Pr8GZaCWdou0EGAyQjP_NAZOYvFcfaMNH3C/s1600/helados.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvqpy9TfqBYqVaTOWIe-73gYxTpBelL6Mmeq36keDxjcTfr14AJfEG4Cw3Kc0kosuICHxoO6xU4yxF1MeTpak5ktnDRDXtDJ9MihZG_VfN4Pr8GZaCWdou0EGAyQjP_NAZOYvFcfaMNH3C/s1600/helados.jpg" /></a></div>
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyglRjT5v_87VP5ayDnVyF0w6ETddN8aTgen_9O_gCxDk5ace9ABcvgLEXvECEPkSHqsnWzs8uNZdsIZ0R2geU5tcHEAYF1X_mC-1r_qmz2zStS18P2wTkMKNMW6L96tkR8sRdUMfx7McS/s1600/yofuiaegb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyglRjT5v_87VP5ayDnVyF0w6ETddN8aTgen_9O_gCxDk5ace9ABcvgLEXvECEPkSHqsnWzs8uNZdsIZ0R2geU5tcHEAYF1X_mC-1r_qmz2zStS18P2wTkMKNMW6L96tkR8sRdUMfx7McS/s1600/yofuiaegb.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Yo fui a <a href="http://yofuiaegb.com/">EGB</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
Bueno, hubo una vez que vivimos como si fuéramos millonarias. Mis padres estaban tomando algo con una amiga de mis tías abuelas y su marido en una terraza. Mientras ellos charlaban, mi hermana y yo jugábamos con la carta a ordenar los tres primeros que nos comeríamos si nos dejaran barra libre de copas de helado. La duda estaba entre 'Odisea Tropical' o 'Malibu de caramelo' porque los dos primeros puestos eran sin discusión para 'Explosión de fresas' y 'Copa Benidorm Mil chocolates'. Le dimos tanta pena a aquella mujer que allí mismo nos dio el dinero para que nos compráramos uno. Bueno, los reyes magos unos aficionados a lado de aquello. Nos trajeron una copa a cada una que llegaron iluminadas por bengalas, y traían una sombrillita pinchada, un mini abanico de papel, un loro en acordeón y hasta una flor que parecía una flor de verdad pero se podía comer, ¡y sabía a oblea de misa! El mundo estaba del revés en Benidorm. El caso es que, por supuesto, ninguna pudimos siquiera comer la mitad de nuestra copa. Guardamos todos los complementos que no estuvieran pegajosos para tener pruebas de aquel milagro económico en la cuadrilla pero, eso sí, después de aquello, mis padres utilizaron el incidente para no concedernos nunca jamás un capricho bajo la premisa: "Acordaos de la copa helado de Benidorm, que os da el ansia y luego no podéis ni con la mitad, que nos conocemos". Aún y todo, mereció la pena e íbamos contando a los demás niños: "Y las bengalas caían sobre el helado y no se deshacían", mientras ellos nos miraban llenos de admiración.<br />
<br />
El sentido ahorrador, que igual les venía a todos del valle de Urbasa, también hizo que nunca nos compraran un inflable, por ejemplo un tiburón, un cocodrilo, ni siquiera una colchoneta o un jodido churro de esos. Nada.<br />
<br />
El mínimo de chavales que nos juntábamos era de ocho, cuando no venían primos o agregados varios incluso críos que se nos pegaban en la playa. Podíamos haber amortiguado cualquier juguete de playa con creces. Pues no. Bajábamos al garaje y rebuscábamos en un cajón donde los que hubieran pasado antes que nosotros por el apartamento dejaban los enseres de playa. Normalmente el inventario consistía en palas desparejadas, frisbis rotos, colchonetas pinchadas y cientos de pelotas de tenis que todavía no lo entiendo. Una vez encontramos una barca azul con cuerdas a los lados, algo casi profesional del ocio acuático, pero pinchada también. Entre los padres localizaron los pinchazos, les pusieron parches de las ruedas de la bici y nos lanzamos los ocho al mar como si aquello fuera un yate. 15 minutos duró inflada. Y aún mi padre me dijo:<br />
<br />
- Alá, pues ahora jugad con los remos. <br />
<br />
Aunque también quedaron confiscados después del segundo remazo en la cara de un bañista al jugar a una novedosa interpretación del tradicional juego de pala con los remos y una pelota de tenis que no gustó mucho entre los adultos. <br />
<br />
Alguna extrañísima vez conseguimos una colchoneta de esas rojas por un lado y azul por el otro como de terciopelo cutre que con los parches de la bici aguantaba bastante bien y casi llegamos a la isla de la emoción.<br />
<br />
Los ‘pedalos’ eran otro de los grandes hits de la playa. Un par de veces nos volvíamos locos y alquilábamos dos patinetes y nos íbamos a darle la vuelta a las boyas o como decía mi tía Pilar:<br />
<br />
- Venga Joaquín, llévanos a alta mar. <br />
<br />
Y allí que nos montábamos todos con viseras, burbujas, flotadores, crema, remos, gafas, y un tubo de plástico donde meter el dinero para pagar al señor del los pedalos que a mí siempre me daba un poco de miedo porque moreno, arrugado y con barba me parecía un pirata. Alguna vez llegamos a darles la vuelta a unos cargueros americanos que atracaban en Benidorm una semana. Decía la leyenda que si llegabas nadando te dejaban subir a visitarlo. No lo pude comprobar porque la amenaza de “como se ocurra siquiera intentarlo este año no hay Aqualand y no pruebas un frigodedo en tu vida” me cohibía ligeramente.<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGunZVCJym_TpurwWKEFKyL3dv48WU7DBA3NHns9qL-Vy4Qpi-aqgWD51MZIjrVC_hCXFIJO8iJCwWoLX4tN0bJX4fhBR_QSImqs9uEPhCKQ1y_2mOaP0BnnA3bk8s360l5zif5dNAX4wr/s1600/wikipedia.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGunZVCJym_TpurwWKEFKyL3dv48WU7DBA3NHns9qL-Vy4Qpi-aqgWD51MZIjrVC_hCXFIJO8iJCwWoLX4tN0bJX4fhBR_QSImqs9uEPhCKQ1y_2mOaP0BnnA3bk8s360l5zif5dNAX4wr/s1600/wikipedia.JPG" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Fuente <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Benidorm">Wikipedia</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Las noches de Benidorm también eran algo increíble. Por ejemplo: nosotros vimos a los Locomía antes de que fueran famosos. No sé cuantas veces dijimos esta frase en aquellos años. Los Locomía se ponían a mover sus abanicos en un bar del final del paseo cuando todavía no era conocidos pero ya causaban furor allí. Y esto que puede parecer una chorrada, no lo era porque siendo de un pueblo navarro, o incluso de Pamplona, nunca jamás eras el primero que veía nada. NADA. Todo venía de fuera. Normalmente de Francia y si no, de Madrid. Si hasta para ponernos ‘brackets’ pasábamos a Bayona. Así que chuleábamos de los Locomía en plan: yo ese giro de abanico lo vi hace 3 años. Así era la época pre internet. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirbstzt3q5gfgFlzhZkbQk0c3jvn1oG0SNi6-NcegqL7p8fXyL1xK64T64RR5wR7PwhlrF6GuZiCY6tE5lxtXRDOWRTOEnpdqTWD3ghbAykPCpcHq-WiNWY7fiLqu06sxpQGl_mjtQ8SoC/s1600/locomia.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEirbstzt3q5gfgFlzhZkbQk0c3jvn1oG0SNi6-NcegqL7p8fXyL1xK64T64RR5wR7PwhlrF6GuZiCY6tE5lxtXRDOWRTOEnpdqTWD3ghbAykPCpcHq-WiNWY7fiLqu06sxpQGl_mjtQ8SoC/s1600/locomia.png" /></a></div>
<br />
<br />
Otra cosa que nos hacía sentirnos súper modernas a mi hermana y a mí era el McDonald’s. Sí, ni paellas exquisitas, ni pescado recién cogido, lo que nos moríamos por comer era un Happy Meal porque lo más parecido en Pamplona a una hamburguesería era un sitio que se llamaba Tutti Pasta. Repito: Tutti Pasta. Nada más que añadir para describirlo. Una noche a lo largo de aquel mes, mis padres nos llevaban y ellos se iban a comer al restaurante de en frente. Nos vigilaban mientras nos sentábamos allí las dos solas, como si fuéramos adultas, mientras peleábamos con el juguete que nos hubiera tocado. Todavía debe andar alguno en casa de mi madre.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh32jX12edaY3Dzcfe2LpRSvA8Xg3OMsfSLOiRH5hT1p12Nz195hFtrWDrvwGOrdV8I-zbAx6epHWoOjW79mPJO27SSYjo8IIrKW2lT8-i6GzXvl6MgxXIIUnYis1H-Km__quKTLjOuN2Sd/s1600/20160803_224751_resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh32jX12edaY3Dzcfe2LpRSvA8Xg3OMsfSLOiRH5hT1p12Nz195hFtrWDrvwGOrdV8I-zbAx6epHWoOjW79mPJO27SSYjo8IIrKW2lT8-i6GzXvl6MgxXIIUnYis1H-Km__quKTLjOuN2Sd/s640/20160803_224751_resized.jpg" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
Las noches de Benidorm eran lo más extraordinario de las vacaciones, lo que nadie se iba a creer cuando volviéramos a Pamplona. En las aceras del paseo marítimo de la Playa de Levante nos aglutinábamos cientos de familias cotilleando lo que pasaba en el interior de los locales porque pasear y cotillear era gratis y dentro había que pagar. Gogos en tanga que bailaban sobre plataformas imposibles, drag queens llenos de plumas que eran mujeres que eran hombres y nos costaba entenderlo del todo, purpurina y lentejuelas por todos los lados, mimos que bajaban escaleras imaginarias, enormes esculturas hechas de arena, ingleses borrachos, pestañas postizas, María Jesús y su acordeón con Los Pajaritos y la pista de baile a reventar de niños, cantautores, patinadoras que daban flyers a nuestros padres como si nuestros padres salieran de marcha que nos daba risa sólo de pensarlo, relaciones públicas disfrazados de zombies, abuelos bailando pasadobles, Locomía, robots que vendían unas diademas que se iluminaban de noche y de fondo sonaba “<a href="https://www.youtube.com/watch?v=sGSp7Ei3-Sw">Mami qué será lo tiene el negro</a>” sin que nadie si quiera pensara que era racista o sexista porque lo políticamente correcto creo que no se había inventando, al menos no en Benidorm. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen="" class="YOUTUBE-iframe-video" data-thumbnail-src="https://i.ytimg.com/vi/M4fp3Oy8Fb8/0.jpg" frameborder="0" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/M4fp3Oy8Fb8?feature=player_embedded" width="320"></iframe></div>
<br />
<br />
Así eran las noches hace 30 años en el paseo de Levante y tampoco ha cambiado tanto. Ahora las familias llevan unas tiras fluorescentes que se ponen en las zapatillas y se iluminan al andar en vez de los collares y se ve mucho helado de yogur con topping de oreos, pero todavía huele a gofre y venden banana split, los ingleses siguen igual de borrachos y rosados y aunque sonaba La Gozadera, María Jesús con su acordeón sigue tocando 'Los pajaritos' cada noche mientras, al lado de las gogos con tanga mínimo y tacones máximos, los abuelos bailan el mismo pasodoble que hace 30 años. Los que ya no estamos somos nosotros, eso es lo triste, que tan felices hemos sido en Benidorm. <br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/amayaascunce" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Snapchat: amayaascunce
drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com46tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-3337130800383169172016-04-08T12:31:00.000-07:002016-04-08T12:36:59.078-07:00Esto no es una pensión<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAI3sN2nhT_ZNF80k6a1kUITI_H3jUFbAQcNE-F3ONSsMIMS4qv9qMQz0xFe6LT_ULRiaSwVj7Bn4OctAvNIv0pvdGGYleqUnpf9JDp22IkXvOY6NBVujMHP4qEpoWU8eOmaCCZ0qV_j-s/s1600/20160406_180010_resized.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAI3sN2nhT_ZNF80k6a1kUITI_H3jUFbAQcNE-F3ONSsMIMS4qv9qMQz0xFe6LT_ULRiaSwVj7Bn4OctAvNIv0pvdGGYleqUnpf9JDp22IkXvOY6NBVujMHP4qEpoWU8eOmaCCZ0qV_j-s/s400/20160406_180010_resized.jpg" width="225" /></a></div>
El tipo que quitó <a href="http://www.eleconomista.es/otros-sectores/noticias/276615/09/07/American-Airlines-supera-su-hazana-de-la-aceituna-ahorrara-millones-en-combustible-cambiando-los-carritos-de-las-bebidas.html">la primera aceituna</a> a una ensalada del menú del avión era Satán o un primo hermano. Ese tipo es el culpable de todo. La semilla que convirtió volar en una tortura aún mayor si cabía. Ese tipo pensó que con esa aceituna podrían ahorrarse unos cuantos dólares, 40.000 al año concretamente. Y esta chorrada se cuenta en miles de clases de administración de empresas como esa idea sencilla que produce un ahorre de costes bestial. Un visionario era el jodido de American Airlines. Ahora, que a esa aceituna primigenia le siguieron los aros de cebolla que pasaron a ser dos y medio, luego ya sólo ponían un tomate cherry por ración, luego medio, pensaron la posibilidad de dar un cuarto de cherry pero dijeron para qué dar ensalada, unos cacahuetes y listo. Y quitaron el agua, las servilletas, y dijeron entonces: la comida que se la paguen ellos, que esto no es una pensión.<br />
<br />
Podrían haber parado ahí, pero no, un feliz pensamiento se cruzó por el cerebro de probablemente una mala persona: igual si les quitamos a cada uno un centímetro, nos cabe otro pasajero. Y recordaron al puto héroe de la aceituna, y dijeron: "¿Seré yo el siguiente en estudiarse en las facultades de LADE de este país? La ilusión que le haría a mi abuela". Pero no se conformaron con porque su abuela era una mujer ambiciosa: "Quizás si en vez de quitar un centímetro quito un asiento directamente. Total la gente, tampoco necesita todo el rato espacio para vivir". Caprichosos. "Y si meto un montón de peña ahí dentro y les hago pagar por las aceitunas, los cacahuetes y las ensaladas, no sólo abarato mis costes si no que monto un bar. ¡Un bar con vistas! Dos negocios en uno. Si ya me decía mi abuela que yo estaba destinado a grandes cosas".<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZPkGmR56CM1bHNB2SBk-cX9e_mud9W73klRg-YujOh5X5j3gjYNJ-r-n8wjBCFYilU42S7nJ4j4sho68_k0rg0qhEFFHR_XzLaxTb6Fm0mE4t8hussuQal-kcodq0mafEBE1BqVE6A-Mn/s1600/20160406_180343_resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZPkGmR56CM1bHNB2SBk-cX9e_mud9W73klRg-YujOh5X5j3gjYNJ-r-n8wjBCFYilU42S7nJ4j4sho68_k0rg0qhEFFHR_XzLaxTb6Fm0mE4t8hussuQal-kcodq0mafEBE1BqVE6A-Mn/s400/20160406_180343_resized.jpg" width="225" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Espacio vital en el avión</td></tr>
</tbody></table>
Y así fue. A la idea de Satán (mantengamos este apodo cariñoso) se le sumaron distintas variantes: lotería a bordo, tienda a bordo, restaurante a bordo. En breve te podrás hacer las uñas a bordo aunque igual existe ya el servicio. Por las vistas no te cobran pero dadles tiempo a esa pandilla de 'satanitos' con abuelas demasiado motivadoras.<br />
<br />
Y aún fueron más allá, casi diría que al robo, porque desarrollaron un sistema de venta en el que pueden vender dos veces la misma cosa a dos personas distintas. Y no es que a la que llegue más tarde al aeropuerto le devuelvan el importe, no. Ellos cobran a las dos personas lo mismo, y si van los dos, uno se jode y se queda en tierra. Es como si pagas en El Corte Inglés por unos vaqueros reservados y cuando llegas te dicen que se los ha llevado otra persona, que "te busques la vida"*.<br />
<br />
Yo odio volar. Dicen que tienes las mismas probabilidades de que toque la lotería que de suicidarte cogiendo al azar un vuelo comercial diario. A mí esto no me tranquiliza porque yo siempre que juego a la lotería pienso que me va a tocar y siempre que cojo un avión pienso que se va estrellar. Así que tengo un método para impedirlo. Yo sujeto el avión. Sí, lo sé, los que habéis volado conmigo tenéis mucho que agradecerme. Ni piloto, ni azafatas, ni torres de control, nosotros llegamos porque yo sujeto el avión todo el jodido vuelo. Llego a destino con unas palizas de impresión, porque los aviones pesan, pero cualquiera lo suelta.<br />
<br />
Si a alguien que el concepto "a 9 millones de pies sobre el suelo" le desasosiega, le mantienes sin asiento hasta el último momento, le obligas a pasar primero por una gymkana anti explosivos en la que un puto desodorante es una amenaza, lo descalzas, lo cacheas, le asustas con un discurso pre-vuelo en el que por toda salvación le das un chaleco amarillo que tienes que soplar tú misma si la cosa se pone seria (yo desmayada o histérica te digo lo que voy a soplar) bueno pues después de eso, la sientas en el espacio más pequeño en el que cabe, si es que cabe y una voz como de telefonista de radio taxi dice por el altavoz, en vete tú a sabe el idioma porque siempre parece el mismo "disfruten del vuelo", a esa persona sólo le queda sujetar el avión. Y bien fuerte.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrJMKwGbi1z9BFV1_vLLDjlrWeb8ObzoRUZuWm69IpVhmmIyEtU7ox3JMMj3t4egKb1GmcE-WozbdKZM0ART47L7mmso5t464iFnCUC35T7deEnyzNZTkqkXEGm77koE76KMn9dpQTrdlo/s1600/20160407_130749_resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhrJMKwGbi1z9BFV1_vLLDjlrWeb8ObzoRUZuWm69IpVhmmIyEtU7ox3JMMj3t4egKb1GmcE-WozbdKZM0ART47L7mmso5t464iFnCUC35T7deEnyzNZTkqkXEGm77koE76KMn9dpQTrdlo/s640/20160407_130749_resized.jpg" width="360" /></a></div>
<br />
<br />
A mí, me gusta viajar pero cuando veo un avión desde la calle jamás pienso esa tontería de: a dónde irán, me cambiaría por ellos ahora mismo, qué suerte. Mi concepto de ensoñación no incluye nada que vuele. Yo no. Yo prefiero estar jodida en mitad de un atasco en la M30 que ahí arriba. En realidad siempre que les veo despegar pienso en esa angustia horrible que te sube por el estómago y ese pensamiento fugaz de: con lo joven que soy y todo lo que me queda por hacer y he dejado la casa como una leonera, ya vas a ver mi madre como se pone cuando vaya a por mis cosas. <br />
<br />
Puestos a imaginar, yo me cambiaba por la gente que está directamente en una playa en Maldivas, no por esos desgraciados apretujados que van a pagar por una bolsa de 8 cacahuetes 3,10 euros. Sí, 3,10 es el precio más absurdo que he pagado por una bolsa ridícula en la que 8 pobres frutos secos flotaban en montón de sal. Espera a que haya uno en la fábrica de Cacahuetes S.L que se pregunte eso de: "Si le quitamos una pizca de sal a las bolsas, ¿cuánto creéis que podremos ahorrar? ¿Y qué pensará mi abuela de mí?"<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgTo-Q_qMfLi2wc9uTpIu6BcNV4SDXKcq62LMuSTSD5G4xK4pSxyF8C7xUjFi2VPLSnpz0PLYrB2jOi0DQ9M5ZNMCzBxfIAYHuYdZvz-22UBM_Ptlxn8DiWyaGIhEWuN3bmgduc_DOPht5/s1600/20160406_180441_resized.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgTo-Q_qMfLi2wc9uTpIu6BcNV4SDXKcq62LMuSTSD5G4xK4pSxyF8C7xUjFi2VPLSnpz0PLYrB2jOi0DQ9M5ZNMCzBxfIAYHuYdZvz-22UBM_Ptlxn8DiWyaGIhEWuN3bmgduc_DOPht5/s320/20160406_180441_resized.jpg" width="179" /></a></div>
Satanitos, mira, os voy a dar una idea, a pesar de que estoy agotada porque he tenido que sujetar hoy mismo un Airbus desde Ámsterdam durante dos horas sentada en 30 centímetros cuadrados, el gancho ese para colgar cosas, eso podéis ahorrároslo. En serio, ni el puto bolso de la Barbie cabe ahí. Quizás para enrollar hilo dental tenga algo de utilidad pero a cuánta gente le importa morir con algo entre los dientes ¿eh? Desde luego a mí no. Y con toda esa pasta que os ahorráis en ganchos podéis comprarle algo bonito a vuestra abuela. Una planta que igual a la mujer si la entretenéis con un buen geranio o un poto le importa un pimiento que paséis a la historia del ahorro de costes mundial.<br />
<br />
Y una última sugerencia, al chaleco ese amarillo, ponedle paracaídas. No sé, lo mismo a 9 millones de pies, resulta algo más útil.<br />
<br />
De nada.<br />
<br />
* Podría parecer un exceso mío pero es una cita textual. La chica del mostrador de Iberia Exprés le ha dicho exactamente esa frase a una compañera esta mañana en el aeropuerto de Amstérdam. Habían vendido 11 plazas dos veces. Tal cual. Y se ha tenido que quedar en tierra. En realidad, la cita textual ha sido: "El que sale a las 7 también esta sobre vendido así que búscate la vida con KLM o algo".drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com16tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-44564437625440602212016-02-21T12:46:00.000-08:002016-02-21T12:46:45.740-08:0037 años<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0rxtZXaoGcB6ky8Gl_TKsWYbrwD5RqVQ2_QxQJ1yds-sjKMpKsXyMTsHYbiR1_vqjs1vYQr3bcmoiC4RuUrsAHd0GbC7av_bi7gNYLjMKFZhCG_LPLuLAVmTqpcJ1l6-jzH2Gvl66BPv4/s1600/2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0rxtZXaoGcB6ky8Gl_TKsWYbrwD5RqVQ2_QxQJ1yds-sjKMpKsXyMTsHYbiR1_vqjs1vYQr3bcmoiC4RuUrsAHd0GbC7av_bi7gNYLjMKFZhCG_LPLuLAVmTqpcJ1l6-jzH2Gvl66BPv4/s400/2.jpg" width="273" /></a></div>
Arrepentirse de algo no tiene mucho sentido, sobre todo porque quién sabe si cualquier pequeño cambio te hubiera llevado a ser otra persona, igual peor o más infeliz. No lo sabes. Pero sería tonto pensar en no cambiar nada de nuestro pasado si pudiéramos. Hacerlo un poco mejor, nada drástico, sólo acompañar a esa intuición que ya tenías con 16 de que no deberías empezar a fumar. Hoy cumplo 37 años y he repasado año por año mi yo del pasado para decirme un consejo, algo pequeño, algo que no cambiara el curso de las cosas, pero que me hubiera venido bien, que me hubiese calmado, animado o transformado.<br />
<br />
1- Duerme más. Tu madre lo agradecerá. <br />
2- Duerme y come algo, chica.<br />
3- En serio, tienes que comer y dormir. <br />
4- En esa clase harás amigas que te durarán toda la vida. Sé simpática y no muerdas a otros niños, ni a los perros… Trata de no morder. Pellizcar tampoco.<br />
5- Come. Y no le pegues a tu hermana, será tu mejor compañera dentro de nada. No puede volar. No te empeñes. Y tú tampoco. <br />
6- No te sueltes de la mano de tu madre en la plaza del Castillo y no te dejes disfrazar de vieja chocha. <br />
7- No te partas los piños en la piscina. <br />
8- Memoriza bien la tabla del 7. La sabrás mal el resto de tu vida.<br />
9- No patines con el traje de comunión. <br />
10- Aprende a bailar e intenta afinar algo. Es el momento de hacer el ridículo. <br />
11- Esas no son tus amigas pero llegarán las que te hagan sentirte en casa.<br />
12- No te rías de nadie. No soportarás ser cruel. <br />
13- No mandes ese papel en clase. Te van a pillar y la que te va a montar tu madre va a ser fina.<br />
14- No vaya a la discoteca Reverendos. Te van a pillar y la que te va a montar tu madre va a ser fina. No te cortes flequillo. Acompaña a tu abuela a la compra cuando ella te lo diga.<br />
15- El pelo rizado te queda mejor. Deja de alisártelo. No discutas tanto con tus padres. <br />
16- Esas son tus amigas. Disfruta. No empieces a fumar.<br />
17- No te encorves. No te avergüences de ponerte en biquini. Eso no es tener tripa. <br />
18- Serás periodista. No te agobies con las notas de corte. Disfruta.<br />
19- Nada de lo que te parece tan importante lo será. Y en realidad no te importará nada.<br />
20- Viaja más. Haz más amigos.<br />
21- Estudia más, bueno, algo. <br />
22- Viaja más. Deja de fumar ya. Vete a estudiar fuera. <br />
23- No pelees, no trates de que Madrid encaje en tu idea y no vayas tanto a Pamplona. <br />
24- Tienes toda la vida para trabajar. Viaja más. Sal más. Lee mucho. <br />
25- Escribe. <br />
26- Entrega las cosas a tiempo. No te infles a comida basura. <br />
27- No te empeñes. Ahorra un poquito.<br />
28- No te sigas empeñando. <br />
29- Todo pasará y será la leche.<br />
30- No discutas con tus padres. <br />
31- Habla más. Llora más. Grita más. Ríe más. Bebe más. Habla mucho con él. No te preocupes ni un segundo por tu trabajo. Prioriza. Internet no tiene la cura, no leas más. <br />
32- Habla aún más con él. Todo lo que puedas. Graba videos. Saca fotos. No te desgastes peleando contra la enfermedad. Aprovecha cada segundo. <br />
33- Llora. A la pena no se le puede meter prisa. Ve más a Pamplona. No regañes a tu madre. Llora en público también. Llorar no es malo. El dolor tampoco. Hay que pasarlo.<br />
34- Relájate. Lo que digan en los comentarios en Elmundo.es importa un pimiento. Aprende a posar para las fotos. <br />
35- No te bloquees. Perderás ese pudor. Escribe más. ¡Y no gastes tanto!<br />
36- Al fin podrás dejar de fumar. Lo conseguirás. No aguantes el dolor.<br />
37- No dejes pasar el tiempo. No estés a la espera. Y no te agobies, todo encuentra su sitio. <br />
<div>
<br /></div>
<div>
Claro que yo nunca he sido de seguir consejos... Igual con los 37 me entra el fundamento. </div>
drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com37tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-3222108917026771982015-09-16T11:32:00.001-07:002015-09-17T01:46:45.496-07:0016 de septiembrePuedo recordar la angustia exacta, no dormir, la espera, el dolor, los nervios, el calor, el olor a enfermedad, una tortilla de patatas pastosa con txaka del hospital y los donuts que nunca jamás podré tomar sin nauseas, llevar las bandejas llenas de vuelta, y el olor a pescado de los pasillos, cientos de azucarillos y galletas María guardadas en el armario y la colonia de Álvarez Gómez que quería taparlo todo, pero no servía.
<br />
<br />
Puedo recordar que no quería ir al baño porque me parecía terrible que mi padre muriera justo en ese momento, y yo tendría que recordar siempre que estaba meando cuando pasó. Ya ves, que tontería. Me concentraba en las cosas absurdas, circunstanciales, epidérmicas. Puedo recordar que me parecía imposible que mi padre muriera un día de calor, porque no le pegaba y me asusté muchísimo cuando aquella tarde cambió el tiempo. Recuerdo cerrarme la chaqueta con terror y a la vez pensar que estaba perdiendo la cabeza por no beber suficiente agua para no tener que mear, que eso eran chorradas, supersticiones. Puedo recordar el miedo a irme a casa a dormir, y que mi madre estuviera sola si al final pasaba. Y fumar en el balcón de casa durante horas buscando estrellas fugaces a las que pedir milagros, y coches capicúa, y pestañas en las manos , como si a los 32 pudiera creer como con 10 años.
<br />
<br />
Recuerdo no saber qué decir, ni decirle, de qué hablar en cualquier momento. Recuerdo que todo lo trivial me parecía insultante y lo importante me parecía amenazador. Y ese calor tan intenso que nos salvaba porque era imposible que mi padre muriera un día de sol. Y nosotros con abanicos, que era lo único que podíamos hacer, darle aire. Con cientos de donuts al día, por si en algún momento, le apetecía uno. Celebrar incluso que había comido una esquina. Y luego celebrar tan solo que al menos había tomado una cucharada de batido proteico con cientos de donuts duros en el armario. Ese olor pastoso a glaseado y a Álvarez Gómez. <br />
<br />
Recuerdo las caras de pena de los compañeros de pasillo, que no se atreven a mirarte a los ojos, y bajaban la cabeza cuando salíamos de la habitación, corriendo, pidiendo ayuda. Intentaban ser inmunes a la enfermedad, a la muerte. Recuerdo que me jodía ser protagonista, las elegidas para aquella pena, todo aquella lástima me enfermaba. Pensaba en gritarles: "te puedes morir tú antes de un macetazo al salir de aquí. No des nada por sentado". Recuerdo estar muy enfadada. También la cara de los médicos, de las enfermeras, el cariño y esa especie de apoyo moral, esa mirada sincera de no hay solución, hacemos lo que podemos, y sabemos que duele. Y tanto. <br />
<br />
El teléfono que sonaba todo el rato, y yo repitiendo las frases aprendidas. Recuerdo ver llorar a un buen amigo de mi padre por mi brusquedad en aquellas sillas amarillas de plástico insultantemente rígidas, incómodas, donde hacía mucho calor. Las cosas son así dije. Dura. Insensible. Y darme cuenta de que estaba sobreviviendo a base de actuar: ahora tengo que decir esto, ahora tengo que ir aquí, ahora tengo que llamar corriendo a un médico porque ha perdido el conocimiento, ahora tengo que aprender qué es un síncope, o cómo funciona la mochila de morfina. Ahora tengo que aprender a mirarle a los ojos y sonreírle. Ahora, tengo que aprender que es mejor que esto acabe por él. Era mucho aprender, pero uno aprende.
<br />
<br />
Y luego llegó el frío, la tormenta, el cura y los amigos. Recuerdo cerrar las ventanas del pasillo y abrigarme y sentir mucho miedo. <br />
<br />
Y aguantarme las ganas de mear, por si acaso.
Recuerdo a mi madre y a mi hermana que llegaban a relevarme, y toda la angustia de sus ojos al ver cómo estaba. Y esa especie de locura en la que te das cuenta que está pasando, los lloros de todo el mundo, un murmullo soterrado que te va calando y ese cambio. Ahora sí, y ahora, no. Nunca más.
<br />
<br />
Y a pesar de toda la angustia, daría lo que fuera porque esta semana fuera aquella semana porque también recuerdo frases, olores, la piel y el aliento. Y la esperanza incluso cuando solo te queda inventarla y hacer como que las normas de la vida, no fueran contigo, como si tuvieras 10 años, porque también a eso se aprende, a fabular. A coger la lástima, las quinielas, las probabilidades y las sentencias y prenderles fuego. A lo único que no se aprende es a no echar de menos.
Al menos este año la meteorología se ha portado con una contundente ciclogénesis explosiva porque <a href="http://www.comonoserunadramamama.com/2014/09/un-dia-normal.html?m=0">hoy no es un día normal, como todos los 16 de septiembre que me quedan. Felicidades Rossy.</a>
<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
<br />
<br />drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com45tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-7346592330525097642015-08-18T12:01:00.001-07:002015-08-19T00:37:34.706-07:00Las vacaciones, las madres y el WhatsAppLlámame cuando llegues. Besos madre. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEDNFlUD_KdoyHlmDLmWgvy5SmZJwroOhD2Gn8TEQ1nW2yFGpJSjEDUSkWpNo1iT4SlbpAfwf6Tk8eHOGYZHRKcP2HhLt4A4OEiNsB6RsPUvo6vXeNsi33E8RNgO02pKCpU7fLJfVMF3z5/s1600/20150729_140107_resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEDNFlUD_KdoyHlmDLmWgvy5SmZJwroOhD2Gn8TEQ1nW2yFGpJSjEDUSkWpNo1iT4SlbpAfwf6Tk8eHOGYZHRKcP2HhLt4A4OEiNsB6RsPUvo6vXeNsi33E8RNgO02pKCpU7fLJfVMF3z5/s400/20150729_140107_resized.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Me imagino que te lo estás pasando muy bien y por eso no tienes tiempo de llamar.<br />
<br />
La playa muy bonita, pero ¿y tú? Manda foto donde salgas tú. Besos madre.<br />
<br />
Te veo más delgada. ¿Refresca por las noches?<br />
<br />
Cómo puedo hacer del móvil una linterna. ¿Tienen todos los móviles un código? El de tu hermana tiene linterna. No encuentro la mía. <br />
<br />
¿Qué tal has dormido? Lleva chaqueta que van a bajar las temperaturas y van a haber tormentas. Besos madre.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIkggwYDisXnFtNDW3G9ap3p5BXF81azhzKDe5uyjrpRrYovUsvZhMZJwbSqilonw_PNLMmHOWBHsjEPOMlCJBMW_BXSZBFWgfIyZLT_x8DOvHXUt_c-ng2c_VPq6fpbsBhBhoxUQULuof/s1600/20150731_201644_resized_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIkggwYDisXnFtNDW3G9ap3p5BXF81azhzKDe5uyjrpRrYovUsvZhMZJwbSqilonw_PNLMmHOWBHsjEPOMlCJBMW_BXSZBFWgfIyZLT_x8DOvHXUt_c-ng2c_VPq6fpbsBhBhoxUQULuof/s400/20150731_201644_resized_1.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
La playa muy bonita pero como la de Benidorm ninguna.<br />
<br />
¿Estáis comiendo bien? No bebas agua del grifo que luego te da gastroenteritis.<br />
<br />
Escribiendo... Escribiendo... Escribiendo... Escribiendo... Escribiendo... Escribiendo... <br />
Ok<br />
<br />
Date bien de crema que está el sol muy traicionero. Besos madre.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKeLv0jUGs_L8tzB3fWdJKt51VIH_wn29HF9Wgg0TJNPwgMQJrv7HZOEZbXVKuckkYMok5yJSHef6PxjWCLouHL_q9iMrikYHWU4YaNyNU0r3JNyMBSBeD6Y6YvtZTRs2-VEbNStoZ1wdh/s1600/20150726_122620_resized.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKeLv0jUGs_L8tzB3fWdJKt51VIH_wn29HF9Wgg0TJNPwgMQJrv7HZOEZbXVKuckkYMok5yJSHef6PxjWCLouHL_q9iMrikYHWU4YaNyNU0r3JNyMBSBeD6Y6YvtZTRs2-VEbNStoZ1wdh/s400/20150726_122620_resized.jpg" width="300" /></a></div>
<br />
Whatsapp va a ser de pago. Manda este mensaje a 15 de tus contactos si quieres tenerlo gratis. Cuando lo mandes, un círculo al lado de tu nombre de perfil se pondrá azul.<br />
<br />
Hija no hablamos nada. Esto es un desmadre de horarios. Espero que estéis bien. Besos madre.<br />
<br />
En un funeral fallido. No he podido entrar en la iglesia. Te llamo luego.<br />
<br />
Llama a tu tía que su cumpleaños. Besos madre.<br />
<br />
¡Se me han borrado los canales de la tele! Te envío una foto del mando de la tele y te llamo para que me ayudes.<br />
<br />
Si os llega la versión oro de Whatsapp no pinchéis. Es un timo y te cobran 36 euros. Lo están difundiendo hoy en la radio y en la OCU. Pasadlo a quién podáis!<br />
<br />
¿Qué tal el tiempo? Por aquí fresco, parece que va a llover. Estáis comiendo bien?<br />
<br />
Buenos días. Se han abierto 3 flores del limonero y tiene 3 más sin abrir. Que tengáis buen día. Besos madre. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQatTGnR8ch0KyPFwBGxI6XURbRep05SpPsER4lLEcu6FoYIwOEKpjMinTNM5dgn73Sj7MKvpYCjfo_-Xi-mWnoI784d5yvMVrqNAFumK6fsX4xVfgwGFeuWUZtZz_A2DQqUkB8YYX5va1/s1600/20150728_113711_resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQatTGnR8ch0KyPFwBGxI6XURbRep05SpPsER4lLEcu6FoYIwOEKpjMinTNM5dgn73Sj7MKvpYCjfo_-Xi-mWnoI784d5yvMVrqNAFumK6fsX4xVfgwGFeuWUZtZz_A2DQqUkB8YYX5va1/s400/20150728_113711_resized.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
Muy bonito pero tened cuidado con los mosquitos que a ti te envenenan.<br />
<br />
Hoy estoy mejor pero todavía me duele si estoy de pie producto mejor. Besos madre<br />
Me han salido las dos últimas palabras mal. En de vez de producto es producto. Besos madre<br />
Otra vez! Estoy peor si apoyo el pie. No sé qué la pasa a este móvil. <br />
<br />
Estáis bien? Cómo no sé nada de vosotros. <br />
<br />
URGENTE: Dile a todos los contactos de tu lista que no acepten un vídeo que se llama EL BAILE DEL PAPA. Es un virus que Formatea tu móvil. Ten cuidado es muy peligroso. Pásalo a tu lista ya que la gente lo abre pensando que es un chiste. Lo están difundiendo hoy en la radio. Pasadlo a quienes podáis <br />
<br />
Si le mando un mensaje a tu hermana aunque no esté ahora en el hotel y no tenga internet lo recibe luego? <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw8xgHlGz0LZzhLzcvQotsybHQxr9IRzotSMP6rkyTSjamt4HxMhoUS2-9eEwz4lxdqzJuaNG5F6buvjEGvWG3lTkkToVlnS8EmBBQRplBB8Qo6_e0RYQZi0QlmK296G7ti7Hj1YpD7kKE/s1600/20150731_114732_resized.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhw8xgHlGz0LZzhLzcvQotsybHQxr9IRzotSMP6rkyTSjamt4HxMhoUS2-9eEwz4lxdqzJuaNG5F6buvjEGvWG3lTkkToVlnS8EmBBQRplBB8Qo6_e0RYQZi0QlmK296G7ti7Hj1YpD7kKE/s400/20150731_114732_resized.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
Ten cuidado con la bici que ya no tienes 10 años y cuando tenías 10 años venías llenita de brechas. <br />
<br />
Ya os queda poco. Pero piensa que al menos tenéis trabajo y salud. Besos madre<br />
<br />
La puesta de sol preciosa pero ese vestido de playa lo tienes que tirar ya. Que descanséis.<br />
<br />
Llámame cuando paréis y mandad whatsapp con los kilómetros que os quedan.<br />
Hasta que no llegas no descanso. Buen viaje. <br />
<br />
¡Y no corráis! Besos madre<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
<br />
<br />
P.D. La madre de <a href="http://www.casadellibro.com/libro-mis-whatsapp-con-mama/9788425352508/2292321">Alban Orsini</a> es peor. Tiene un libro genial que se llama Mis whatsapp con mamá. <br />
<br />drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com28tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-19898030322067944622015-07-06T05:42:00.000-07:002015-07-06T05:42:02.108-07:00La libertad de salir mal en las fotosTengo un síndrome malísimo por el que sufro muchísimo, es más, diría que una auténtica barbaridad, pero me revelaría exagerada en el primer párrafo y quisiera conservar cierta credibilidad. Vamos a ser justos con la medida de las cosas y lo dejamos en que es un síndrome molesto. ¿En qué consiste semejante medio drama? Pues en que siempre me veo mal en las fotos que me sacan pero, pasado un tiempo, me veo súper bien en esa misma imagen y espantosa en las del día anterior. Lo sé, estáis horrorizados. <br />
<br />
Vivo en constante desaprobación de mi imagen actual. Lo he llamado síndrome de “fotogenia flashforward o FFF” (para que se note que sé inglés y porque soy un poco imbécil también)...<br />
<br />
El post completo lo podéis leer en la web <a href="http://www.harpersbazaar.es/cultura/viajes-planes/opinion-bazaar-fabulosas/la-libertad-de-salir-mal-en-las-fotos">Harper's Bazaar</a>.<br />
<br />
<br />
<br />
PD. Ya sé que escribo muy poco, me lo decís vosotros, mi madre, mi hermana, mis tíos, mis vecinos, hasta la frutera. Por eso he pensado en compartir por aquí lo que publico en otros sitios. No es mucho pero ¡volveré!<br />
drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-60415479175473118782015-05-06T11:58:00.001-07:002015-05-06T12:07:29.129-07:00La tristeza está sobrevalorada<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY_q0se0CWaTD7x6ZpmDkemnZrZ-1gR5Twlm2DDGu-CEdMz387jS1lA_VSXfLyynE8a5U0NC-h9S2xjMeFfAkIpBllQ4zU0ADThFlxrCfgGkh0pL2WTpeMXsV01_0QXXZ5yiTpLCgFKTGW/s1600/reiryllorar.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY_q0se0CWaTD7x6ZpmDkemnZrZ-1gR5Twlm2DDGu-CEdMz387jS1lA_VSXfLyynE8a5U0NC-h9S2xjMeFfAkIpBllQ4zU0ADThFlxrCfgGkh0pL2WTpeMXsV01_0QXXZ5yiTpLCgFKTGW/s1600/reiryllorar.jpg" height="250" width="400" /></a></div>
Yo no me sé poner triste.<br />
<br />
No me sale. Conozco personas a las que les invade una tristeza digna, diría que respetuosa, que les mece unos días para luego salir de ella poco a poco, como quien sale de un mal sueño y pasa a la duermevela, y luego ya, al tiempo, despierta un poco fortalecido, desahogado, y con suerte, vaciado de tanta pena.<br />
<br />
A mí no me pasa. La angustia es mi variante a la tristeza. Lo más parecido que tengo a la pena es un ahogo, una rabia, y un disimulo que me impide mostrar en qué me ando. No sé llorar, <a href="http://www.comonoserunadramamama.com/2010/06/17-como-sigas-te-voy-dar-una-razon-para.html">ya lo he contado de broma,</a> pero con una broma que iba en serio. Casi siempre, porque decir siempre puede sonar a demasiado, lloro a escondidas y con la urgencia del que tiene que acabar pronto (“que no se note”) y a la vez, con la angustia de que esos lloros no te calman, no te desahogan. Al contrario, esos lloros te descomponen y muchas veces me pregunto lo mismo: ¿Cómo sabe la gente que llora cuándo debe parar de llorar?<br />
<br />
No es como la risa, la risa nace y se pierde en ella misma cuando se ha agotado, pero el lloro no se agota. Al menos el mío no, hay que decidir pararlo, porque la pena no pasa. No tengo penas circunstanciales, que me duran lo que una carcajada o una llorada. Ni creo que existan. Son penas que uno decide dejar de pensar, porque siempre que se piensan, angustian. <br />
<br />
Tampoco me gustan los lloros de los demás porque nunca sé qué tengo que hacer. ¿Abrazar? ¿Acariciar? ¿Escuchar? Yo solo quiero salir corriendo y a cambio, pongo cara de panoli y abro mucho los ojos y le toco como si en vez de manos tuviera el palo de una escoba. Solo si llora alguien a quien conozco mucho mucho, alguien a quien quiero, me sé comportar, más o menos. El llanto de los desconocidos es como una pregunta indiscreta, como verle a alguien un tomate en el calcetín, o tropezarse con una raya de una baldosa en la calle. Es un mirar para todos los lados y disimular.<br />
<br />
En cambio la risa, tan exhibicionista, tan fácil de sacar a pasear, que te cura, te transforma, te pone el lunes como si fuera una viernes, te hace olvidar, te vacía el cuerpo, te libera, se contagia… Uno quiere hacer reír, no llorar. Claro, si uno es buena persona. Y sin embargo el llanto tiene esa fama de importante, de creativo, de liberador. Pues no lo entiendo. Desde luego que un ataque de risa me hace tener ideas mucho más creativas que llorar dentro de un baño y salir a disimular.<br />
<br />
Por no hablar de esa extraña confusión en la que los de lloro rápido sufren más, o peor aún, sienten más. Como si la risa no fuera lo suficientemente intensa, fuerte, concreta, o superlativa como para ser considerada una emoción mayor.<br />
<br />
La risa, al menos la mía, me construye. Y la vida siempre tiene que ver con construir. Estoy cansada de todas las intensidades tristes. Tampoco es para tanto.<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
<br />drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com29tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-47589323274916931832015-02-04T12:29:00.002-08:002015-02-05T00:41:48.178-08:00La verdad sólo te la dice tu madre (y menos mal)<strong>Parte seria del post:</strong><br />
Madres, drama mamás, hijas, mujeres, ¿qué les pasa a las madres con el aspecto físico? Por qué un flequillo sobre los ojos, el pelo suelto, un pantalón vaquero roto o unas botas grandes les vuelven locas. ¿Qué creen que dice el aspecto de sus hijos de ellas? Porque a ver, yo quiero a mi pareja, pero si quiere llevar barba, corta o larga, pendiente, pantalones cagados, gafas sin necesitarlas, un sombrero… Me da igual. Bueno, si lo lleva todo junto habría que valorarlo. Eso sí, no me indigna. No me da ganas de apartarle el pelo de la frente, ni de subirle los pantalones, ni de arrancarle el pendiente. Me guste o no, no me parece tan importante. No sufro. Lo mismo me pasa con mis amigos, mi hermana, e incluso mi madre. No me siento responsable de su estética y, por supuesto, no me molesta. <br />
Entonces, ¿qué coño les pasa a las drama mamás? No es una pregunta retórica, agradeceré respuestas sobre por qué mi madre sigue opinando con visceral emoción sobre mi estética, por otra parte, de lo más normal. Aunque jamás, nunca, ni de milagro, ni se me pasa por la cabeza preguntarle su opinión.<br />
<strong></strong><br />
<strong>Parte menos seria del post pero igual de intensa, dramática e importante:</strong><br />
Situación: después de casi dos años, cambio mi foto de whatsapp. Dos años. Salía monísima en la foto. Me la hizo Patricia Gallego, una fotógrafa profesional, en la revista ELLE, con focos, y mucha luz para mi segundo libro y todo el mundo me dijo eso de: “Que guapa, no pareces tú” (Ajá, la típica gente sincera y simpática. Cabrones).<br />
<br />
No me importó. La he tenido dos años en twitter, en whatsapp, en Instagram... Sí, coño, me veía bien. Pero el otro día pensé: “Anda Amayita, deja de intentar parecerte a la de la foto, que encima ya tienes el pelo un palmo más largo y te has echado algún kilo al dejar de fumar. Cámbiala. La ha visto todo el mundo que te conoce y los que no también. Es hora de volver a ser normal”. <br />
Y me hice un selfie, rollo egoblogger hípster con las gafas. Tampoco era mi mejor foto, pero nunca he tenido una foto buena, excepto en la que no me parecía a mí misma. Me vi normal y la cambié. <br />
Pensaréis: Pues sí que parece una egoblogger porque a quién coño le importa que cambiara de foto de whastapp. ¿A nadie verdad? ¿Verdad? ¿Os había dicho que mi madre tiene whatsapp?<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiwlsv4TqDB74CopBOs3UxHjUourn2tHSmK9MjVf6Jup-SG5rqG0z52mZHR-xaf4IDV9u-_Qrl-lgaIavdx7yYzKupbD8bf0VdpvJJn5JCKgmaTtC0jiIiJpKGf76xmQQqvsRNjrttgnRF/s1600/alargada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiiwlsv4TqDB74CopBOs3UxHjUourn2tHSmK9MjVf6Jup-SG5rqG0z52mZHR-xaf4IDV9u-_Qrl-lgaIavdx7yYzKupbD8bf0VdpvJJn5JCKgmaTtC0jiIiJpKGf76xmQQqvsRNjrttgnRF/s1600/alargada.jpg" height="195" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
Podría utilizar mucha literatura: que si yo escribí, que si mi madre me dijo, que mira qué cosas, que exagerada es esta chiquilla. Súper exagerada… Pero os lo voy a poner fácil.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTPRNycrAmat2DGZ1e4tZT3gO-xY16PpTuZSj_6DGwdFDrEQk2kZjyHxy2ANKjkssPmFPqV_DDLZ5XHUz2hhCdStDzdfeOnzWZsiZiwnaJoRBpdE2KLN4dX2YY_9IGlhCTdB4NmWfG7eH0/s1600/11.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTPRNycrAmat2DGZ1e4tZT3gO-xY16PpTuZSj_6DGwdFDrEQk2kZjyHxy2ANKjkssPmFPqV_DDLZ5XHUz2hhCdStDzdfeOnzWZsiZiwnaJoRBpdE2KLN4dX2YY_9IGlhCTdB4NmWfG7eH0/s1600/11.jpg" height="640" width="390" /></a></div>
<br />
<br />
No tiene desperdicio. Mi madre es que además de ser una drama mamá en toda regla, encima adjetiva bien. <br />
<br />
¿Termina ahí una simple anécdota de una foto de whatsapp? Ojalá.<br />
<br />
Ha hecho equipo con la vecina. Y me manda también su opinión acerca de lo fea que salgo en la foto. ¿Cuán afortunada soy? También me llamado por teléfono un par de veces para comentar lo equivocado de mi decisión. Se hacen llamar lobby “Anti Fotos Feas del Séptimo Piso”. Es decir el AFFSP y están intentando captar a la vecina del C, pero anda la mujer reflexionando si su aversión a los selfies es tan grande como para firmar un pacto de descansillo que podría comprometerla en la próxima junta de vecinos.<br />
<br />
¿Lo más curioso? Con la anterior foto todo el mundo me dijo que no parecía yo y con esta, mis amigas, mis primas, mi novio me han escrito para decirme que salgo muy guapa y que me parezco ¡a mi madre! Eso sí, sin que yo le preguntara a nadie. No os vayáis a pensar que le voy diciendo a la gente: ¿qué te parece mi nueva foto de perfil? De momento, no soy ese tipo de persona. Ha sido espontáneo. ¿Cómo de afortunada soy? <br />
<br />
Que yo tampoco lo entiendo, cambias una puñetera foto de whatsapp en silencio, para dejar de ser la panoli que tiene una foto de estudio en el perfil y mira tú, acabas siendo la panoli de la que todo el mundo opina con mejor o peor adjetivación. Menos mal que tengo el blog para meterme con todos ellos. Sí, sobre todo contigo, mamá. Te la has buscado, y al blog vas.<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
<br />
P.D. Mi madre escribe perfecto castellano, no así el corrector del teléfono que va a su aire y le cambia términos, sin que por ello pierda fuerza su adjetivación.drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com57tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-8852538594723519312014-12-31T01:28:00.002-08:002014-12-31T01:28:29.349-08:002014Este es el año en el que aprendí a hacer alcachofas con jamón. A cortar la cantidad exacta, a quitar las hojas justas, sin miedo a tirar de más. Aprendí a tenerlas 7 minutos de mi olla, no de la mi madre que pide 10, ni los 5 de Arguiñano. Necesité hacerlas 8 veces. Unas veces blandas, otras duras, tiesas, secas, pastosas, casi a punto, duras otra vez, y por fin: perfectas. Feas, no voy a mentir, pero deliciosas.<br />
<br />
Este es el año que comencé como no fumadora y terminaré igual. Mis primeros 365 días sin fumar. Exceptuando medio puro en vacaciones, que claro, no cuenta. Este es el año en el que fumé medio puro en el Caribe y me sentó terriblemente mal a pesar de lo increíblemente bien que me sienta a mí el Caribe.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSykcmOtcSEstzfCghDk1TNgAKUB5s64RwnjKVCtc1KPzX1seut2tH1yNcMUkDNS63C1eWLTYooyh397HWncDbD3QtuCKgpRYsam39AXRGGkcOtSowZ2-GbUACHiikFkqK8gGRWi7pHrk0/s1600/20140713_182739_resized_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSykcmOtcSEstzfCghDk1TNgAKUB5s64RwnjKVCtc1KPzX1seut2tH1yNcMUkDNS63C1eWLTYooyh397HWncDbD3QtuCKgpRYsam39AXRGGkcOtSowZ2-GbUACHiikFkqK8gGRWi7pHrk0/s1600/20140713_182739_resized_1.jpg" height="480" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
En 2014 aprendí a respirar cada seis brazadas y me compré mi primer pull boy. Escuché esta canción miles de veces <a href="https://www.youtube.com/watch?v=k9IfHDi-2EA">https://www.youtube.com/watch?v=k9IfHDi-2EA</a>. Y tres mil esta: <a href="https://www.youtube.com/watch?v=PrEJ5eXva4g">https://www.youtube.com/watch?v=PrEJ5eXva4g</a><br />
<br />
En 2014 leí libros sobre el duelo (El año del pensamiento mágico y Los días azules, de Joan Didion), y también uno de los que más me ha hecho reír: Aventuras y desventuras de chico centella (Gracias <a href="http://www.cosasqmepasan.com/">Molinos</a> por los tres). En 2014 lloré durante un vuelo transoceánico por el hijo de Sergio del Molino en su “La hora violeta”. <br />
<br />
En 2014 comí sopa de nido pájaro pensando que era una metáfora y descubrí que si algo se llama nido de pájaro, parece saliva y tiene textura de saliva, probablemente lo sea. En 2014 vomité en el hotel al leer que lo era. <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgphIZk54qdg48A1j1pRs0b9WrKI7fBEOT5V9VgS-_Xp7kFTBOFUwJLbOlPD81ibOTc_QP1mID_1IDXQgecg9qoNAQufTgidgG3hJ6R3ZkEuZREnQt5ppa7vRLiAv30baJkxioxq9HjVzeF/s1600/IMG-20140308-WA0005+(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgphIZk54qdg48A1j1pRs0b9WrKI7fBEOT5V9VgS-_Xp7kFTBOFUwJLbOlPD81ibOTc_QP1mID_1IDXQgecg9qoNAQufTgidgG3hJ6R3ZkEuZREnQt5ppa7vRLiAv30baJkxioxq9HjVzeF/s1600/IMG-20140308-WA0005+(1).jpg" height="480" width="640" /></a></div>
<br />
<br />
Este es el año que volé en primera en un vuelo largo y entendí porque da menos miedo volar con espacio para tumbarse y barra libre. En 2014 conocí Singapur y tuve una piscina en mi propia villa. Y en 2014 volví a México y fue aún mejor, aún más caliente, azul y picante. <br />
<br />
En 2014 lloré bastante, por encima de mi media sin saber muy bien porqué, incluso por cosas a veces triviales. Me hicieron jefa, en plan oficial, con tarjeta con cargo: directora. Y también hice mi primera trenza rellena de Nutella sin grandes altercados.<br />
<br />
Tuve una gastroenteritis que corrigió algo mis kilos de más por dejar de fumar y me dio por comprarme perfumes raros y caros y olerlo todo sin parar. En 2014 visité por sorpresa a mi madre en la playa y estuve 3 veces en Benidorm. Escribí muy poco y me apunté a clases de inglés por teléfono.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge9gCHm4ABVMAR14N3etKqgJvapI2oNW5GL-YZRHehE9veeZwF7WJX17kNYpAjcbtSVrrXSRb60YAIgAp3h72_5yA6os26nmx8jmy6CtAzh3In64L2mT74Sw8u1pXn413rAgpR_KhrXmrX/s1600/20140825_100051_resized+(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge9gCHm4ABVMAR14N3etKqgJvapI2oNW5GL-YZRHehE9veeZwF7WJX17kNYpAjcbtSVrrXSRb60YAIgAp3h72_5yA6os26nmx8jmy6CtAzh3In64L2mT74Sw8u1pXn413rAgpR_KhrXmrX/s1600/20140825_100051_resized+(1).jpg" height="640" width="480" /></a></div>
<br />
<br />
Monté en carroza por Sevilla y utilicé por primera vez el seguro del móvil que llevo años pagando. Me dieron un teléfono nuevecito gratis. <br />
<br />
Me hice las pruebas de la miopía y decidí quitarme las gafas para siempre y ya tengo fecha para hacerlo. En 2014, estuve en una fiesta en una embajada con súper modelos, actores y diseñadores y me fui de vacaciones con mi hermana unos días por primera vez en años. <br />
<br />
Discutí con una buena amiga y tuve que decir a adiós a dos en el trabajo. Monté una cama de Ikea y conocí a los coatís. Estrené <a href="http://www.comonoserunadramamama.com/2012/04/yo-no-queria.html">el vestido que le quitaba las ganas de vivir a mi madre</a> en una boda. <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmp7OsuKYOT9ONwUaydZkpvrI4rdkb5TcIanwJHRznu_50RRcrijjJAKPXdZ8NsH6WzGjEfSp2j646cH4Ua2ntbpbAt7H1jYDurnBEKna64nN7NxdA2Oa6u1Ai7dhgdpH8M6JDUYsPNuT0/s1600/IMG_20141230_212724.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjmp7OsuKYOT9ONwUaydZkpvrI4rdkb5TcIanwJHRznu_50RRcrijjJAKPXdZ8NsH6WzGjEfSp2j646cH4Ua2ntbpbAt7H1jYDurnBEKna64nN7NxdA2Oa6u1Ai7dhgdpH8M6JDUYsPNuT0/s1600/IMG_20141230_212724.jpg" height="320" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
En 2014 bebí mucho vino dulce blanco y me tocó lo puesto en la lotería de Navidad. Pelé 25 kilos de pimientos del piquillo y me volví a poner pantalones de campana. Celebré un genial sexto aniversario y organicé mi tercera Nochebuena como anfitriona. <br />
<br />
Tomé mucho café y regaliz negro.<br />
<br />
2015. Pórtate bien. <br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>
<br />
<br />
PD. Feliz año lleno de amor, humor, salud y un poco de suerte. drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-17750958398310358382014-11-17T12:25:00.001-08:002014-12-31T01:32:58.268-08:00118. Me van a oír<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWTP5bwCo0KSWMzIpR9E3AE3GA3Oa_DIwqe4GcxDaQPOLwpXIYX6RsQoFIFublB4scjLfwcsFO6nTQ8rEun7qswvcZHGBeFfZsorzDxUnFPgqeSZDjrRHdAinT9MXuLjg_qVmPm-YnJE1K/s1600/carpeta-gomas-azul.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjWTP5bwCo0KSWMzIpR9E3AE3GA3Oa_DIwqe4GcxDaQPOLwpXIYX6RsQoFIFublB4scjLfwcsFO6nTQ8rEun7qswvcZHGBeFfZsorzDxUnFPgqeSZDjrRHdAinT9MXuLjg_qVmPm-YnJE1K/s1600/carpeta-gomas-azul.jpg" height="400" width="313" /></a></div>
Noche, Madrid, octubre de 2014, casa de la nena, llamada rutinaria de control maternal:<br />
- ¿Qué tal nena? ¿Cómo ha ido el día? ¿Hace frío? ¿Has comido? – ésta es mi madre.<br />
- Bien mamá, trabajando y eso.<br />
- ¿Qué es eso? - a ella los pronombres demostrativos no le gustan, no son su estilo.<br />
- Pues lo de siempre: comer, conducir, planchar… Poca novedad.<br />
- Pues anda que no es novedad tú planchando. ¡Para verlo! ¿Te has grabado en vídeo?<br />
- Anda no exageres ¿y tú qué tal el día? ¿Has hecho algo especial?- esta soy yo desviando la atención.<br />
- Bien, bueno, me ha pasado una cosa un poco rarilla. <br />
- ¿El qué?<br />
- Ha venido una mujer de Iberdrola. Yo le he pedido tarjeta de identificación, no te creas, que a ver por qué tenía que creerle, se lo he dicho tal cual. Total que me ha enseñado una tarjeta y me ha dicho que venía a actualizar los datos de la facturación y demás. No sé raro.<br />
- ¿Y se los has dado?<br />
- De entrada no, porque ya le he dicho que yo también me puedo hacer una tarjeta que ponga Iberdrola, bueno, que me la haría mi hija que trabaja en internet, y podría ir por ahí pidiendo el DNI y el número de cuenta a la gente, si quisiera, que no quiero claro. Pero entonces me ha enseñado otros papeles y tenía todos nuestros datos. Y me ha dicho que era como para comprobar la información y actualizar el tipo de contrato y que no tenía ningún coste, que mi factura iba a ser igual. Total, que le he dicho que si mi vecina también lo había hecho y hemos llamado a María Jesús, y bueno, no sé al final se lo he dado. Aunque María Jesús no le ha dado nada porque hace poco le hicieron un lío en Telefónica y está que no se fía. Todo parecía normal pero, chica, tengo la mosca detrás de la oreja.<br />
- A ver, ¿has firmado algo? <br />
- Pues lo de los datos y ha hecho como una fotocopia del DNI en una maquinilla que llevaba… Espera que voy a por el papel que me ha dado.<br />
<br />
Total que me empieza a leer un larguísimo texto que después de 20 gritos, tres relecturas, 4 reinterpretaciones, 15 minutos navegando por internet, un ¡mierda! (que en boca de mi madre suena a apocalipsis) y 4 llamadas a Iberdrola, descubro que le han dado de alta en una especie de seguro del que no le habían informado. Pagas lo mismo el primer año, pero luego no y tenía permanencia. <br />
<br />
Así que trato de explicárselo con toda la suavidad del mundo:<br />
- Te han timado mamá.- sí, los rodeos no son lo mío.<br />
- ¿Que me han timado nena?- silencio- ¡ME HAN TIMADO!¡A mí! ¡Mierda!- (dos mierdas: el fin del mundo está cerca)<br />
- Bueno, tú tranquila. Les he dicho que lo paralicen y tengo que mandar un mail a incidencias exponiendo lo que ha pasado con tus datos y con eso se supone que está. <br />
- De eso nada, mañana mismo a las 8 de la mañana estoy en la oficina de atención al cliente. ¡Me van a oír!<br />
- Mamá, de verdad, estate tranquila que ya lo he solucionado, no hace falta que vayas.<br />
- Que no, que no. Yo quiero que me lo pongan por escrito y que me devuelva el papel que he firmado. <br />
- Bueno, tú veras. - cualquiera la contradice cabreada. Desde luego que el tercer mierda de la noche no iba a ser para mí así que nos despedimos después de preparar toda su argumentación para el día siguiente.<br />
<br />
8 de la mañana. Llamada a las puertas de la oficina de atención al cliente:<br />
- Nena, estoy aquí mismo, en cuanto abran, me van a oír. No sabe esta gente a quién han timado. Los voy a freír a hojas de reclamación. <br />
- Bueno, mamá, por favor, estate tranquila que nos conocemos…<br />
- ¿Tranquila? Te dejo nena que abren. Me van a oír. Estos me van a oír.<br />
<br />
8.10 de la mañana. A las puertas de la oficina de atención al cliente. Ring. Ring.<br />
- ¿Qué ha pasado mamá? ¿Ya te lo han solucionado? No me digas más, ¿te ha echado la policía? <br />
- ¿Qué policía? Que te gusta más un drama nena. Calla, calla… Que he entrado y he pillado a un señor y le he soltado todo el rollo, que lo traigo ensayado, y el señor ahí esperando, que si sois unos mangantes, que os metéis con la gente mayor, que menuda vergüenza, y total que cuando termino mis 10 minutos de charla, me dice el señor que tengo toda la razón del mundo, pero que eso es Telefónica, y que Iberdrola está en el edificio de en frente. <br />
- ¡Jajajaj! ¿Y qué le has dicho? <br />
- Que me había liado pero que entre Iberdrola y Telefónica se llevan el canto de un duro y que a mi vecina María Jesús le han hecho un lío que le han tenido 10 días sin línea. Bueno, te dejo que ahora sí estoy donde atención al cliente. Me van a oír. Estos no saben con quién se han metido. <br />
<br />
8.30 A las puertas de Telefónica. Ring, ring.<br />
- ¿Qué tal ha ido mamá? ¿Qué tan dicho? ¿Has gritado mucho? ¿Y la policía?<br />
- Uy, chica, no sabes qué carácter tiene la de Iberdrola. Menudos gritos me ha metido ella a mí. Pero no te puedes imaginar, qué mala leche la muchacha. Que si ese no es su trabajo, que si además ya estaba anotado en mi ficha que no lo queríamos, que lo había anulado la hija de la propietaria, que no era su responsabilidad y que ella no tenía nada que ver con eso. A grito pelado me lo ha dicho. Que le he contestado que, hombre, algo tendría que ver con una pegatina de Iberdrola en la puerta… Pero chica, menudo carácter, casi me como la pegatina. <br />
- ¿Me estás diciendo que te ha conseguido placar una dependienta?<br />
- Imagínate cómo era. Uyuyuy nena, de verdad que tenía muy mal carácter, como para decirle nada. Está allí la mujer en un rincón porque el resto le debe de tener miedo… Y ha despachado a 5 antes que a mí, dos berridos por persona y para casa. Menuda pieza. ¿De qué te ríes? No le veo la gracia por ningún lado, que eres una sin fundamento. Bueno, te dejo, que voy a explicarle al señor de Telefónica cómo han quedado las cosas, que lo he dejado preocupado. Y me tengo que ir para casa a peinarme el barrio a ver si pillo a la comercial, que como la pille le voy a dar un tirón y me llevo su carpetilla de robar a viejos.- yo casi me atraganto.<br />
- ¿Pero qué dices mamá? No hagas tonterías. A ver si vamos a tener un disgusto.<br />
- Tú tranquila, me acerco por detrás y ni se entera, que soy muy silenciosa cuando quiero. Me ha dicho la panadera que anda por las mañanas en el barrio. Se va a enterar. <br />
- Mamá, por dios, a ver si te caes y te partes la cadera o algo.<br />
- Anda nena, ¿de quién habrás heredado tanto gusto por el drama? No te preocupes, te dejo que estoy en Telefónica. Esta noche te cuento.<br />
<br />
Así que en este momento mi madre ha emprendido una campaña de información del barrio para que nadie caiga en manos de la comercial, que incluye una intensiva vigilancia de todos los portales de la zona oeste, todavía sin timados confesos, y este post bajo su petición con la frase textual de mi madre (y cito): “Pamploneses, cuidado con firmar nada a la puerta de casa, que nunca se sabe”. <br />
<strong></strong><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYTMjOpD5iAyxaMnSfZsaGcJc1x283p5K2D_DzjI0IX1EEYUYIuAjFKVbzJ93LVPOoXzxaxExGIP-GRTAuwsXRnWuFMyV06nD3gs2x7FOKh206nKYQTxLUmfq71QsFw7WDbk-djGq6TFNT/s1600/quintocontenedor.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYTMjOpD5iAyxaMnSfZsaGcJc1x283p5K2D_DzjI0IX1EEYUYIuAjFKVbzJ93LVPOoXzxaxExGIP-GRTAuwsXRnWuFMyV06nD3gs2x7FOKh206nKYQTxLUmfq71QsFw7WDbk-djGq6TFNT/s1600/quintocontenedor.jpg" height="266" width="400" /></a></div>
<strong>Consecuencias</strong><br />
Días después llamaron a puerta de la Mancomunidad para darle una llave para unos nuevos contenedores de orgánico que han puesto en Pamplona, lo que llaman el quinto contenedor. Las amables chicas del ayuntamiento me lo estaban explicando y cuando yo extendí las manos para que me dieran un pequeño recipiente de basura y la llave, no había llegado a tocarlo, cuando la drama mamá apareció por detrás de mí, y sin darnos tiempo ni a entender qué pasaba, cerró de un golpe la puerta al grito de:<br />
- En la puerta de casa ¡NADA! A mí, comunicaciones oficiales por escrito.<br />
<br />
No sé la cara de la chica porque no me dio tiempo a verla, pero la mía incluía el asombro, la vergüenza y cierto gesto de panoli total con los brazos extendidos hacia una puerta cerrada. Estuve así un par de minutos, procesando, porque es verdad que mi madre, cabreada, es rápida. No me gustaría ser la comercial de la carpetilla. Todavía no la ha pillado, ahora, que como la enganche…<br />
<br />
La otra consecuencia es que ahora mi hermana y yo tenemos esperanza y poder. Cada vez que mi madre se pone imposible le decimos:<br />
- ¿A que llamamos a la mujer de atención al cliente de Iberdrola?<br />
<br />
Y a ella le recorre un escalofrío. Solo espero que esa mujer no tenga hijas… Pobrecillas. <br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>
drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com30tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-91021156917817493032014-09-16T11:33:00.002-07:002014-09-16T12:20:57.618-07:00Un día normal<span style="font-family: Calibri;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Hoy es el cumpleaños de Rossy de Palma y hace 3 años que
murió mi padre. Así de absurda es la vida. Alguien le dice felicidades a Rossy
de Palma en Instagram y que le quiere y en cambio a mí me crece una pena enorme.
Una pena difícil de digerir porque hoy, el día que hace 3 años que murió mi padre,
me he levantado a las 7.30 de la mañana. Estaba casi oscuro y un poco fresco a
pesar de que mis ventanas siguen abiertas y duermo sin edredón. Hoy yo no tenía
más sueño ni menos que ayer. Era un sueño normal. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Me he montado en el coche, con otros 100.000 madrileños más
y la M30 iba llena. Ni más ni menos que otros días. He llegado al trabajo y
desayunado el mismo café de todos los días, frío, cortado con hielo. Y he subido
a mi mesa que estaba como ayer, tan anodina y desordenada como cualquier día de
mi vida. He trabajado: las mismas llamadas, las mismas reuniones, las mismas
voces, las mismas portadas, los mismos reportajes.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">He hablado con mi hermana cuando iba a por algo de comer y a
que me diera el aire, un viento todavía cálido en un septiembre que aguanta
como verano. He comido sola un poco a deshora, como tantas veces. Un gazpacho
prefabricado que no estaba mal y algo más. He hablado con alguna compañera
sobre el miedo a volar que tengo y que me sorprendió a los 33 años porque yo
antes no tenía miedo a volar. Chispeaba fuera a pesar del calor. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">He vuelto a currar. Alguna charla normal. Lo de siempre. Alguien
que iba a pasar la ITV y alguien que ha dejado de fumar y que sigue con mono. Varias
llamadas, una noticia, varios mails. Me he montado en el coche y he conducido
con otros 100.000 madrileños hacia casa. En la radio han puesto Manowar y una
canción muy dulce que no conocía. He llegado a casa. Me quitado la ropa para
ponerme un vestido morado de punto con un kimono que utilizo para estar tumbada en
el sofá y no llenarme de pelos de gato. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Me he servido una copa de vino, he cogido el ipad y he
puesto algo de música, la lista de reproducción que oigo desde hace un mes. He
abierto Instagram y he visto que hoy es el cumpleaños de Rossy de Palma. Hoy 16
de septiembre, el día más triste de todos mis calendarios, es su cumpleaños. Y
me he puesto a llorar desconsolada, con angustia, porque yo solo triste no sé
estar. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Porque mientras me arropaba hoy a las 7.30 e intentaba no
levantarme recordaba que he estado soñando toda la noche con mi padre, mi padre
muy enfermo. Y mientras iba en la M30 enfadada con el tráfico pensaba en que a
él siempre le encantó su trabajo, y eso le hizo muy <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>feliz a lo largo de su vida. Y me he tomado el
café recordando que era 16 de septiembre un día de mierda. He trabajado toda la
mañana imaginando cómo estarían mi madre y mi hermana que habrían ido al
cementerio. Si mi madre estaría llorando mucho. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y me han tocado las narices como nunca todas las
estupideces de mi alrededor: los enfados por cosas que no importan, las
discusiones, los territorios, los lugares comunes… Esas cosas que son tan normales
todos los días también en mí. Y he comido sola porque no
tenía muchas ganas de hablar y quería charlar con mi hermana pero no hemos
conseguido decirnos nada porque íbamos a romper a llorar y había que seguir. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Así que me he tomado un gazpacho prefabricado y me he
acordado de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que a mi padre le encantaba
el de mi madre y he intentado ser simpática y disimular mi pena mientras hablábamos del miedo
volar, algo que a mi padre le aterraba y a mí me hacía gracia de pequeña ver
que a tu padre, al mío, le daba miedo una cosa, una sola cosa que le hacía
vulnerable y humano a mis ojos. Y resulta que a los 33 se lo heredé para
sorpresa mía.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y he seguido
trabajando mientras hablaban de dejar de fumar y yo no podía evitar pensar que
él no sabía que yo iba a dejar de fumar alguna vez. Y que le hubiera encantado,
y a mí tanto poder contárselo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Luego he vuelto en el coche y mientras sonaba Manowar me he
sentido molesta de que todo fuera tan jodidamente normal hasta el tiempo
apacible de finales de septiembre, la música de fondo y el cumpleaños de Rossy
de Palma también. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt;">
<span style="font-family: Calibri;">Yo que necesitaba hoy
una tormenta apoteósica, los mil vientos, una tempestad, algo que lo parara
todo, algo que me dejara espacio, tiempo, silencio. Algo que me asegurara que
hoy no es un jodido día normal porque no lo es. Para nada, aunque os lo haya
parecido, hoy es un día mierda, porque es 16 de septiembre, y a las nueve y cuarto de la noche, hace 3 años que murió mi padre.</span></div>
drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com71tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-20374295315057454462014-09-02T23:00:00.001-07:002014-09-02T23:00:44.643-07:00Todos los cigarros buenos (y también los malos)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioSfXntBvHNU_E7fl5ETWwDXCHHvfA7R6BSuEypFSeBhu5Z13l-ns59ksf64IHg3aQCHAXpQfgDvxtd_g1_EK7QV5cxSMu-LE7qbpj_9o-5azI1AoBua7GjFD5HYcVFmpqNrXDWawRIf-Z/s1600/1year.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioSfXntBvHNU_E7fl5ETWwDXCHHvfA7R6BSuEypFSeBhu5Z13l-ns59ksf64IHg3aQCHAXpQfgDvxtd_g1_EK7QV5cxSMu-LE7qbpj_9o-5azI1AoBua7GjFD5HYcVFmpqNrXDWawRIf-Z/s1600/1year.jpg" height="400" width="361" /></a></div>
Hoy, 3 de septiembre, hace 1 año que dejé de fumar y cada uno de esos 365 días me sigo sorprendiendo de no fumar. Es una sorpresa que me da alegría constante porque ni yo misma pensé que podría dejarlo. No lo había intentado nunca y cómo ya expliqué (<a href="http://www.comonoserunadramamama.com/2013/10/112-lo-peor-ya-ha-pasado.html">Consejo 112</a>), todos mis amigos me asociaban al gesto de fumar. Tanto es así, que en mi entorno varias personas lo están intentando dejar bajo la máxima de:
<br />
<br />
- Si Amaya ha podido dejarlo, cualquiera puede.
<br />
<br />
Si eres fumador, tengo una buena noticia para ti: <strong>No es tan jodido como imaginas y todo el mundo puede hacerlo.</strong>
En eso se resume todo. Así de sencillo. No pienso convencerte de que lo dejes, eso es una chorrada. Pero la mayoría de los fumadores, fumamos porque creemos que es peor dejarlo. No es que no te apetezca no fumar. Lo que no te apetece es dejarlo. Lo entiendo porque parece el fin del mundo. Pero no.
<br />
<br />
Yo he fumado con anginas, catarro, vómitos, gastroenteritis e incluso con una resaca de tabaco, que debe de ser lo peor porque solo el aire te raspa en la garganta. Con dolor de muelas, con frío, debajo de la lluvia tapando el cigarro con mi propia mano, muerta de sed en el asfalto de Madrid a 40 grados, a escondidas, tres seguidos al bajar de un avión, tres seguidos antes de subirme y después de una paliza nadando, a pulmón abierto, con esa sensación que te da un cigarro cuando has hecho deporte y llevas rato sin fumar. Todos me los he fumado. También los humillantes: a escondidas en algún baño, el cigarro después de discutir con alguien porque lo que tienes es mono de nicotina, en sitios en los que está prohibido y en mitad de la noche mientras cuidaba a mi padre en el hospital. Esos también me los he fumado, los cigarros más tristes y culpables que recuerdo. <br />
<br />
También me he fumado los otros, los buenos. Al salir del mar con la boca mojada de sal, todos los cigarros después del café del desayuno, los cigarros después de haber hecho algo duro que no me apetecía, esos que te salvan de una situación incómoda, los que he compartido con compañeros de trabajo que han acabado siendo amigos gracias a esos momentos, los cigarros después del vino y los cigarros de copas, cigarros bailando, o conduciendo con buena música, cuando se termina una novela que te gusta, o sales de ver una buena peli en el cine, los cigarros al bajar del telesilla, justo antes de un buen descenso, los cigarros de concierto, de vermut con los amigos, y los de descanso en la biblioteca. Al salir de trabajar o los de las buenas noticias.
<br />
<br />
Me los he fumado todos pero espero no volver a fumar ni uno, porque los cigarros al salir del mar no existen sin los cigarros con anginas. Esa es la faena. Sin tener que tener siempre tabaco encima, sin esas ganas constantes, sin gestionar mono, sin depender. Y no me merece la pena.
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5cYd2-3zNE7QB1yUYr914yhMEOCK777JTLXseZ7DUrfbl4xKhKZ-rGH9xAkyVWwT5XCQSKmz0RM6gfofebpZKOZthRZbzPYtb4UndzGi5oBzezOh8QddDD7ZVEMhqwaQ24ApWrvfT0cHH/s1600/1yearcelebration.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh5cYd2-3zNE7QB1yUYr914yhMEOCK777JTLXseZ7DUrfbl4xKhKZ-rGH9xAkyVWwT5XCQSKmz0RM6gfofebpZKOZthRZbzPYtb4UndzGi5oBzezOh8QddDD7ZVEMhqwaQ24ApWrvfT0cHH/s1600/1yearcelebration.jpg" height="400" width="367" /></a></div>
<br />
Parece imposible dejarlo, nunca es buen momento, siempre es mejor mañana, no quieres discutir con tu pareja, en tu curro, tener ansiedad, no quieres engordar,tener insomnio, no quieres sufrir. Lo entiendo, pero estate tranquilo, un día te hartarás y por fin estarás un día entero sin fumar, y luego otro, y luego otro. Puede que caigas pero por lo menos sabrás que puedes estar 24 horas sin fumar, 48, 72 horas o 365 días. Y eso ya es mucho. Porque te parece que eliges fumar, pero siendo fumador no es así. La libertad es no fumar. <br />
<br />
<br />
<strong>No es tan jodido como imaginas y puedes hacerlo.</strong>
Y aunque no lo creas, llega un día en que no piensas en fumar en 24 horas. No te apetece. No lo echas de menos y ¿sabes? El café sigue estando muy bueno, las copas te sientan mejor y nadar en el mar sigue siendo la leche.
<br />
<br />
Y, ya sabes, si Amaya ha podido, cualquiera puede.
<br />
<br />
PD. ¡Aúpa Silvia! Que ya has pasado lo peor ;-)<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com30tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-74014105809150926262014-08-27T12:13:00.002-07:002014-08-27T13:51:46.214-07:00117. Te distraes con una mosca que no pasa<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8nJA2OmzcP1rYjUhUpSGMKO-iy6ubQ336SfrkiBDwC6cgvB3KbCZpOjMXLkIRqSE1QV9wc-UK0rNsTZJtwf17yC7NX5vDBiYzusPR18k5fjILGG77U_gE831zRc2Dn-9VMB-mO_kTfhon/s1600/papelerapapeles.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8nJA2OmzcP1rYjUhUpSGMKO-iy6ubQ336SfrkiBDwC6cgvB3KbCZpOjMXLkIRqSE1QV9wc-UK0rNsTZJtwf17yC7NX5vDBiYzusPR18k5fjILGG77U_gE831zRc2Dn-9VMB-mO_kTfhon/s1600/papelerapapeles.jpg" height="400" width="400" /></a></div>
Me estaba costando escribir. Paso temporadas en blanco pero antes no tenía un blog así que lo notaba menos aunque siempre me ha frustrado ese vacío. Solo no me importa cuando estoy leyendo mucho. Hasta el mes pasado era el caso, pero ahora ando estancada también con la lectura. Así que muchas tardes me siento con el ordenador a escribir forzada pero siempre consigo hacer algo que me distraiga.<br />
<br />
- Actualizar el ordenador. Sí apasionante, y me quedo mirando cómo avanza la barrita de estatus. Luego le paso el antivirus. Otra barrita. Me ordeno el escritorio. Hago figuras geométricas con los iconos. Repaso fotos antiguas...Tiempo invertido: 3 horas. Ya siento como si hubiera hecho algo. Mañana será otro día.<br />
<br />
- Sacar a pasear al gato al descansillo. Sí, más apasionante aún. Para el gato y para mí que me mira como alucinado. ¿Por qué te sientas ahí? ¿A qué huele este suelo? Esta esquina es mía (se frota) ¿Me puedo comer estas plantas? Tu pierna es mía (se frota) ¿Qué es este invento que sube o baja y que me lleva a otra habitación que es igual que nuestra casa pero de donde sale un señor con barba? Este señor es mío (se frota) ¿Por qué la casa del señor con barba no es como la nuestra? ¿Me puedo comer todas sus plantas? Este señor es mío (se frota otra vez) Perturbador para el vecino. Tiempo invertido 2 horas, dos arañazos y 35 disculpas. <br />
<br />
- Mirar los árboles de mi ventana. Sacarles fotos. Intentar postearlas en Instagram. La cámara no capta la exacta y antigua belleza de mis plátanos de paseo, ni el olor perfecto de los tilos. Extasiarme. Emocionarme. Poner música. Una copa de vino. Más vino. Más música. Más tilos. Más plátanos y más fotos que no me gustan. Tiempo invertido: 5 horas por la tarde noche y 4 de resaca por la mañana. Balance general: deficitario.<br />
<br />
- Comer. Ahora unas olivas. Ummm creo que tengo parmesano. ¿Qué tristón es un queso sin vino? ¿Y sin pan? Bajar a por pan. Comprar pan, empanada, dos cuñas de queso, patatas fritas, galletas. Chocolate no porque si compro me lo como. Comer más olivas, y queso con cualquier forma: untado, blando, fresco, gratinado, curado. Un poco de vino. Buscar en Google el mejor queso del mundo, el más comido, el más vendido, el más caro... ¿Chocolate? Seguro que tengo algo de chocolate en algún maldito lugar de esta casa. Tiempo invertido: 5 horas. Balance: empacho.<br />
<br />
- Pintarme las uñas. De las manos primero. Despintarlas porque me he salido por todos los lados porque en realidad me muerdo las uñas. Pintarme las de los pies mientras se secan la de las manos. Sin querer, manchar algo del sofá y estropearme la manicura. Despintarlas y volver a empezar en un bucle del que nunca consigo salir hasta que caigo medio adormilada por exceso de acetona. Tiempo invertido: mucho. Incluido un medio desmayo. Balance: una manicura de llorar. Como si hubiera metido las manos en cubos de esmalte de color rojo sangre. La pedicura decente. Aunque no sé si es porque los pies me los veo de más lejos y disfruto de unas brumosas 5 dioptrías.<br />
<br />
- Hacer ejercicio. Sentadillas, dos.. Apretar la tripa mucho metiéndola para dentro. Hacer abdominales tumbada en el sofá. Correr en el sitio. Me quedo sin aliento. Intentar hacer el spagat. Llorar. Unas flexiones. Vale, llego a las rodillas. Llorar más. Levantar las piernas como intentando hacer un pino inverso. Lumbago. ¿Dónde tengo el voltaren? Buscar en los cajones de las medicinas y encontrar chocolate. Felicidad y cierta perturbación. Tiempo invertido: 1 hora. Balance: cero palabras, he quemado 15 calorías y me he comido una tableta de chocolate relleno de dulce de leche (Miniconsejo: ¡no lo probéis! Os lo coméis seguro). En mi línea. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifANe574uyIsrJlFAWBPMS80dK5zpICBdHve2cEEWoVaBU0tY_gdHwY3UwjWQI4yl60xRiOGA5kUii0HxJ1EZ3tD_x8tNjMOmn0bxzFweaz-Tdkh7cFahz5VtWmZ_dxMj3bGTkmj2eW4Um/s1600/chocolate-nestle-dulce-de-leche.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEifANe574uyIsrJlFAWBPMS80dK5zpICBdHve2cEEWoVaBU0tY_gdHwY3UwjWQI4yl60xRiOGA5kUii0HxJ1EZ3tD_x8tNjMOmn0bxzFweaz-Tdkh7cFahz5VtWmZ_dxMj3bGTkmj2eW4Um/s1600/chocolate-nestle-dulce-de-leche.jpg" height="400" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
- Navegar en internet. Tiempo invertido: ¿en serio creéis que voy a confesar algo así? Digamos que las horas suman días, los días suman meses...<br />
<br />
- Cocinar: jajajaja. Es que me da risa según lo digo. Vamos, un gazpacho pocho, o un tabulé amargo. Nada que una persona normal llame cocinar. Tiempo invertido: siempre demasiado para el resultado conseguido.<br />
<br />
Balance general. Alto índice de procrastinación (¡coño! casi no lo escribo), alimentación desequilibrada, ciertos vicios recurrentes, unos abdominales de mierda y un eco maternal que dice al fondo: "Nena, te distraes con una mosca que no pasa". Y anda que no me revienta que mi madre tenga razón. <br />
<br />
Al menos, he sacado un post. <br />
<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com23tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-75861676011306553982014-08-18T10:17:00.000-07:002014-08-18T10:17:04.290-07:00Las ofertas, las madres y los dones<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb95cE1Fr5tfpyfJFNVyWvPKYZeqeCLuMkJr7NukOcyMot18Xtf5euIOR3hvr8UJutmde3szZ2BsJutPDOKL3YYeRtrSH40GEnFrx6L7-M95-zKjxtEDGt6qrUIGvmZg2q-czRz41OAxyK/s1600/nino-hablando-por-telefono.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb95cE1Fr5tfpyfJFNVyWvPKYZeqeCLuMkJr7NukOcyMot18Xtf5euIOR3hvr8UJutmde3szZ2BsJutPDOKL3YYeRtrSH40GEnFrx6L7-M95-zKjxtEDGt6qrUIGvmZg2q-czRz41OAxyK/s1600/nino-hablando-por-telefono.jpg" height="238" width="320" /></a></div>
Las ofertas no son lo mío. Es más si, por ejemplo, hacen un 50 por ciento de descuento en, pongamos, mesas de jardín, según llego yo a la tienda y pregunto, lo quitan. Es más, es que a veces he visto al tendero retirar el cartel al entrar yo. Menos mal que no tengo jardín donde poner la dichosa mesa.<br />
<br />
Bueno, pues este don para que los precios suban es justo el contrario que tienen las drama mamás, y en especial la mía. Una drama mamá detecta una oferta a kilómetros a la redonda. Parece que las huele. <br />
<br />
Para empezar, una drama mamá tiene un control del buzoneo que ríete tú de cualquier sistemas de archivado de fichas de la Biblioteca Nacional. A lo que se suma una memoria visual cercana a ser un súper poder. Que vas tú por el súper y al ir a coger una caja de galletas de 2.20, se tensa y parece como si una alarma saltara en su interior, se le entornan las cejas y empieza a rumiar: “Yo he visto esa caja antes”. Y por su mente empiezan a sucederse imágenes de folletos: “2.25, 2.50, 2.43… ¡1.99!!!! En el Eroski están a 1.99 euros”: <br />
- Déjalo, nena, que he visto que en el Eroski están 21 céntimos más baratas.<br />
- Pero no vamos a ir hasta allí por 20 céntimos mamá…<br />
- Claro que vamos a ir. Uy que si vamos a ir… Y he dicho 21 céntimos. Además tranquila que habrá más cosas que comprar.<br />
<br />
Ella tiene el don de recordar ofertas y yo la habilidad de dormir mucho. Curioso reparto. Sobre todo si nos pones como madre e hija, que igual justo al contrario hubiera funcionado. Es decir, si ella durmiera mucho y yo recordara todo, igual así sí tenía algún sentido. Como ahora, no. Eso os lo digo.<br />
<br />
Ella también tiene el don de que los precios bajen y yo de que suban. Por lo que siempre hacemos una pareja curiosa de compras. Somos el jodido yin y yang de la vida consumista. Yo tengo que concentrarme para distinguir un calabacín de un pepino y ella a un kilómetro de distancia sabe si un tomate está a punto de madurar. Y los melones no tiene ni que tocarlos para saber si te van a repetir. Que si lo valoras así, a grandes rasgos, está claro que mi madre está mucho más preparada para la vida que yo. Las cosas como son. A no ser que haya que hibernar durante un año, entonces será otra cosa y yo seré le puñetera reina del mambo. <br />
<br />
De momento no. Yo odio comprar. Ella lo adora y no entiende por qué yo lo odio. Y me arrastra por supermercados y tiendas quejándome en una eterna letanía: “qué más darán 20 céntimos, no necesito eso, no me gusta, no quiero, vámonos ya, que más darán 21 céntimos”. Y así en un bucle infinito en el que yo doy mucha pena. <br />
<br />
Pero se ve que para compensar algunas de mis, digamos, carencias como hija o ser humano, la vida le dio a mi madre otra hija: paciente, observadora, que distingue los pepinos de los calabacines sin pensarlo, y que le gusta ir de tiendas. Equilibrio divino. <br />
<br />
Eso no evita que de vez en cuando vengan las dos a verme a Madrid y me arrastren por cualquier comercio como un alma en pena que solo busca un sitio donde sentarse en los probadores. Aunque no siempre hay probadores porque ellas sienten interés por cualquier tienda. Cualquiera. Son capaces de pararse en un escaparate de embragues y de preguntar por sus cualidades si ven uno de oferta. Que pensaréis que soy una exagerada, puede. Duermo mucho, compro mal y exagero. Sí, menos mal que soy simpatiquísima… <br />
<br />
Bueno, pues imaginaros si mi madre controla el tema del buzoneo y de las ofertas, que después de estar mirando coches durante más de un año, el suyo lo compró por un folleto del MediaMarkt. Sí. Mi madre se compró un coche en una tienda de electrodomésticos. ¡Que exagerada eres Amaya! ¡Una locura de exagerada! ¡JA! El coche de mi madre es negro, con el interior rojo, por una puñetera oferta que lanzó el MediaMarkt y ella lo vio ahí, en su buzón. “OFERTA: tantas mil más barato, tenemos 50, me los quitan de las manos, única oportunidad, yo no soy tonto”. Y, mira, los mil paseos a los concesionarios, las valoraciones, comparaciones, búsquedas en internet, foros, y experiencias de profesionales del coche, nada de eso, pudo más que la oferta. <br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: right;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpsxBSJSvpc4gF9hmShjvLwoS-1pBTxDvPGINrUqUCmhyphenhyphenL9BtVkmps-6N8bhg8PzMUgH7OJA4hv9KIpaH-3htDSKIu3pgFaceQwkkBLH8WX0-cdDtMfburPnxmBYaMkAuzPcPlADbDg9Vd/s1600/maxresdefault.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpsxBSJSvpc4gF9hmShjvLwoS-1pBTxDvPGINrUqUCmhyphenhyphenL9BtVkmps-6N8bhg8PzMUgH7OJA4hv9KIpaH-3htDSKIu3pgFaceQwkkBLH8WX0-cdDtMfburPnxmBYaMkAuzPcPlADbDg9Vd/s1600/maxresdefault.jpg" height="179" width="320" /></a><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9uNJU5WeqPpYJpTw3dHW0UaVIKiDWMjCqOuQR0AbYA-OGBB8s23EiLPRH42E6VrhC32x_X-ZzHGFTjIxV_qgUmlB_COW0Sf5qo36J64ncPa1HvauwgVAsLks_CScA0xS1xVY9dAsalJsT/s1600/fiat-pandamediamarkt-2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9uNJU5WeqPpYJpTw3dHW0UaVIKiDWMjCqOuQR0AbYA-OGBB8s23EiLPRH42E6VrhC32x_X-ZzHGFTjIxV_qgUmlB_COW0Sf5qo36J64ncPa1HvauwgVAsLks_CScA0xS1xVY9dAsalJsT/s1600/fiat-pandamediamarkt-2.jpg" height="320" width="224" /></a></div>
<br />
<br />
Y está encantada, no te creas. No lo oculta ni nada. Que hay gente que igual le daba palo, pero no, al contrario. El otro día fue a comprarse un smartphone con un folleto recortado. Entraron mi hermana y ella en la tienda, se lo enseñaron al tipo, y comprobaron que todo era según la oferta:<br />
<br />
- Queremos este modelo, a este precio, con esta tarifa- dijo mi hermana. Porque mi madre es buena comprando melones pero para la tecnología todavía necesita personal shopper, a pesar de que la oferta y el folleto eran suyos.<br />
- ¡Qué maravilla!- le dijo el tipo- Si vienen con todo preparado, así da gusto.<br />
- Es que yo el buzoneo lo tengo más que controlado- le dijo mi madre orgullosa.- Hasta un coche me he comprado así.- Más orgullosa aún.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6hFmrXBPaQ-nWU4xVto9ww-oQjwsHJI_zHLVSHvZjB11MMa36SDTy3VknUkw565Q0TTAgeEPK9QKOOBosTjXENNtMj1MlOCR4nc7i64xAnp8NgNqrT-Drdai-HYda9ZwxR2yrbtsScqA8/s1600/nina-habalando-tlf.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6hFmrXBPaQ-nWU4xVto9ww-oQjwsHJI_zHLVSHvZjB11MMa36SDTy3VknUkw565Q0TTAgeEPK9QKOOBosTjXENNtMj1MlOCR4nc7i64xAnp8NgNqrT-Drdai-HYda9ZwxR2yrbtsScqA8/s1600/nina-habalando-tlf.jpg" /></a></div>
<br />
Y todo esto a qué viene. Se os ha pasado un pequeño detalle. Entre pepinos, compras, embragues y dones. Una menudencia de nada: mi madre tiene un smartphone. Es decir mi madre tiene whatsapp… Esto viene a que a mí se me ha quitado el sueño de golpe porque mi hermana es su personal shopper preferida pero yo soy su asistencia técnica (y vivo a 400 kilómetros): <br />
- A ver mamá, no has podido borrar todos los contactos.<br />
- Que te digo que sí, nena, antes estaban y ahora no están. No están. Si ya sabía que era un error esto. Y menos mal que me has llamado, que si no ¿qué hago? ¡Incomunicada!<br />
- No exageres, hombre, que tienes el fijo. A ver dime qué ves en la pantalla.<br />
- Veo una maleta.<br />
- ¿Una maleta? No puede ser. No hay nada que tenga forma de maleta. <br />
- Es una maleta con un círculo y un señor pequeño. Hombre qué sí es. Te diré yo. Lo que no veo son los contactos.<br />
- Mamá, estate tranquila que seguro que no estás en la pantalla adecuada, o igual has borrado el acceso directo que es como un atajo, pero los contactos están.<br />
- Que me dejes de atajos, ¿qué hago con esta maleta? ¿La llevo a algún lado? <br />
- Ay mamá, que no sé qué ves. En mi móvil no hay nada que se parezca a una maleta con un señor. ¿Qué más ves?<br />
- Permitir actualización de y puntos suspensivos. Nena yo no quiero permitir nada ¿eh? Que luego se saben mi vida. Yo quiero llamar y colgar. Y un mensaje de esos con fotos y ya está. Que además me llega un whastapp y no suena. Yo creo que el mío no funciona.<br />
- Si funciona mamá, te sale un símbolo que es como un bocadillo con un teléfono dentro. Y eso es que tienes un mensaje sin leer.<br />
- El mío está roto. A mí me sale una maleta. Así como te lo digo. Bueno, te dejo que las tecnologías me dejan agotada. Mañana seguimos.<br />
<br />
Total, toda la noche con pesadillas en las que yo trabajaba en el servicio técnico de una frutería y me daban maletas para llevar melones que no cabían. No he pegado ni ojo. Para un don que tenía…
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com39tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-85557257651883254872014-06-26T12:18:00.004-07:002014-06-26T14:08:11.072-07:00116. Para presumir hay que sufrir<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdS1iUbFLdhJHnC545fKRMZgXThS02TZdKB2adY1I5-3yQ3gUs_o0fuz51BVT877rwjaODd0QShHBKWB41C5aTyxpR7nAXXI7VGF_iuRMN-Kehyphenhyphene7kU3uWSNyVqZBPao3WD3v52ItSYtzH/s1600/mas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdS1iUbFLdhJHnC545fKRMZgXThS02TZdKB2adY1I5-3yQ3gUs_o0fuz51BVT877rwjaODd0QShHBKWB41C5aTyxpR7nAXXI7VGF_iuRMN-Kehyphenhyphene7kU3uWSNyVqZBPao3WD3v52ItSYtzH/s1600/mas.jpg" height="400" width="287" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.ilovedoodle.com/">Ilovedoodle.com</a></td></tr>
</tbody></table>
Yo tengo tres lunares importantes en mi vida. Uno en el ojo derecho, justo en el párpado inferior que solo se nota si me miras de cerca. Otro en la pierna, en mitad del muslo, en la parte trasera de mi pierna derecha, del tamaño de un limón pequeño. Y otro, muy raro, con forma de semicírculo en la planta del pie izquierdo. Son tres lunares raros. Luego tengo pecas secundarias, pecas comunes, o lunares en los que nadie se fijaría, lunares de reparto.<br />
<br />
Pero mis tres protagonistas lo han sido mucho en mi vida. El pequeño del ojo es el lunar que todo el mundo me quiere limpiar, es el lunar sucio. Desde pequeña, cuando hablaba con alguien que me acaba de conocer siempre me dice: “Tienes algo negro debajo del ojo” o “Se te ha corrido el maquillaje ahí”.<br />
Cuando no era alguien más atrevido que iba directamente a frotarme el ojo y con sorpresa descubría mi primer lunar. <br />
<br />
El de la pierna es grande. Algo más grande que un albaricoque, algo más pequeño que un limón. Es liso, con una textura similar a la piel de la pierna y del color de la Coca Cola. Sin lugar a dudas, ha sido de mis tres lunares el más protagonista. Me paraban en la playa las madres para verlo, los niños para tocarlo y siendo más adulta, he visto como en el metro me miran fijamente el lunar, por no mencionar, que uno de los piropos que más veces me han dicho en mi vida (siempre llevando una falda corta) ha sido: “Antojo”.<br />
<br />
Mi tercer lunar es discreto porque no le enseñas la planta del pie a mucha gente, pero es tan raro, que los pocos que lo ven no pueden evitar preguntar: “¿Qué tienes ahí?” Y luego tocarlo. Es negro como el regaliz y redondo y abultado como una lenteja aunque el triple de grande.<br />
Yo he odiado mis lunares. Me ha costado años, tiempo y madurez darme cuenta que mis tres lunares me pertenecen y me definen, que vengo con tatuajes de serie y que son parte de lo que me hace ser yo misma. Pero yo siempre he querido ser normal. Desde pequeña quería ser muy normal y pensaba que si me quitaba esa piel, debajo, habría piel normal. Así que me los rascaba a ver si desaparecían. <br />
<br />
Cuando tuve más edad para entender que eso era una sandez, y una locura, me dediqué a ocultarlos. Nunca llevaba una falda más corta que el lunar de mi pierna, y me pintaba los ojos por debajo, de manera que al difuminar el eyeliner no se distinguía mi primer lunar, y en la playa o simplemente probándome unos zapatos, giraba la planta del pie para que no se viera. Y todo ese tiempo, pensé que cuando fuera mayor, me los quitaría. <br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ_n0ByTjqkTvrSasg8JwAl5ME36wz10_dllFVrG6doHQUKO5jb_VuppZwzm4k4jz4xG3-5uCWO4buxYi4HbXFT9j8cUU6dq5HMDFRg33StnP8NYnIC7mBGTO4rYN8MOXs8Y65rqW3-Xmh/s1600/doodle.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJ_n0ByTjqkTvrSasg8JwAl5ME36wz10_dllFVrG6doHQUKO5jb_VuppZwzm4k4jz4xG3-5uCWO4buxYi4HbXFT9j8cUU6dq5HMDFRg33StnP8NYnIC7mBGTO4rYN8MOXs8Y65rqW3-Xmh/s1600/doodle.jpg" height="566" width="640" /></a></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
No recuerdo bien en qué momento, fuimos a un médico para que me contara las posibilidades y él, con el apoyo de mi madre imagino, me dijo que tenían que quitarme un trozo de carne del culo para cubrirme el hueco que me dejaría el lunar de la pierna. Y que, por supuesto, si no había ningún problema de salud con ellos, él me recomendaba no quitármelos, vigilarlos cada cierto tiempo, y ponerme faldas cortas para lucir un tatuaje que, por suerte para mí, yo traía de serie. Mi propia marca personal. Al salir de aquella consulta mi madre me dijo esa frase que tantas mujeres hemos oído: “Ya sabes nena, para presumir, hay que sufrir”.<br />
No sé cómo cambió mi cabeza pero cambió. Empecé a ponerme faldas, y a no pintarme los ojos y una gitana a la que le debo mucho me dijo en una playa que el lunar de mi planta izquierda es un símbolo de buena suerte.<br />
Mis tres lunares me gustan. Si ahora me dijeran que por salud tengo que quitarme alguno, me darían un disgusto porque yo soy mis tres lunares: mi ojo sucio, mi limón de cocacola y media luna en el pie. Todo depende de cómo te cuentes tu historia.<br />
<br />
<br />
Para presumir no hay que sufrir. Para presumir hay que saber que eres grande, único, divertido, que nada importa tanto, que la celulitis es normal, es común, que tu vida no va a ir mejor por tener 10 arrugas menos, ni 5 kilos menos. Que ni siquiera estás más guapa por tener los brazos tersos o unas piernas delgadas y largas. Que los cuerpos tienen pelo y tenemos granos, y canas, y el culo caído. Que las manos y los pies bonitos no existen, que tener algo de grasa en la barriga es más común que no tenerla. Pero sobre todo, lo que no es normal es que haya que sufrir por nada de esto, si no tiene que ver con la salud. <br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ0DrcvU952kX11sa3ZuKPIO2WaYN6W912grfBusTkEk9osB8PA-A9_gIAPBYcDlq1Mx4tiXfhGq4AHEkrUfS87P4uDuhC6CfBVcWZIupoQ1DWfRPrxnOUXc24ZqVRA2yt4vcGnstrCefe/s1600/heng-swee-lim.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ0DrcvU952kX11sa3ZuKPIO2WaYN6W912grfBusTkEk9osB8PA-A9_gIAPBYcDlq1Mx4tiXfhGq4AHEkrUfS87P4uDuhC6CfBVcWZIupoQ1DWfRPrxnOUXc24ZqVRA2yt4vcGnstrCefe/s1600/heng-swee-lim.jpg" height="640" width="453" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.ilovedoodle.com/">Ilovedoole.com</a></td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
Estoy cansada de oír a las mujeres, a las delgadas y a las gordas, lo a gusto que se comerían tal o cual tarta, a mujeres que no se ponen una sandalia sin hacerse la pedicura y aún y todo no paran de repetir que tienen los pies horribles, a mujeres completamente en forma que se preocupan porque no están tan prietas como hace dos meses, a las mujeres que buscan tener un hueco entre los muslos o un clavícula bonita. Mujeres jóvenes que solo cenan pavo y mujeres de 60 años que arrepienten de cada bombón, las que se quejan de que les cuelga un centímetro de grasa por encima de las rodillas, y las delgadísimas intentando pelear con una celulitis casi invisible, o muy visible, ¿qué más da? <br />
<br />
Estoy cansada de mí, controlando todo lo que como después de haber engordado 5 kilos al dejar de fumar. No es tan importante porque es solo estética. Todos queremos vernos bien pero ¿sufrir para ello?<br />
<br />
Esto no debería ser así, coño, esto debería ser divertido porque si yo he amado mis tres lunares, cualquiera lo puede hacer. Para presumir, hay que quererse y divertirse. <br />
<br />
Todo lo que salga de ahí es un castigo, mujeres, que no merecemos. <br />
<br />
<strong>Excepciones para utilizarlo con mis posibles futuros hijos:</strong><br />
Ninguna. ¡A la hoguera!<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>
<br />
<br />
PD. Sí, imagino que los hombres tienen sus ruinas. Seguro que algún hombre puede escribir en su blog un post súper interesante al respecto.drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com36tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-67151407319310505672014-05-26T11:46:00.000-07:002014-05-26T11:46:02.494-07:00115. Vas a llegar tarde<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0cV0b9CODsi57oGGe63IgSkc7tqQ_jpelqnej3h11dvUXHdfiAtnr1JoEu8Q9sLTgVKbis3kdLqBJOoanzz7TmLO3FIx-Pfv4NWt76DfuY0aN0rHBlGZfPBKVNGMPvFJoU0pika0B_Nie/s1600/conejo-alicia.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0cV0b9CODsi57oGGe63IgSkc7tqQ_jpelqnej3h11dvUXHdfiAtnr1JoEu8Q9sLTgVKbis3kdLqBJOoanzz7TmLO3FIx-Pfv4NWt76DfuY0aN0rHBlGZfPBKVNGMPvFJoU0pika0B_Nie/s1600/conejo-alicia.jpg" height="268" width="320" /></a></div>
<div>
Normalmente esta frase venía acompañada de una cifra al azar.</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nena, son las 8 y media, vas a llegar tarde.</div>
<div>
Digo al azar, porque nunca coincidía con el tiempo de los relojes, al menos no con todos los que tenía a mi alrededor. Ni con el de la cocina, ni con el mío, la radio se equivocaba y el reloj del coche también. Solo el reloj de muñeca de mi madre daba bien la hora a la que yo iba a llegar tarde.<br />
</div>
<div>
<strong>Cuándo utilizaba la frase:</strong></div>
<div>
Pues casi todos los días y diseminada en diferentes franjas horarias. Modo spam maternal.<br />
<br />
Todo comenzaba a primera hora:</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nena levanta que son las 7 y media. ¡Vas a llegar tarde!</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nena, levanta que son las 8 menos cuarto. ¡Vas a llegar tarde!</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¡¡¡¡Nena, levanta que son las 8!!!! ¡Vas a llegar tarde! Levanta o te levanto, que va a ser peor.</div>
<div>
<br />
Frase mágica: “va a ser peor” y niña lista y receptiva a las frases mágicas. ¿Resultado? Me levantaba.<br />
</div>
<div>
En la ducha:</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Sal ya que son las 8 y cuarto ¡Vas a llegar tarde!</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Que salgas de una vez que son las 8 y media y tienes que desayunar. ¡Vas a llegar tarde!</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nena, que son las 8 y viente, y te aseguro que sin desayunar no te vas a ir. Antes te hago llegar de una patada en el culo.</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¿No erán las y media hace un rato?</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>¿Encima con ganas de discuctir? Como no salgas ya, te enteras, que vas a llegar tarde.</div>
<div>
<br />
Desayunando:</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Date garbo con esa leche, que te quedan 5 minutos. </div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Nena, me estás cansando ya y mira que son solo las 8 y diez.</div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Pero mamá ¿no habías dicho que eran las 8 y media? </div>
<div>
-<span class="Apple-tab-span" style="white-space: pre;"> </span>Que y media ni que ocho cuartos. Que te des vida, nena, que ¡vas a llegar tarde!</div>
<div>
<br />
Total que salía de casa en un estado de estrés, corriendo, arrastraba la mochila y llegaba sin aliento a clase donde el reloj ponía: 8.25</div>
<div>
<br />
El proceso se repetía al mediodía en una imposible consecución de horarios en los que:</div>
<div>
A las 3:10 eran y veinte, a las 3:15 eran y media, a las 3:20 eran y media, a las 3:25 eran y media.y a las 3:30 eran menos veinticinco. Y cuando llegaba a clase eran mágicamente las 3 y cuarto.</div>
<div>
<br /></div>
<div>
Por la noche, el horario cambiaba y pasaba a ser el “son o no son" horas. Estás no son horas de jugar, ya es hora de cenar, no son horas de llamar por teléfono, es hora de lavarse los dientes, no son horas de ver la tele, ya es hora de estar dormida que son las 12.00 de la noche, es decir, las 10 y media. <br />
Puñetero reloj atómico maternal. <br />
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRk_XdfWsEXJGTeqKetEmmMA9BxrE7Fo6k0Kgf8XTxNL0czDiFGDe8S7uxe6I2Z1suUODmxP2xHe9TrHUptPwNVr-PgW3g7N7YUgaGXS3H_3KuuHj94RAySu-Rlw3xUeg1mC1K68ERUKSZ/s1600/conejo-alicia-maravillas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRk_XdfWsEXJGTeqKetEmmMA9BxrE7Fo6k0Kgf8XTxNL0czDiFGDe8S7uxe6I2Z1suUODmxP2xHe9TrHUptPwNVr-PgW3g7N7YUgaGXS3H_3KuuHj94RAySu-Rlw3xUeg1mC1K68ERUKSZ/s1600/conejo-alicia-maravillas.jpg" height="320" width="400" /></a></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<br /></div>
<div>
<b>Consecuencias del consejo:</b></div>
<div>
<br /></div>
<div>
No llevo reloj. Me confunde, nunca termino de creerme el tiempo y juego a que cambia. Cinco minutos más y cierro el ordenador. Diez minutos más y me voy a la cama… Y en los atascos miro con intensidad el reloj a ver si se atrasa. Así ando, desubicada.<br />
</div>
<div>
No creo en el tiempo. Es variable, caprichoso. Cuando era pequeña en cinco minutos me daba tiempo a despertarme, vestirme, ducharme y desayunar según el reloj atómico de mi madre. He intentado reproducirlo de mayor y mi record está en 12 minutos desde que suena el despertador hasta que salgo por la puerta, eso sí a punto del colapso y a falta de una lentilla. Bastante rápido pero muy poco práctico. Andar por la calle con un ojo guiñado es algo poco recomendable para alguien justo de psicomotricidad. </div>
<div>
<br />
Conceptos puntualidad británica y reloj suizo infravalorados. Lo complicado es ajustarse con el reloj de mi madre.<br />
<br />
Falta de atención el mirar la hora. Según la miro, olvido qué hora es. Y así en un bucle infinito en el que siempre llego tarde. O al menos, siento que llego tarde. Da igual que salga con tiempo o no, siempre voy a toda pastilla, y mirando para atrás, por si me he dejado la mochila… </div>
<div>
<b>Excepciones para utilizarlo con mis posibles futuros hijos:</b></div>
<div>
¡Todas! ¡Vamos a llegar tarde seguro! </div>
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>
<br />
<div>
<br />
<strong>P.D. </strong> Éste post va por Luken, que dice que es mi fan número 1 a los 13 años, y me ha recordado cómo funciona el reloj de las drama mamás. </div>
<div>
<br /></div>
drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com40tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-58679943234077512412014-04-29T12:28:00.001-07:002014-04-29T14:23:54.883-07:00El fin del mundo va a llegar<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEVkacnmet0UCgDRWIo6XeOyEtgiE9Px2Lb9EOP23hn6aymb3HmXxKkAXZjV1VY3jnwBdGHN7Tp_wYAyU4W6tLKw06fqrcMjLLmqWBL2Qm3MXQrTkYio7E0R79a8zMe2MPULEyjv1bvpvG/s1600/eldiademanana.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEVkacnmet0UCgDRWIo6XeOyEtgiE9Px2Lb9EOP23hn6aymb3HmXxKkAXZjV1VY3jnwBdGHN7Tp_wYAyU4W6tLKw06fqrcMjLLmqWBL2Qm3MXQrTkYio7E0R79a8zMe2MPULEyjv1bvpvG/s1600/eldiademanana.jpg" height="316" width="320" /></a></div>
Todo el mundo tiene un género de pelis que te da un poco de palo contar, o te da latxa o lacha, que era algo que decíamos en mi adolescencia: “Anda, acompáñeme al baño que me da lacha ir sola”. “No quiero llevar esa camiseta de Carnecería Manolo que me da lacha”. “Mamá no me peines con saliva que me da lacha”. “Mamá, tu espérame con el coche en la otra manzana que me da lacha” y era justo cuando mi madre hacía uso de esa paranomasia digna del propio Quevedo con un juego de palabras entre “te da lacha” “y la leche que te voy a dar”. Genio y figura. <br />
<br />
Ahora que lo pienso no es tanto el género el que te da vergüenza sino dónde está tú límite con una de esas pelis. Puede que te gusten las de animales asesinos como Tiburón pero ¿te flipó Pirañaconda? Te molan las de detectives pero ¿también las de después de comer de Antena 3? Si es así, sí, te debería dar mucha lacha. <br />
<br />
En mi caso son las películas de catástrofes, apocalípticas y post-apocalípticas. <br />
Tengo mis preferidas, claro, 28 días después, o La carretera, o El día de mañana, pero “Mega tormenta. Destrucción Inminente” pues la disfruto. A mí “Mega súper te cagas tornado 3” me gusta. Sí, meteoritos, tornados, tsunamis, glaciaciones, virus, y por supuesto, zombis. <br />
<br />
Me gustan los apocalipsis. Me viene de siempre. Igual lo arrastro del eterno “por si acaso” con el que he crecido y esa sensación de que el mundo puede acabarse de un momento a otro, probablemente por mi culpa. E imagino que los continuos miedos también propician este pequeño juego que me traigo con el apocalipsis.<br />
<br />
De bien pequeña ya jugaba a salvarme. Recuerdo destaparme en la cama y a hacer como que mi muñeca era la cerillera del cuento, cuento tremendamente triste para los niños, y también para los adultos, vamos, que la cerillera muere. Lo digo porque por mucha moraleja que tenga el cuento, yo lloré por la cerillera, y me dedicaba a salvarla. Fingía que me encontraba primero un pañuelo para taparle, luego una mantita de las muñecas, luego una sábana, un manta grande y así hasta el edredón que me salvaba, nos salvaba claro, de una gélida muerte.<br />
<br />
De ese juego pasé a uno más elaborado el “Si me echaran de casa”, vete tú a saber por qué creía yo que me iban a echar de casa (“Como hagas una más te mando interna, te vas con los gitanos, coge la puerta y te vas, te mando al circo...”). Consistía en imaginarme dónde viviría, de dónde robaría comida, cómo me abrigaría, cómo alimentaría a mi perro porque, por supuesto, si me echaban de casa yo iba a tener un perro y lo mismo un mono, un gato y una ardilla. Iba alternando esta parte de la fantasía.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJn7-xDdyS0e01it_aFwBoRYdqCe9ScO2S2jKInUiFL7cyg_1EChIxWWbiJVi4zJ_GQCKjOazeAZ0aJ2wodYgdUJQaAscYGMyXiY3OwS4Fs9XjQZYU5_TKYUPd5KIP_tNaA9occnouohDR/s1600/megatormenta-destruccion-inminente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJn7-xDdyS0e01it_aFwBoRYdqCe9ScO2S2jKInUiFL7cyg_1EChIxWWbiJVi4zJ_GQCKjOazeAZ0aJ2wodYgdUJQaAscYGMyXiY3OwS4Fs9XjQZYU5_TKYUPd5KIP_tNaA9occnouohDR/s1600/megatormenta-destruccion-inminente.jpg" height="360" width="640" /></a></div>
<br />
Y ahora, cada vez que me mudo conozco: el sitio más alto en caso de inundación, el más protegido (meteorito o bomba), con armas (invasión zombi) y con mejor acceso a medicamentos (pandemia). Súper normal todo. Y desde que vivo en Madrid lo llevo peor. ¿Quién coño iba a querer empezar el fin del mundo por Pamplona? Y si fuera un apocalipsis climatológico, tipo Mega tormenta, os digo que en Pamplona ni te enteras:<br />
- Pues sí, nena, aquí estamos, otro día más lloviendo, y con éste vamos 130 seguidos.<br />
- ¿Pues como el año pasado mamá?<br />
- Y como el anterior también. En realidad me parece que está siendo mejor primavera porque por las mañanas hay un ratico que casi no llueve. Dicen que hace 30 años que no pasaba.<br />
- ¿Qué salga el sol?<br />
- ¿El sol? ¿y eso qué es? Que mira que en Madrid sois muy modernos y tenéis de todo. El sol qué va a salir, que hay un rato por la mañana que cae más flojo. <br />
Luego no se explica por qué yo soy tan exagerada y pienso que el fin del mundo está a puntito de llegar. A puntito, así os lo digo.<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>
<br />
<br />
<br />
A @lauraenparis @nirosaniazul @ruthderioja @peinetapintxomo: por el inspirar el final de post. drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com46tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-85585025749394515942014-02-20T12:56:00.000-08:002014-02-21T11:47:42.427-08:00Feliz en tu día<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCpqyoAZJDppa1tOnt-CVBhWtfOT-vFjR2ZIPc0pfBVWfdgxcolwxXpFaUqnCRuE0k9yYLuKH4se06dUFYTqVA21cdwlCaYOKpSBuWACtMrTKU9knNPXhm83CF7LST18WR3Me-WGKDuLzZ/s1600/sugus.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCpqyoAZJDppa1tOnt-CVBhWtfOT-vFjR2ZIPc0pfBVWfdgxcolwxXpFaUqnCRuE0k9yYLuKH4se06dUFYTqVA21cdwlCaYOKpSBuWACtMrTKU9knNPXhm83CF7LST18WR3Me-WGKDuLzZ/s1600/sugus.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
Mi cumple me encantaba. En serio, era un encantar tipo convulsión. No dormir la noche anterior, levantarse con las manos sudadas y miraba a cualquiera que me encontrara por el pasillo con cara de: “Felicítame, soy un ser súper especial al que debes celebrar”. Claro, que yo por el pasillo me encontraba a mi padre, mi abuela, mi hermana o mi madre, que me querían y tenían para mí unos besos sonoros y achuchados mi abuela y un billete arrugado en la mano, o una siempre cariñosa colleja de hermana, o un abrazo de mi padre, o un regalo mi madre, siempre detallista. Pero tampoco es que hubiera trompetas celestiales de celebración por haberme conocido. <br />
<br />
Es más, recuerdo un año que a mi hermana y a mi padre se les olvidó y estuvimos desayunando en silencio los tres, yo indignadísima, atragantándome con los grumos del Colacao, y ellos sin percatarse de que mi cabreo no era un brote más de adolescencia, hasta que se levantó mi madre y entonces se dieron cuenta y no van ¿y me felicitaron sin más? Ni flagelarse ni nada. Un par de besos y anda, nena, sigue con tu vida.<br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2B8CONZH3aHoR07qIAQ7NOJagegX5ZfVSHRFz2HN70940X37yI1pM7gb-js3F5poe_Gvn7zghg7kcQ3H7xeVbFwxxwO_hqc4Et6X3x-83UJtlvOau_krOC_AlJ4RkkCqNVGHAEHrdbEBG/s1600/gusanios.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2B8CONZH3aHoR07qIAQ7NOJagegX5ZfVSHRFz2HN70940X37yI1pM7gb-js3F5poe_Gvn7zghg7kcQ3H7xeVbFwxxwO_hqc4Et6X3x-83UJtlvOau_krOC_AlJ4RkkCqNVGHAEHrdbEBG/s1600/gusanios.jpg" height="320" width="197" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.blogodisea.com/2010/chuches-golosinas-infancia/cosas-pasado/" target="_blank">Blogodisea</a></td></tr>
</tbody></table>
Así que me iba para el cole pensando: “Allí sí que va a ser la leche”. Bueno, pensaba más en cosas como “Va a ser la monda”, porque si yo pensaba en tacos mi madre me lo veía y la colleja de celebración pasaba a ser colleja sin más, que picará igual en el cuello pero desde luego no en el orgullo… <br />
<br />
Llegaba al cole y mi madre, educativa ella siempre, en vez de ponerme una bolsa de gusanitos para cada niño, o unos siempre agradecidos triskis al jamón, o yo que sé, unos Sugus de la marca Sugus o una piruleta de los pitufos para repartir, no, ella elegía cosas sin azúcar, tipo esas piruletas que llevan un palo de papel pegajoso que hacía pelotillas en la lengua y el palo era sin lugar a dudas mucho más sabroso que el caramelo, que sabía a NADA de color ¡naranja o de limón! Cuando de toda la vida a los niños les gusta la fresa o la cocacola. <br />
<br />
Pero nada de eso aplacaba mis ansias de que fuera un día especial. Ni siquiera que mi madre invitara a todas las niñas a mi casa, nos sentara en el suelo del salón y nos hiciera jugar al <a href="http://www.comonoserunadramamama.com/2011_05_01_archive.html" target="_blank">1,2,3 educativo</a>. Tampoco que hablara con el resto de madres para que me hicieran regalos prácticos y acaba recibiendo 20 libros, 2 tangram, una armónica, calcetines y bufandas. No. Los tangrams tampoco.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO9RrzGIXQThzyGAlhUiIijY7gnturoTFOPjgDbxG4RyotfN6AyHm-IPprWpUYeHKHInlrVuE46Z22yUyqcOZ5Mhfalm_s9yy7ew-yFijeHbubNNBPp_oEsq7_lNxxeXNKNi5DMvAHwT73/s1600/pitufos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhO9RrzGIXQThzyGAlhUiIijY7gnturoTFOPjgDbxG4RyotfN6AyHm-IPprWpUYeHKHInlrVuE46Z22yUyqcOZ5Mhfalm_s9yy7ew-yFijeHbubNNBPp_oEsq7_lNxxeXNKNi5DMvAHwT73/s1600/pitufos.jpg" /></a></div>
Nada de eso podía con mis teatrales ganas de que fuera un día especial. Ni siquiera tener una prima que cumple el día anterior a mí de manera que siempre hemos compartido tarta, y hemos soplado las velas a la vez, y nos hemos peleado por el típico pollo de plumas que ponían en la tarta.<br />
<br />
Nada. Tantas han sido mis ganas de que fuera especial que con 22 años, estaba en el Sáhara un 21 de febrero, es decir invierno, es decir que hacía un frío de pelotas, como 10 grados o así. Pero había una piscina y era mi cumple e Iban, un amigo que sabía cómo venderte casi cualquier cosa (por eso tiene ahora es socio de Franziska, una <a href="http://www.franziska.es/" target="_blank">agencia de publicidad</a>), después de insistir que nos diéramos un baño a las 4 de la madrugada porque siempre que ves una piscina es lo que tienes que hacer, meterte, me dijo:<br />
<br />
- ¿Cómo no vas bañarte? Si no te metes te acordarás el resto de tu vida de que cumplías 22 años, un 21 de febrero, estabas en el Sáhara, había una piscina pero no te bañaste. No, tú no te bañaste, tú fuiste de los que se fueron a dormir.<br />
<br />
Así que por supuesto me tiré a la piscina. Que según entré, salí despedida hacia afuera como si aquello más que agua helada fuera agua sagrada y yo la niña del exorcista. Me costó estar con catarro el resto del viaje, incluida un poco de fiebre, pero ¿quién se acuerda del catarro? Yo me acuerdo del día que estaba en el Sáhara y cumplía 22 años y nos bañamos de noche, a la luz de la luna, había niebla y me regalaron un martillo anti incendios y fue genial. <br />
<br />
Pues a pesar de esa intensidad teatrera, se me gastaron las ganas de cumple. Tal cual. No tiene nada que ver con cumplir años, siempre he aparentado más edad de la que tengo, es el espíritu de resabiada que me acompaña, estoy acostumbrada a una vejez prematura. Es porque ya sé que no va a ser tan especial, y cada vez quedan menos personas que encontrarme por el pasillo. <br />
<br />
Eso sí, hasta con pocas ganas, tengo preparado para mañana un desayuno estupendo para los del curro: con bien de azúcar y de colesterol, no se vayan a pensar que yo era de esas niñas que llevaba un caramelo sin azúcar para el recreo. De eso nada, mis cumples siempre han sido muy especiales, de doble ración de sugus azul para todo el mundo, un derroche total.
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com58tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-24187553766125390382014-02-11T11:36:00.000-08:002014-02-11T11:41:06.402-08:00Yo decido<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlZyS5AU1UeqNMcJorVmzR7GJuL9IY-rEjBWShS_OBpAdq8vnKkLT-DU8a4AdZHDf_xVE-z5RAWB_4MyQ6q-5005pNxApfxyaq_EQQZswZO_HqdfWiKYD4qGiKGFSdPbl6irwvOYN1i39F/s1600/1666189-Yo_decido_Version2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlZyS5AU1UeqNMcJorVmzR7GJuL9IY-rEjBWShS_OBpAdq8vnKkLT-DU8a4AdZHDf_xVE-z5RAWB_4MyQ6q-5005pNxApfxyaq_EQQZswZO_HqdfWiKYD4qGiKGFSdPbl6irwvOYN1i39F/s1600/1666189-Yo_decido_Version2.jpg" height="317" width="320" /></a></div>
No lo iba hacer pero leí a <a href="http://peinetapintxosymimonillo.wordpress.com/" target="_blank">Peineta</a> y me he sentido también cómplice por el silencio.<br />
<br />
No lo iba a hacer porque me muero un poco de miedo. Me da miedo meterme a opinar sobre algo tan privado, algo con tantas connotaciones, con tantos dilemas y dudas.<br />
<br />
No lo iba a hacer porque es complicado, porque es íntimo, porque es personal. Pero parece que al gobierno no le parece tan personal ni tan íntimo.<br />
<br />
No lo iba a hacer porque allá cada una. Pero parece que las mujeres no tenemos capacidad de elegir, de decidir, de saber. <br />
<br />
No lo iba a hacer porque igual al final dicen que van a cambiar el anteproyecto pero entonces ¿por qué lo proponen? <br />
<br />
No lo iba a hacer pero igual cuando metan ese último cambio ya es tarde, y han vuelto a saltarse toda la opinión pública, una vez más. <br />
<br />
No lo iba a hacer porque no quiero que la gente sepa qué pienso del aborto, porque me cuesta saber qué pienso realmente de algo que creo es siempre doloroso. <br />
<br />
Sobre todo, no lo iba a hacer porque no sirve de nada pero oí la sandez de que aumentaría la tasa de natalidad y con ella habría una mejora económica y, entonces sí, me han dieron ganas de quemar la radio, el congreso, y lo que haga falta. <br />
<br />
No lo iba a hacer porque cada vez que escribo de temas así tengo que aguantar muchos comentarios, en el blog, pero sobre todo en la vida real. Incluso los de mi carnicero que me dijo: "No tienes ni idea, la sanidad pública apesta". Después de mi post <a href="http://www.comonoserunadramamama.com/2012/12/creo-en-la-sanidad-publica-y-universal.html" target="_blank">Creo en la sanidad pública y universal</a>. Y yo no tengo ganas de hablar con mi carnicero de políticas sociales, ni con el camarero, ni la frutera, ni con mi compañera de trabajo.<br />
<br />
No lo iba a hacer porque mi madre seguro que me dice algo por hablar demasiado, que está más que claro que es uno de mis defectos. <br />
<br />
No lo iba hacer pero he imaginado a las mujeres dentro de unos meses, culpables ya. Las que tengan dinero abortando, aquí o en el extranjero, como ha pasado siempre, con las mujeres de izquierdas y también con las de derechas, incluso las de centro. Todas. Las que no tengan dinero, ya veremos, si haciendo barbaridades, o como ilegales en manos de cualquier bárbaro. E imagino también a los psicólogos diciendo si están locas o no, si se volverían locas o no al ser madres. Y ellas esperando, la decisión sobre su vida, su cuerpo, y sus hijos. <br />
<br />
Y entonces me ha dado tanta pena... He pensado en esas mujeres que hoy votan en el congreso perdiendo una libertad que habíamos adquirido, una libertad que otras mujeres lucharon por mí. Y no sé, a pesar de que quejarse no sirve de nada, igual alguna me lee. Igual alguna cree que todavía nos quedan muchas guerras que luchar a las mujeres, las de izquierdas y las de derechas, y que sería una pena añadir una más a la lista. Porque, digan lo que digan, esta guerra la volveremos a ganar. drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com174tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-26474546619372282462014-01-20T12:32:00.001-08:002014-01-20T12:32:10.251-08:00114. Como en casa en ninguna parte<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5u8Hoj-xcRFJfc_SAjyqQ1R07HE0wLJXyusiRigKZifH15iXxCwaRdAsDUCS-LB0uZD7cDbVcN3DIOa85YueUT4Ju6-dthqCdFs1EqpcDkHMGMH1xTuC3Pce3q_8YaheHHPjkCvXubi5c/s1600/muchas-maletas.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj5u8Hoj-xcRFJfc_SAjyqQ1R07HE0wLJXyusiRigKZifH15iXxCwaRdAsDUCS-LB0uZD7cDbVcN3DIOa85YueUT4Ju6-dthqCdFs1EqpcDkHMGMH1xTuC3Pce3q_8YaheHHPjkCvXubi5c/s1600/muchas-maletas.jpg" height="400" width="245" /></a></div>
Viajar con una drama mamá no es fácil. Naaaada fácil. Pero si además, es un viaje improvisado puede ser bastante complicado, o irritante. Probablemente sea irritante.<br />
<br />
Primero, una drama mamá viaja con mucho equipaje. Pero no es un equipaje que tú puedas entender. Tú coges su maleta, que pesa tres veces lo que la tuya, la abres y no ves nada raro. No hay piedras, ni un yunque, aunque pudiera parecerlo. Solo ves ropa y cosas de aseo, y no te explicas cómo todo eso puede pesar tanto. Tu madre tampoco se lo explica porque siempre acaba diciendo eso de: “No entiendo por qué pesa tanto, si he traído cuatro cosas”.<br />
De primeras ya ves que ahí hay más de cuatro, pero lo vas descubriendo poco a poco. Cuando la primera noche de hotel, tu madre se pone rulos.<br />
- Mamá, ¿has traído rulos?<br />
- Hombre, cómo quieres que me arregle el pelo si no.<br />
- Mamá, has hecho 1100 kilómetros con rulos…<br />
- Sí, y no lo digas así, ni que hubiera traído un yunque.<br />
<br />
La segunda noche le dices que tienes las piernas hinchadas, y ella saca una crema de frío. Bueno, puede ser casualidad, piensas, pero al día siguiente tiene algo para la jaqueca, para la acidez de estómago, para una pequeña rozadura, también tiene algo para las picaduras de mosquito, y suero para limpiar las lentillas, y ella, no usa lentillas... Es decir, su neceser de medicamentos pesa cuatro kilos. <br />
También suele tener comida, puede ir desde un caldo casero de pollo ("nena, que esto le templa el cuerpo a cualquiera"), unas galletas por si te da un bajón de azúcar y algún trozo de pan (“que el pan siempre quita le hambre y da como alegría”).<br />
Luego las chaquetas, rebecas, jerséis, fulares y pañuelos por si refresca. Porque tu madre no solo lleva las suyas, también lleva las tuyas, porque está claro que tú las vas a necesitar.<br />
<br />
Plancha de la ropa, perchas, secador, quita pelusas, cepillo para la ropa, bolsas de plástico, muchas, como si fuera la dueña de una multinacional de la bolsa de plástico, un set de costura, zapatillas de andar por casa, una mantita, una mini almohada para el tren, pañuelos de papel y toallitas húmedas como para limpiar la nariz a un colegio entenro. Y por último están los bolsos y la maleta de por si acaso. Sí, una drama mamá siempre lleva bolsos plegables por si se le rompe la maleta principal o acaba necesitando más espacio, que claro, siempre acaba necesitando un bolso supletorio a nada que se compre un mapa de la ciudad a la que va, porque ese mapa, solo ese mapa, puede hacer que su maleta reviente. <br />
<br />
Así que con ese sobrepeso los traslados tienden a complicarse. Una drama mamá viaja con previsión. En particular la mía tiene la teoría de que tiene que subir la primera al tren. ¿Sabéis la ventaja que tiene viajar en tren frente al avión? Poder llegar 10 minutos antes. Bueno, pues con una drama mamá no porque tiene que estar la primera en la fila, subir la primera al vagón para colocar la maleta en los departamentos de abajo. Bueno, y por ese extraño miedo a que el tren se vaya sin ella. Tiene que colocarla ahí porque cualquiera levanta esa tonelada de por si acasos y la coloca en las baldas encima de los asientos. Igual Conan o La Masa pueden. Lo que es la nena, no. <br />
El año pasado, tuvimos que hacer un viaje rápido. Y el año pasado yo fumaba (cómo suena de bien decirlo en pasado). Total que llegamos a la estación, un poco justos, es decir con una hora. Mi maleta, la maleta de la drama mamá, la supletoria de siempre, y un par de botes de aceitunas “machacás” y otro par de de lomo en manteca “colorá” que mi tía Pepi nos había traído a la estación porque nos debió ver ligeras y hambrienta y con ganas de manteca. Es decir, nivel de peso: te cagas. <br />
<br />
Y yo, dentro de un arranque de valentía o vete tú a saber si de estupidez, me fui a la puerta a fumar un cigarro. Y lo dije, que me podía haber inventado yo unas ganas irremediables de mear, o incluso una buena diarrea, que debe de ser la mejor excusa del mundo, porque nadie repregunta. Tú dices en el curro: no vine porque tenía diarrea. Y punto final. Nadie dice ni mú. Eso, y sí tu jefe es un hombre, ginecólogo son las palabras mágicas. <br />
<br />
Bueno, pues no, dije fumar. Así que cuando volví, quedaban 45 minutos para que saliera el tren y la drama mamá estaba a puntico de hiperventilar. Nos despedimos a toda pastilla y nos lanzamos al andén. Total que miro los billetes, vagón 2, miro el vagón por el que empezábamos: vagón 38. ¿En serio? Más de un kilómetro de tren teníamos que recorrer. A mi madre casi le da algo: “No vamos a tener sitio para la maleta. En las piernas la vamos a tener que llevar. Y todo por fumarte un cigarro. Pues la vas a llevar tú. ¿Y cómo puede haber un tren tan largo? ¡Vamos a llegar andando casi a Madrid!”. Luego se pregunta porque yo soy tan exagerada... <br />
Y allí que llegamos las dos, que por supuesto fuimos las segundas en sentarnos en el vagón. Hubo un momento en que dudamos si soltar lastre, y dejar los botes de lomo en mitad del andén, pero aguantamos. Eso sí, llegamos a nuestro asiento y fuimos durmiendo hasta Madrid. Menuda paliza. No me extraña que ella siempre diga que como en casa, en ninguna parte.
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com51tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-5091139990543127272013-11-08T13:09:00.000-08:002013-11-08T13:09:02.903-08:00113. ¿Con este frío vas a salir?<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiujGEpA0BS90-qUdDNT4mgLAcvqk60sTmQCYI7HlrUTS9W0xtHUZOtnb0rKJE00japUzDhipsbC6oSCjd8eYIM-R4gKW9qIt-iS2CFk03xkV6luQveAMa8ivNZPFXADCgw4G886Qkk0z6B/s1600/san_donato2.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiujGEpA0BS90-qUdDNT4mgLAcvqk60sTmQCYI7HlrUTS9W0xtHUZOtnb0rKJE00japUzDhipsbC6oSCjd8eYIM-R4gKW9qIt-iS2CFk03xkV6luQveAMa8ivNZPFXADCgw4G886Qkk0z6B/s400/san_donato2.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">San Donato. Foto de <a href="http://cctxapelaundi.blogspot.com.es/2012/09/etapa-domingo-23092012-san-donato.html" target="_blank">CC Txapel Aundi</a></td></tr>
</tbody></table>
El frío en mi cabeza es mi hermana pequeña con una bata con capucha en el sofá de casa. Los parques húmedos de Pamplona que atravesaba para ir al colegio muy pronto con el madrugón encima y el pelo mojado y ese dolor de riñones por culpa de ir tan encogida. <br />
<br />
El frío es también el café con leche de mi tía Carmen y mi madre y los jerséis remetidos por las bragas, porque por los riñones se coge cualquier cosa. Es los pasamontañas, las bufandas y los gorros que picaban en las orejas. <br />
<br />
El frío es el placer de sacar un pie de la cama en sábado y volver a meterlo como quien recoge un premio. También los patucos para andar por casa que nos hacía mi tía Pilar que resbalaban para horror de mi madre, para locura absoluta de mi hermana y de mí y, sobre todo, para darle trabajo al traumatólogo de guardia. <br />
<br />Es apoyar la nariz en el cristal helado de la ventana para ver cuándo abría la Vitxori para bajar a comprar pipas Facundo y ver una peli de piratas. El frío es también mis amigas fumando en la puerta de la biblioteca hace 15 años. Era volver a casa los sábados por la noche y meterse en la cama e intentar dormir sin que se pasara ese frío con un zumbido sedante en los oídos, porque aquellas noches de la adolescencia duraban incluso cuando habían terminado. Eran los madrugones para ir a esquiar y las migas de Juanpito.<br />
<br />
El frío son las noches de “gaupasa” estudiando y aquellos cigarros a escondidas en el balcón, envuelta en mantas y pidiendo milagros, es decir aprobados, a estrellas fugaces que nunca veía a pesar de que el frío en mi cabeza siempre es noche rasa. Es empujar el seiscientos de mi madre, mi cumpleaños y los cafés de siete horas en el Vienés con Cristina. El frío es el monte San Donato con niebla y el monte San Donato es mi padre.<br />
<br />
El frío tiene una mala fama completamente inmerecida en los telediarios y entre las drama mamás. A mí me activa, me despierta, me recoge, me templa… Me calma cuando salgo estresada de trabajar, me da hambre de alubias y ganas de beber vino tinto mientras pico un poco de queso fuerte. Me hace quedarme en casa, leer, escuchar música. Pero también me apetece caminar abrigada y andar respirando ese aire tan limpio que trae. Y por supuesto, me da nostalgia, porque he crecido en el frío. A cambio me pide abrigo y algún resfriado. Tampoco es tanto. No sean alarmistas.<br />
<br />
El frío es la leche en otoño cuando lo andamos estrenando, y ese placer me suele durar hasta marzo porque soy una de esas afortunadas a las que les gusta el calor en verano, el frío en invierno, la lluvia cuando llueve y la nieve…, la nieve me gusta siempre. <br />
<br />
¿Con este frío vas a salir? <br />
Y volveré tarde.<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com60tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-66280421431254391232013-10-23T06:06:00.005-07:002013-10-24T04:33:41.039-07:00112. Lo peor ya ha pasado...Llevo sin fumar desde el 3 de septiembre. Yo, Amaya, llevo sin fumar desde el 3 de septiembre. Y prácticamente todas las noches sueño que fumo. Así de triste es la vida del adicto. Antes soñaba con playas, ahora sueño que fumo y me levanto con más mono. No os quiero ni contar el humor que me gasto por las mañanas.<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZy_trPWfjzDqH_dwsGtPVPEu3FsRSU7GvqfqOjTsHsYn7W4LmfuEjl9Y7goB8r5OYGnSPN2p-j9QH44rF5j5nYNfBVOWIkdtGG1Wuv2-SxlTtp4voqW9WkgFq3CVgXJAdDLeGGM6xjX8C/s1600/fumando.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZy_trPWfjzDqH_dwsGtPVPEu3FsRSU7GvqfqOjTsHsYn7W4LmfuEjl9Y7goB8r5OYGnSPN2p-j9QH44rF5j5nYNfBVOWIkdtGG1Wuv2-SxlTtp4voqW9WkgFq3CVgXJAdDLeGGM6xjX8C/s400/fumando.jpg" width="275" /></a></div>
<br />
La mayoría de la gente que me conoce, cuando trata de imitarme o burlarse de mí, hace el gesto de llevarse un cigarro a la boca o de gesticular con él (como en la imagen). Es decir, todo el mundo me relaciona con el tabaco. Fumo bastante (bueno, o fumaba, todavía no estoy segura del tiempo verbal) pero sobre todo, la manera física que tenía de hacerlo, intensa, nerviosa, rápida, ansiosa, provocaba que si cualquiera de mis amigos hubiera tenido que hacer una caricatura de mí, hubiera sido con un cigarro, estoy segura. <br />
<br />
A ver, que lo cuento y parece que me hace gracia, pero no, no tiene ni puñetera gracia. Nunca me ha gustado que hicieran eso y siempre he intentado rebatirlo diciendo que fumaba lo mismo que ellos. Pero da igual, en su mente, yo era una mujer a un cigarro pegada. Y me jodía cuando, por ejemplo, me mandaban esta foto y me decían: "Eres súper tú". Mierda súper tú también.<br />
<br />
Solo de pensar en dejarlo, me moría de miedo. Los fumadores y ex fumadores lo entenderán: cómo voy a hacer todas esas cosas que siempre hago fumando, por ejemplo, escribir. Pues mira, estoy escribiendo. Me está costando, tampoco vamos a mentir. Me falta concentración, porque si antes solo tenía que pensar en juntar las palabras, ahora pienso en juntarlas y en que no puedo fumar, que es un pensamiento que me acompaña todo el rato. Mira un café, no puedo fumar. Mira, 5 minutos para esperar al bus, no puedo fumar. Mira, un gin tonic, no puedo fumar. Mira una colilla, no puedo fumar. Mira, un fumador, no puedo fumar… Y así llevo 1 mes y 20 días, y con los dedos cruzados para aguantar. <br />
<br />
Me he cansado de fumar. Eso no me quita la adicción, pero al menos me da fuerzas para intentar dejarlo. Me di cuenta que me pasaba la vida gestionando el mono. Sí, también cuando fumaba. En el curro, a veces elegía entre mear o fumar. Triste. Me bajaba de los aviones ansiosa. Ya no se puede fumar en casa de nadie, ni tampoco cuando sales. Me vi con la cabeza asomada a una ventana, justo encima de un aire acondicionado, fumando. Y pensé: “Esto es un coñazo. No solo me estoy jugando mi salud y mi pasta, sino que encima, ni siquiera lo disfruto”. Y lo dejé. Bueno, 6 meses después lo dejé. Es que soy de efecto retardado, me cuesta que se me asienten las ideas.<br />
<br />
He notado mejoría en algunas cosas: el olfato, la respiración, menos tos, más dinero… Pero hay una motivación más fuerte que nada para no echarme un cigarro: no volver a pasar por las dos primeras semanas de dejarlo.<br />
<br />
Dos semanas son 20.160 minutos en los que solo hablaba, pensaba y soñaba con fumar. Todo el rato. A eso hay que sumar la incredulidad de mi entorno que tampoco me hablaba de otra cosa. Mi madre ni se atrevía a llamarme por si había caído, y aún sigue preguntándomelo cada vez que hablamos:<br />
<br />
El primer día:<br />
- ¿Cómo lo llevas? ¿Estás nerviosa? ¿Seguro que has caído? Si has caído no pasa nada, lo vuelves a intentar. Es cuestión de intentarlo.<br />
- Pues lo llevo fatal, y mi novio peor, igual me echan del curro, pero no he caído.<br />
- Muy bien, tú sigue así, que todo lo demás se puede solucionar. <br />
<br />
El primer día dos horas después:<br />
- Bueno, y ¿qué tal?<br />
- Bien mamá, ¿y tú?<br />
- Yo nerviosa. ¿Cómo estás? ¿Has fumado?<br />
- No.<br />
- Muy bien, que orgullosa estoy de ti. Tú piensa que dentro de nada habrás pasado lo peor.<br />
<br />
El segundo día:<br />
- Hola nena, que estaba aquí pasando el aspirador… Y no me aguantaba. ¿Has fumado algo? Si has fumado no pasa nada, tú dímelo. No vayas a mentirme que me daré cuenta.<br />
- No mamá, sigo sin fumar.<br />
- ¡Por Dios! ¡Qué alegría! Ya vas a ver que en nada has pasado lo peor. Lo peor son las 48 primeras horas. Luego está chupado.<br />
<br />
El octavo día:<br />
- Nena, estás como tristona. ¿Ya has caído?<br />
- No, mamá. Es cansancio.<br />
- Ay qué alegría más grande me das. Tú no caigas, que ya has pasado lo peor. Lo peor es la primera semana.<br />
<br />
La quinta semana:<br />
- ¿Qué tal nena cómo vas? Aquí parece que llueve…<br />
- Que no he caído, mamá, sigo sin fumar. No hace falta que hables del tiempo.<br />
- Ay nena, ¿quién lo iba a decir? Tú aguanta, que lo peor ya ha pasado. Dicen que lo peor son las primeras cuatro semanas.<br />
<br />
La gente me dice que me descargue una aplicación que te va motivando todos los días, y ya veis que no me hace falta, tengo la mejor coach del mundo. Es un poco mentirosa con “lo peor ya ha pasado” pero, oye, parece que ella también lo estuviera dejando, por falta de compañía, seguimiento y apoyo no será. <br />
<br />
Tampoco voy a ir de flipada ex fumadora. De momento, solo me atrevo a decir que llevo 1 mes y 20 días sin fumar. Sé que en cualquier momento puedo caer, aunque por ahora solo fume en sueños, esto es un proceso largo, pero ¿sabéis?, nunca hubiera imaginado que era capaz de estar tanto tiempo si un cigarro. Eso que me quito. Y a diferencia de antes, ahora no me da tanto miedo dejarlo, así que volveré a intertarlo. Además he conseguido escribir un post a pesar de la falta de concentración, y ya puedo tomar café y gin tonics sin llorar. Poco a poco.<br />
<br />
Mi padre decía que llega un momento en la vida en el que te has fumado todos los cigarros y que ya no quieres fumar más. Ojalá sea mi caso y ojalá sí haya pasado lo peor, por mí, y por mi madre, que la tengo en un sin vivir y con unas facturas de teléfono que para qué te voy a contar…<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com97tag:blogger.com,1999:blog-3633604863572819832.post-18054895509352094812013-09-18T11:55:00.001-07:002013-10-23T06:10:45.244-07:00Capítulo 1: Mejillones al vapor<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidd3T4ipGsOac-SouRM_ghB3EmDsL1XgLCvgiLRIvpllzuB_2kpAsBFwCkcIjZyY_dw2-_sDKL1FZSDPuIp2GsTQvYtqEKHEOZFURRF1cmjq2-1qHguFEV8S1T6wJyDD7IbabN0HeLIiks/s1600/cook.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="337" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidd3T4ipGsOac-SouRM_ghB3EmDsL1XgLCvgiLRIvpllzuB_2kpAsBFwCkcIjZyY_dw2-_sDKL1FZSDPuIp2GsTQvYtqEKHEOZFURRF1cmjq2-1qHguFEV8S1T6wJyDD7IbabN0HeLIiks/s400/cook.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><a href="http://www.etsy.com/listing/128352619/printable-poster-cooking-is-like-love?ref=sr_gallery_21&ga_search_query=cooking++children&ga_view_type=gallery&ga_ship_to=ZZ&ga_search_type=all" target="_blank">Abbey Long</a></td></tr>
</tbody></table>
Igual se os ha olvidado porque no he sido para nada pesada, bueno, un poco, lo justo... Pero tengo otro librito, un rosa. El pobre es un segundón porque de cada 10 mails que recibo, solo 1 me habla de él, pero es bonito y está hecho con mucho cariño. Y bueno, esta semana me han llegado las alertas de que está pirateado en 5 foros distintos. Yo entiendo que la vida está muy mal, y prefiero que mi segundón se lea aunque sea pirateado, pero he pensado que igual siendo un pelín más pesada, alguién podría animarse a comprarse mi libro rosa y, poco a poco, acecarme un pelín a mi casa en la playa.<br />
Perdonad la pesadez, aquí va el primer capítulo. <br />
<br />
<strong>Capítulo 1: Mejillones al vapor</strong><br />
<br />
Me levanté un sábado. Yo tengo mal despertar incluso a las once del mediodía. Mi padre decía que era un castigo tenerme que levantar de la cama porque era capaz de soltar auténticas barbaridades del tipo: «Mal padre, que eres un mal padre. ¿Cómo puedes levantar a tu hija querida a las ocho de la ma-ñana? Si me quisieras no me harías esto.» Yo se lo decía con diez años, once, doce... Hasta que se le hincharon las narices y un día me dijo: «Mañana no te levanto. Si no estás lista, te vas andando. Y si llegas tarde al cole, vas a cenar vainas tantos días como minutos llegues tarde.» Oye, mano de santo...<br />
A mi pobre novio, un día que vino en plan amoroso a despertarme: «Cariño, son las siete, levántate», le dije: «Eres un cara culo.» Totalmente en serio. Me salió del alma. Eso fue hace tres semanas.<br />
Así que con ese humor, que más bien es un «deshumor» mañanero, me levanto, voy a la cocina rugiendo, me doy un gol-pe con la esquina de la puerta, suelto un taco, mi madre me mete una colleja y, cuando voy a encender la cafetera, veo en la enci-mera: una tabla de cocinar, unos mejillones, una sartén, una botella de vino blanco y medio limón. Y sin dejarme ni siquiera tomarme ese café que me hace ser, casi, una persona, me dice:<br />
<br />
—A ver, tú querías aprender a cocinar, ¿no? Pues hoy va-mos a hacer mejillones al vapor para el aperitivo.<br />
—¿Te refieres a «hoy» o a «ahora»? Porque son dos cosas distintas — dije, y pensé en terminar la frase precisando: «Muy distintas, cara culo», pero no lo dije porque también había un cuchillo en la encimera, y yo ya iba caliente con la colleja.<br />
—Mal empezamos, nena, mal empezamos. Si ya decía yo que enseñarte a cocinar a ti es imposible, no tienes actitud.<br />
<br />
Entonces vi que era una prueba. Algo en su cabeza había hecho clic, y aunque yo todavía no sabía por qué, mi madre me iba a regalar uno de los mejores recuerdos que siempre tendré: un montón de horas aprendiendo a cocinar. La verdad es que no tuve en cuenta el montón de collejas, ni los gritos, ni las discusiones y ni esos golpecitos en los nudillos con una cuchara de palo cada vez que metía los dedos dentro de un plato o de un bol. Que esos golpecitos me parecen una de las mayo-res torturas del mundo. Pues no tuve en cuenta nada de eso, sólo pensé: «Nena, esta prueba tienes que pasarla, que te estás jugando la casa en la playa», pero justo después pensé: «Bueno, pero después de tomar un cafelito, ¿no?»<br />
—NOOOOOOOOO. Que pareces tonta, nena. Mira, mejor lo dejamos ahora mismo. Así no se puede. Te tengo todo preparado, y tú, a tus cosas. Ya te dije que era una mala idea.<br />
—¿Mis cosas? Mamá, no seas exagerada, sólo quiero desayunar. Por no comentar que a ver quién tiene cuerpo de zamparse unos mejillones recién levantada de la cama...<br />
—Si fueras una persona con fundamento y te levantaras a una hora normal... Que duermes como una adolescente, nena.<br />
—Bueno, no pasa nada, enséñame cómo se hacen unos mejillones. De verdad que quiero aprender.<br />
—¿Seguro? ¿Me vas a prestar atención y no te vas a poner a mirar el móvil en dos minutos?<br />
De verdad que me apetecía hacer ese pequeño experimento familiar, así que dije:<br />
—Prometido, mamá, yo me quedo aquí calladita y te miro.<br />
—¿Que me miras? Anda, nena, agarra esos mejillones y pásalos bien por agua, y les quitas bien las barbas y las algas. La que te mira soy yo. Pues sí que vas tú buena. A cocinar se aprende cocinando, como todo en la vida.<br />
—¿Cómo que «barbas»? Mamá, que ya sabes que a mí me roza un alga en el mar y soy capaz de hacer un Usain Bolt.<br />
—No sé qué es eso, pero así no vamos a ninguna parte. Si quieres aprender, te tienes que manchar. Agarra el mejillón, el cuchillo y a raspar.<br />
Y todo esto en ayunas. La verdad es que me cagué mentalmente en Planeta, en mi editora, y en mi idea de complicarme la vida. Pero hicimos los mejillones. Vamos, que si los hicimos, y oye, luego nos los comimos, y ni tan mal. Nadie tuvo diarrea, ni náuseas. Fue la primera vez en mi vida que alguien dijo: «No están nada mal.» Se notaba el miedo de mi madre y de mi novio. Al principio sólo se atrevían a chupar una esquinita, con el ceño fruncido, y el móvil premarcado con el número de emergencias. Pero, oye, pues no estaban mal.<br />
<strong></strong><br />
<strong>Ingredientes:</strong><br />
• Doce mejillones gallegos limpios. Bueno, limpios quiere decir que los limpias tú. Que no te engañen.<br />
• Cinco granos de pimienta negra. Y no, no te sirve igual molida. No empieces haciendo trampas.<br />
• Una hoja pequeña de laurel y un limón.<br />
• Una cucharada de vino blanco tipo fino, seco. Una tontería: que, cuando vayas a comprarlo al súper, no pone «Tipo fino, seco» en la botella, y probablemente al señor del pasillo de las botellas le haga gracia que se lo preguntes así. Lo digo por decir, que no es que el señor del pasillo del súper de al lado de mi casa me sonría y me salude cada vez que voy. No es eso.<br />
<strong></strong><br />
<strong>Preparación:</strong><br />
No andes pidiendo un café. Actitud, hombre, actitud.<br />
Limpia bien los mejillones debajo del grifo.<br />
Quítales las barbas con ayuda de un cuchillo, desde la parte más estrecha hacia el lado opuesto, y aguántate las náuseas.<br />
Si se resiste, frótalo con un estropajo duro. Sigue aguantando las náuseas.<br />
Comprueba que no huelen y que están vivos golpeando un poco la concha. No hagas como que el mejillón habla con el acento de Chiquito de la Calzada. No es gracioso y te distrae. Y si te distraes, te salen malos.<br />
Pon una sartén a calentar con un chorrito de vino, la pi-mienta y el laurel. Para eso, tienes que saber qué es el laurel y comprarlo en el súper. Echa los mejillones limpios una vez caliente.<br />
Luego los tapas y agitas la sartén. Sin que salte todo, que eres un desastre, hombre, ya.<br />
Los pones en un plato y los rocías con limón.<br />
<br />
<strong>Ingrediente esencial para cocinar mejillones al vapor </strong><br />
Actitud, coño, actitud. Saber que puedes con ellos, aguantar las náuseas al quitarles las barbas, comprobar que no hay ninguno muerto, olisquearlos y golpearlos, hacerlo otra vez por si acaso. Más actitud. Y, oye, entre vosotros y yo, la receta mejora bastante si has desayunado, y si no tienes a tu madre gritando detrás de ti. Pero bueno, no estaban mal. Aprobado raspado.<br />
<br />
Pues eso, mi segundón:<br />
En la cocina con la Drama mamá. El libro de recetas que no conseguí escribir en: <br />
<a href="http://www.casadellibro.com/ebook-en-la-cocina-con-la-drama-mama-ebook/9788408115304/2103705"> EBOOK </a> y <a href="http://www.amazon.es/En-cocina-drama-mam%C3%A1-consegu%C3%AD/dp/8408114468/ref=sr_1_6?ie=UTF8&qid=1366054923&sr=8-6&keywords=drama+mama" target="_blank"> -PAPEL <br />
</a>
<img align="left" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJthzm5RH78LMarbjvneiIkY93NF6WPjgNtejt_dsSET3DS3sgJleaz_NiVIOPROjN0q96eoI0sIwGR8htJedFsGyQ6YC774jqtgoxvza8L3ZvIX_eWCkdenLg2MImUjVYabZ5jdBpLlvB/s400/portada.jpg" width="150" />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
Twitter: <a href="https://twitter.com/mama_drama" target="_blank">@mama_drama</a><br />
Instagram: <a href="http://instagram.com/amayaascunce#" target="_blank">@amayaascunce</a><br />
Facebook: <a href="https://www.facebook.com/pages/C%C3%B3mo-no-ser-una-drama-mam%C3%A1/131663566865181" target="_blank">Cómo no ser una drama mamá</a>drama mamáhttp://www.blogger.com/profile/09243352940768339760noreply@blogger.com19