En defensa de mi madre aquí va el parte de accidentes de mi infancia:
Fracturas:
- Los dos brazos, juntos y por separado. Juntos: haciendo una voltereta lateral encima de una barra de un columpio. Por separado: haciendo el pino y peleando con un vecino.
- Los dos tobillos, por separado. Una vez jugando a saltarle a mi hermana por encima. Otra vez jugando al bote bote.
- Varios dedos de los pies. Siempre por correr dentro de casa...jodidos quicios de las puertas.
- La tibia y el tobillo en una misma caída. Haciendo un montón con hojas de los árboles un día de lluvia y jugando a patinar sobre ellas. Sí, patiné demasiado.
- Casi todos los dedos de las manos: baloncesto, gimnasia, fútbol, pressing catch con mi hermana...
- La rabadilla, en varias ocasiones. La primera me caí de una rueda de tractor, la segunda persiguiendo a un gato caí de culo en una mini sima y la tercera haciendo saltos cruzados en una colchoneta elástica, hasta que me choqué con mi compañera de saltos, y fui a parar con el culo en el centro, es decir, en la parte que no es para nada elástica sino un hierro duro con una colchoneta de un milímetro de grosor.
- Las dos palas de leche y una definitiva. Bici y patines las falsas, y tirándome de cabeza la definitiva, que en realidad, en mi caso fue poco definitiva, un año de definitiva, la pobre:
- ¡Pero qué narices has hecho! Un día me matas de un disgusto, y ya te estás tirando a la piscina a buscarla, que igual te la pueden pegar.
- Pero mamá que estoy sangrando...
- Pues habértelo pensado antes de tirarte como Tarzán. A ti quién te mandará. Nena, que no eres de goma, que te lo he dicho mil veces. Ahora toda la vida sin palas, por no hablar de la fortuna que me voy a tener que dejar en el dentista. Una hija mellada. Que te tires a por el trozo de pala, y tu hermana también, por dejarte hacer tonterías.
Un espectáculo en mi piscina que los niños todavía recuerdan. Y una cara atónita, la del dentista: "Pero señora exactamente qué quiere que haga con esto?".
Brechas: barbilla, frente, rodillas, dedo gordo del pie y brazo derecho.
Cuando utilizaba el consejo:
Siempre que veía peligro, bueno la verdad es que ella siempre veía peligro. Y yo nunca. Yo descubrí el miedo en la universidad. Así que he sufrido los accidentes más raros que se puede uno imaginar. Para que os hagáis una idea, una vez me clavaron un palo de esquí justo encima de las palas. Y no fue culpa mía, aunque claro, para rato mi madre me creía nada.
Si además sabía que cerca de mí iba a haber cualquier cosa con ruedas ella entraba en estado de histeria. "Nena no juegues con eso, bájate de ahí, aléjate de ese quicio, no corras, no saltes, no te muevas y suelta ese patinete que lo carga el diablo".
Consecuencias del consejo:
Múltiples heridas de guerra. Yo sigo teniendo piedras pequeñicas en las rodillas de algún derrape indebido que, por no decirle a mi madre que me había vuelto a caer, pues ahí se han quedado, de recuerdo.
Segunda consecuencia una fama inmerecida en el barrio que llegó a su esplendor un día que estábamos en los columpios de la plaza.
- ¡Nena! Siéntate en la ruleta ahora mismo.
- Pero mami que es más divertido así hacia atrás.
- Que te he dicho que te sientes que te vas a abrir la cabeza. Y esta semana no podemos ir a urgencias otra vez. Que ya me tratan de tú. Y acábate ese plátano ya, por dios, que llevas una hora para dos bocados.
- Pero mira mami cómo hago- y yo me ponía colgando de la barra central de la rutela con la cabeza mirando para atrás... Lo dicho, me creía inmortal.
- Nena, como te caigas, encima te doy.
Pero no hizo falta, un ligero desequilibrio y me hice una brecha en cabeza. Sangraba una barbaridad y mi madre, me arrastró a la farmacia de la esquina mientras repetía todo el rato el número de teléfono de mi padre como una letanía, yo callada, porque sabía que podía cobrar. Según entramos en la farmacia, dijo el número una vez más y se desmayó. Así que mi padre recibió la siguiente llamada:
- Mire, lo de la niña no es nada, un par de puntos, ahora, que lo de su mujer, ya no sabemos.
Lo dicho, a la boticaria, que era una cotilla, le faltó tiempo para irle con el cuento a todas mis vecinas.
Tercera consecuencia: mote familiar "La nena mercromina".
Excepciones para utilizarlo:
Encima de las leches que me he dado a lo largo de mi vida, lo único peor era pensar que encima me podía llevar un sopapo. Éste no pienso utilizarlo. Ahora, futuros hijos míos cruzad los dedos para que mi gen de la inmortalidad sea recesivo. Por dios, hacedme caso, tenéis que salir a vuestro padre.
Que risa..aún nos reímos, que momento...
ResponderEliminarPues no te creas que en mi casa se han reído mucho a costa de mis golpes, noooo, no eran risas exactamente lo que sonaban.
ResponderEliminarLa verdad que eres unica para rememorar la infancia,y con que gracia¡¡¡¡
ResponderEliminarQ paciencia tu madre, y no penso mejor en hacerte un seguro de vida?????, jejejejeje
ResponderEliminarYo una vez me ampute una angina con un tubo de esos de hacer buceo, estaba jugando con el, y casi me lo trague, conclusion: no hizo falta operar de anginas, jejejejej
Joerrrr, que "curriculum".
ResponderEliminarYo era de brechas y moratones, entraba en casa diciendo:-mamá no te asustes que ya me han llevado al médico en el cole.
Y que hay de ese:¿Y ahora porqué lloras?A ver si te voy a dar para que así llores con un motivo.
Madre de dios!!!!!!! Pero nena, no me extraña que tu madre te aterrorizara con esa frase apocalíptica... es que si no te la hubiese dicho ¡¡¡qué hubiera sido de ti!!!! Impresionante tu historial médico, debe ocupar tres o cuatro cajones. Tres como tú y retiráis a un traumatólogo de pago
ResponderEliminarVeo que nuestro currículo de despanzurramientos es similar, es normal que nuestras madres nos soltaran las mismas cosas. Como si la escuchara: "como te caigas, encima cobras". Cobrar era el verbo preferido por mi dramamá xDD
ResponderEliminaro.O segura que no eras una muñeca como con la que prueban las bolsas de aire de los carros??
ResponderEliminaryo siempre fui muy cuidadosa... o mejor dicho miedosa XD que el unico hueso roto (clavicula derecha creo) que tuve fue por caerme de la cama y mi hermano me odio por que tuvo que cargar mi mochila por varios meses jajaja
besos nena :)
Fama inmerecida??? con ese historial eres el sueño de cualquier enfermero en prácticas... por no hablar de que ahora mismo le retirarían la custodia a tu madre.
ResponderEliminarJosune, pues no te creas que era gracia lo que le hacía a mi madre
ResponderEliminarRosa ¿¿¡¡una angina!!?? y luego la nena mercromina soy yo
Pseudosociológa: en mi casa los moratones ni contaban
Waleska: pues si no me la hubiera dicho, igual de kamikaze...
Mortiziia: ay como me entiendes nena, está claro que tú también te creías inmortal
Yareli: mi hermana tiene taanntoooss motivos para odiarme, pobrecica mía
Regina: igual por eso mi hermana es enfermera... A base de mis golpes le entró la vocación
ResponderEliminarJajaja, qué bueno lo de tu madre en la farmacia, pobre mujer, ¡si es que contigo no ganaba para sustos! Buenísima la entrada de hoy, si me das permiso me lo apunto para un cuento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Matilda: con tal de que luego me dejes leerlo
ResponderEliminarEres mi hermana gemela de un mundo virtual o tu madre leyó el mismo libro que la mía. ;)
ResponderEliminarEste en concreto se la guardo...a ambos progenitores. Hombrepordiosssss...jamás,jamás lo he utilizdo con mis hijos, y nunca lo haré. ¡¡Palabrita del niño Jesús!!
ResponderEliminarEres increible, pero de verdad. Tu madre debería ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, es digna de permanecer por los siglos de los siglos, jajaja!! Tengo que contar yo en mi blog mis asuntos con los dientes y mis caidas, que tambien han sido unas cuantas.
ResponderEliminarYo nunca fui de caerme, ni de quebrarme ni nada. DE hecho en toda mi vida lo más grave que me paso fue tener varicela, y porque me contagio un compañero de clase :)
ResponderEliminarPero tu, dios mio! DE verdad te paso todo eso? No más de leerlo se me pone la piel de gallina, es que me imagino los dedos de los pies crujiendo contra el marco de una puerta y me viene algo jeje... tu madre tenía motivos de sobra para estar preocupada, creo que no debería confiar en que llegaras a la adolescencia!
Yo era ( y sigo siendo) de natural patosa y me "esmorro" en llano, sin nada que me ayude a caer, vamos. Tengo alguna que otra cicatriz, pero romperme sólo me rompñi la nariz. Mi madre me decía: "tu caete, caete, que verás que sopapo te arreo, no te va a dar tiempo ni de levantarte".
ResponderEliminarLo peor del consejito de mi madre es que yo se lo he dicho a mi hija demasido a menudo. Un día se cayo despues de varios "te vas a caer". Salí corriendo para cogerla y cuando llego me dice: "no me des azote, no me des azote que ya me he hecho daño solita" jajajajajajaja pobrecilla..... no se lo he vuelto a repetir, claro.
Oye, y después de ese historial infantil y juvenil, ¿te animaste a sacarte carnet de concudir? ;)
ResponderEliminarY yo que pensaba que mi nena era un desastre con los accidentes infantiles y pre-adolescentes. Ahora como vive sola y yo no veo lo que hace, hace deportes de riesgo, no me entero hasta que no me llama. El último susto que me llevé fue hace unos tres años que me llamó para decirme que estaba en el hospital, tuvo un accidente esquiando, casi se mata y a mi del disgusto claro. Cuando se tiró en paracaídas me lo dijo después que ya lo había hecho, no quiso preocuparme antes. Considerada sí que es la nena.
ResponderEliminarYo tengo una variante a la frase:en vez de decir"como te caigas,encima te doy"...yo digo:"como te caigas,a mi no me vengas llorando"...que total poco mas o menos...ay que drama mamá me veo...y no se porque pero lo dices y zassss van y se caen...
ResponderEliminarPero lo tuyo es mucho...no entiendo como pudistes sobrevivir y llegar a adulta y desde luego en urgencias se extrañarian el dia que no te vieran aparecer por alli...jaja...no seras gata por eso de las 7 vidas(aunque tu algunas mas ya has gastado....)
Sonia
Lo siento, nena, pero con semejante curriculum en este caso, estoy con tu madre ;)
ResponderEliminarPor cierto, a mi Superhermano tambien le conocian en todas las casas de socorro del planeta Krypton.
Un supersaludo
JAJA
ResponderEliminarTe falta la brecha en la cabeza con el telesilla, por mi culpa.
Te acuerdas que tuvimos que bajar por una pista negra helada, por que con los chillos y la bronca que nos iba a caer a las dos, nos confundimos.
También recuerdo el chorrito de sangre que ibas dejando por la pista, y lo peor es que sólo pensaba en la bronca de la mama.
un beso la hermana de la nena
Madre mia, te rompiste el coxis 3 veces! dicen que eso duele una barbaridad...
ResponderEliminarMi hijo lleva una trayectoria parecida y sólo tiene 2 años, pero ya se ha roto un brazo, le han puesto puntos dos veces y se ha hecho una quemadura de 2º grado :S por nocontar las veces que se ha caído en el parque o simplemente andando por el suelo, yo le digo que se tropieza con las hormigas xDD pero lo de "si te caes te doy" no... y a mi marido alguna vez se le escapa y yo flipo
Jajajaja, oye, tengo un hermano de 31 años, que podría ser perfectamente tu alma gemela. Nunca había oído de nadie que tuviera más accidentes que él y encima reincidía!!!
ResponderEliminarSu expediente en Urgencias era del grosor de El Quijote...
Buenísima la entrada
Agüita! Eras de cuidado eh? ¿Quién dijo miedo? Pobre madre. Y el mote buenísimo.
ResponderEliminarUn besote.
Me suena, me suena XD En mi caso era más bien "Como te caigas, cobras". Aunque por lo visto me ganas en accidentes y eso que yo tenía el listón algo con mis dos brazos rotos [por separado y antes de cumplir el año y medio], los múltiples esguinces en brazos y piernas, los dedos [de manos y pies] rotos, las rodillas sacadas de sitio y las caídas en bici con resultados catastróficos para mi ropa y extremidades...
ResponderEliminarBendita tu madre en este caso, la pobre ya tiene que estar curada de espanto :P
Y yo creía que era un terremoto!!!
ResponderEliminarGracias por quitarme el sentimiento de culpa. Patricia nudeandchic.
No sé habréis leido el comentario de mi hermana un poco más arriba, en este post no están todas las leches que me he dado, y para Vlazeck, que pregunta sobre el carnet de conducir, me lo saqué con 28 años, ajá, estaba acojonada.
ResponderEliminarMe encantas, eres como manolito gafotas, y como todos los niños del mundo, me alegra tanto saber que no soy la unica que se llevó "zapatillazos" en medio de la desangracion de las heridas de guerra.
ResponderEliminar¡Hola! En "Había una vez..." te está esperando un premio. Pasa a recogerlo cuando puedas. Un saludo.
ResponderEliminarMe encanta este blog, tendría que ser un tesoro nacional... qué gracia tienes para contar tus anécdotas de infancia y qué identificados nos sentimos todos con los consejos de tu dramamamá xD En este caso en mi casa simplemente decían "como te caigas, verás". Ese verás era terrorífico por que, bueno,podía significar TANTAS COSAS...
ResponderEliminarLo que yo no entiendo es cómo tienes tanto aguante, realmente eres inmortal. ¡Tu lista de accidentes por lo que veo es eterna!
¡Sigue así con el blog, de verdad que es estupendo!
Te dejé un premio en mi blog:
ResponderEliminarhttp://bereygabriel.blogspot.com/2011/02/mis-2-premios.html
Me moría de la risa! Bueno, que casi me quedé sin respiración. Pero vaya tú menuda que eras! Me estás dando miedo porque mi marido era parecido a ti, y ahora que tenemos una niña...
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarMe parece que tienes un blog muy interesante y gracioso!
Creo que lo que te pasaba de pequeña es lo que se llama la "profecia autocumplida". Basta que te dijeran que te ibas a caer, para que tu te cayeras. A lo mejor si que eras un poco inconsciente pero tu mama sin darse cuenta lo retroalimentaba con sus miedos. Es un circulo vicioso del que es dificil salir impune...
Haces bien en romper esa tradicion de "dramatizar" que tenian nuestras madres, lo peor para un niño a veces no es el lio en que se mete sino la bronca de despues... yo tambien lo he vivido.
Te invito a pasarte por mi blog si te apetece, acabo de empezarlo ^^
Un saludo!
Con semejante madre-sufro-luego-existo no me extraña tu récord de traumas y mellas. A mí me pasaba algo parecido, pero más leve, eso sí. Estoy con el comentario anterior. Es más, este artículo me confirma en la creencia de la verdad de la maldición que se echa sobre los niños cuando se les augura el 'te vas a caer'. Por suerte nos hemos entrenado en no hacerlo y cuando a mis hijos una señora 'vieja' (sic de ellos) se la echa por la calle se la sacuden de encima contestándoles. Es que la falta de respeto a las personas pequeñas es horrible, la verdad.
ResponderEliminarme ha dolido leer el post, 3 veces el coxis!!!! ahora entiendo que tardaras tanto en sacarte el carné de conducir
ResponderEliminarQue bueno!! Acabo de leerme el blog de un tirón! o somos hermanas sin saberlo, o tu madre y la mía compartían consejos y frases, porque te leo, y me veo a mi y a mi madre!jajajaja..igual algún día lo descubrimos! Tengo 30 años, y me sigue llamando toodos los días, y termina con algún consejo, por si se me ocurre salirme de las indicaciones! Y si, yo también espero no ser una mamá drama, aunque con los referentes que tengo,..no estoy convencida! Gracias por las risas! Un beso.
ResponderEliminarArantxa
jajaja muy nueno komo siempre, de verdad k me encanta tu blog, pero me falta tiempo, este finde me pondré al día para no perderme ni uno de tus capitulos...
ResponderEliminarBuen finde wapa y k kunda...
Más de tres buenas carcajadas me he echado con este drama consejo. Lo que dijo el dentista, genial, y tu madre desmayada en la farmacia, de libro. Hija mía, menuda pieza eras, yo a lo máximo que he llegado es a un esguince de tobillo a los 20 años, y un corte en un dedo a los 13, y muchas caídas de costrones de rodilla, pero tú pareces un catálogo de lesiones traumatológicas.
ResponderEliminarGracias por contarnos todo esto... la verdad es que alegras el día.
ResponderEliminarYo no he sido muy pupas... solo me rompí una mano... pero fue de una pedrada en la cabeza... es que rebotó... :P
Y no reirse que duele
Paula
pues a mí no me hace ninguna gracia. hace unos dias en el parque una niña iba con su patinete, de pronto la pobre se pegó una santa torta con él que ni te explico, tremendo golpe en la frente, nariz amoratada, labio ensangrentado, rasguños en brazos y rodillas... y por si fuera poco cuando aún no se habia levantado, su padre lejos de ayudarla la golpeó en su cabecita y en su cara y encima llamó tonta, imbecil y que no servia ni para ir en patinete,todo esto delante de sus amiguitos, te aseguro que viéndolo desde fuera no hace gracia, es más después de ayudarle a lavar sus heridas, fui a hablar con su maestra en el colegio pues va al mismo que mi hija, y te aseguro que tomaron cartas en el asunto, ya que habian detectado anteriormente situaciones similares. dicho esto, quiero decir que yo tengo dos hijas pequeñas y entiendo que quieren probar, subir, trepar, saltar.. y que es muy cansado, pero yo no le voy cortar las alas diciendo no subas aquí, no hagas esto o lo otro.. sino que voy a estar ahí, ayudándolas a descubrir, y a recogerlas cuando se caigan y animándolas de que la próxima vez lo harán mejor. los niños también son personas, a las que debemos respetar y acompañar en su crecimiento, no
ResponderEliminarutilizar nuestro poder y nuestra fuerza contra ellos. siento el rollo que he metido, pero lo siento así y veo que tú tampoco quieres seguir el mismo patrón que tuvieron contigo, ya que como bien dices, cuando eres mayor, cosas como estas te pueden afectar, no tener seguridad, ser temeroso, y que lo has contado con un toque de gracia, pero cuando lo ves con tus propios ojos..
un saludo!
angie
Nena, no es por nada, pero tu madre es una santa mujer,..... El caso es que mi hijo también ha sacado el gen de la inmortalidad y me veo yo como tu madre. Pero a sus 4 años me estoy dando cuenta que de poco sirve ser con él una "mamá drama". Lleva puntos por doquier, dos paletas rotas, una de ellas medio negra del hostión que debió de darse. Arañazos, golpes, cicatrices, en fin..... prefiero no pensarlo mucho.
ResponderEliminarAsí que he optado por la postura pasiva, quiero decir, cuando se meta el hostión actuar, mientras tanto rezar.
Y me daba. Vamos, si me daba.
ResponderEliminarEn mi casa, la frase era mas bien "si te subes te vas a caer y luego no me vengas llorando". Como bien has dicho en otro post, ahi entra en juego la clarividencia de las madres, porque tu te subias, y te caias, y no decias ni pio, por mucho que te doliera, porque si lo hacias cobrabas. Una vez me rompi la muñeca y tardamos una semana en ir al medico porque no me atrevia a decirle a mi madre que me habia caido (entre otras cosas por miedo a que me preguntara lo que estaba haciendo cuando me cai), fuimos al medico cuando ya no fui capaz de disimular la hinchazon de la muñeca con la manga del jersey del colegio.
ResponderEliminarHoy en dia, con 33 años y 400 km de distancia entre su casa y la mia, sigo teniendo miedo de contarle este tipo de cosas, asi que lo hago por telefono y empiezo la conversacion diciendo "mama, sientate, que esto no te va a gustar".
Vale, hay que reconocer que de niña eras un demonio jajajajajajajajaja
ResponderEliminarLa Virgen, qué elemento.......... Lo raro es que no te rompieras la cabeza de veras en una de esas.......
Al final voy a entender a tu madre, porque con una niña así, te dan ganas de, antes de que se mate, matarla tú.