lunes, 17 de enero de 2011

55. A mí no me levantes la voz que te enteras.

Y te enterabas. Vamos que si te enterabas. Si tu le levantabas la voz, ella era capaz de gritarte hasta reventarte un tímpano.

Cuándo utilizaba el consejo:
Siempre que se te ocurría levantar la voz. Incluso cuando le gritabas desde otro cuarto para decirle dónde estaban las tijeras, ella venía a pasitos, abría la puerta y te decía con las manos en jarras:
- A mí no me levantes la voz que soy tu madre y esto no es una casa de locos. Si quieres saber dónde está algo, me lo dices como las personas civilizadas, que para eso te he educado yo, no para que andes como una verdulera..., ¿o tú eres una verdulera y no nos has dicho nada? Porque si lo que pasa es que tú tienes una frutería, pues igual hay que quitarte la paga, porque imagino que ganarás tu propio dinero ¿no? (Yo en este punto me perdía, ¿de qué narices hablaba? ¿Y cómo habíamos llegado a que yo tenía una frutería? y ¡¿qué paga?! ) ¿Me estás oyendo nena? A mi no levantes la voz que te enteras. Y las tijeras están en su sitio, donde deben estar.

A mi madre también le importaba un pimiento dónde estuviéramos. Lo de la vergüenza ajena y la propia a ella le parece debilidad humana. Un día fuimos de compras. Yo con 16 años y toda la vergüenza que puede caber dentro de un cuerpo. Mi madre 47 años y toda la desvergüenza que puede caber en un cuerpo... en el cuerpo de ocho.... En un cuerpo solar y no sé si llego.
- Nena, venga, sal ya del probador que no tengo todo el día.
- Ahora voy...- pero eso a mi madre le daba igual, y le faltaba tiempo para abrirte la cortina y que media tienda te viera en pelotas.
- Chica mamá, que ya voy- yo alcanzaba cotas de color escarlata que Pantone desconoce.
- Ni chica, ni chico. Ven para afuera que ahí no se ve nada, que hacen los probadores para enanas, porque no lo entiendo si no.- Yo salía con timidez y ella sentada en un sofá me miraba con desaprobación.
- No, no, no. No me gusta nada. No es nada fino, con ese escote... Mejor pruébate ese pichi que te he cogido yo, que es mucho más mono.
- Pero a mí este me gusta...
- Pero tú no tienes ni idea de vestirte bien. Además, si pago yo, elijo yo.
- Pero a mí me gusta este- lo dije un poco más alto, un poco, cómo quien se sube una rayita al volumen de la tele, pero ella debió oirlo por la megafonía de la tienda o algo. Y allí en medio, con otras 10 madres y otras 10 hijas adolescentes, se puso en jarras y yo me esperé lo peor. Y como casi siempre que espero lo peor con mi madre, acerté:
- ¡A mí no me levantes la voz que soy tu madre! ¿Me oyes?- lo dijo a grito pelado- Y ya te estás quitando ese vestido que pareces una fulana cualquiera- esto lo dijo como si pones la tele a un 5.1 y le subes el volumen a tope en mitad de la noche, a las tres de la madrugada, en un pueblo de Soria. De manera que todos esos ojos se giraron. Las madres la miraban con orgullo rollo: "Ahí va: una buena madre"  y las hijas me miraban con pena rollo: "Entendería que te suicidarás porque además sé a qué colegio vas". Me pareció ver a una que incluso se le nublaban los ojos- ¡Habrase visto! "A mí me gusta" dice la nena. Mira, llenito tienes el armario de cosas que te gustaban. No, qué digo gustar, que te encantaban y que te has puesto una vez. ¡Una vez! Se acabó, cuando tengas 18 años irás con la pinta de fulana que te dé la gana, pero mientras pague yo, te vistes como Dios manda, la niña esta...

Consecuencias del consejo:
Yo soy capaz de discutir a susurros y, claro, pierdo credibilidad. La gente no te tiene en cuenta. Insultar en voz bajita tampoco funciona, la gente no me toma en serio.
Consecuencias en mi hermana: a ella no le puedes gritar. Nada. Le ha cogido terror a los gritos y aunque le llamen guapa, ella llora.

Excepciones para utilizarlo:
No creo que vayamos a tener este problema. Futuros hijos míos, esta frase me pone muy nerviosa así que intentaré no utilizarla. Eso sí, a ver cómo aprendo a mandaros a la cama con autoridad a base de susurros. No lo veo, lo intento, pero de verdad que no lo veo.

18 comentarios:

  1. Muchas risas en la oficina con tu blog, es adictivo :D

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  2. Lo que yo te diga, en la misma escuela de madres.

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  3. Jajajaj como la mía!!
    El tema: están en su sitio, donde deben estar... ese es un consejo universal de madre!!!!
    Que las cosas aparecían cuando tu madre iba a por ellas...... antes no estabannn!!! jajaja

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  4. jajajaja Uno de lso motivos por los que me encanta leerte es porque de cada Consejo me viene a la mente un recuerdo de mi madre, es decir un numerito o comentario parecido. Sin ir ás lejos, te acuerdas cuando se llevaban los campanolos y nos oríamos por tener unos, pues mi madre no sólo me monto ese espectaculillo que si vaya culo de pollo blbalbala que a un grupo de gente que había en al tienda, no no eran la dependienta y sus amigas no os parece que le hace un culo de pollo horrible, por favor!! Ella todavía se rie de hecho el camino a casa fue tal cual, ella muerta de la risa y yo de un tono superior a tu escarlata, que creeme existe.
    Gracias!

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  5. Lo mejor es cuando se cambian las tornas y eres TU la que se lo dice a su madre: El año pasado mi madre pasó una semana en mi casa. Ella tiene la malísima manía de gritarme todo desde la otra punta de la casa, en vez de dar 4 pasos para poder hablar en un volúmen normal. Total, que el día que pude soltarle eso de "No grites, que en mi casa no se levanta la voz" fui MUY feliz :-)

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  6. a mi madre tampoco le gustaban los gritos pero creo que éramos un poco más verduleros..

    de todas formas.. lo de hacerte pasar vergüenza en el probador es universal... no lo puedo entender.. eso sí, a mi madre la avisé desde bien jovencita "si consultas con la de la tienda o la señora de al lado.. os quedais las dos solas de compras"

    besos

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  7. Mi madre que es una santa comparado a la tuyo con perdón dejó muy pronto de intentar escogerme la ropa, ahora eso sí lo de no me levantas la voz que soy tu madre lo usó con alevosía incluso, y sabes lo peor que ya me escuché decirlo a mi hija... así que sí mandar a la cama y/o la ducha con susurros pues lo siento no funciona
    Besos

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  8. Para mí que a golpe de susurro no ganarás mucha autoridad, pero eso sí, quizás se duerman y ese era el objetivo ¿no?

    Me quedo por aquí, que me siento muy en casa (con perdón)

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  9. jajajaja, buenisimo, mi madre era del estilo, cuando trabajes te escojes tu la ropa, y te la pagas tu, consecuencia, iba siempre como un fantoche, x no ponerme la ropa q me compraba mi madre, o sea siempre con chandal, jajajaja, hasta q tue edad (25 años) y me compraba yo mi ropa, ahora, mis hijos escogen su ropa, siempre dentro de un limite, 2 conjuntos q conjunten entre ellos y q ellos escojan, jajaja, pq eso es otro, el como salir de casa con 2 niños sin q parezca q se han escogido ellos la ropa, mi hijo de 5 años, salio hace unos dias (me fui a comprar y se quedaron a cargo de su padre), con unos zapatos de vestir, pantalon de chandal rojo x encima del tobillo y camiseta amarilla (vamos arreglao pero informal)

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  10. Hola,

    Al dato, yo fui con la madre de la drama mama, a comprarme ropa interior.
    Mientras miraba unos tangas mi dijo a grito pelado: YO ESO NO TE COMPRO QUE SEGURO QUE ACABAS CON ALMORRANAS!!
    Nunca más le dejo que me acompañe, y nunca en más me compre uno.

    Fdo: La hermana de la nena.

    Por cierto odiaba ir a natación, por que el profesor nos gritaba una barbaridad( Normal eramos 50 niños y él era sólo uno)

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  11. Ay nena! esa no me la sabía! almorranas! si es que tenemos madre de sobra!

    Y el profe de natación gritaría, pero tú siempre has sido muy sentida para los gritos...

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  12. Yo creo que la drama mamá es como un espíritu que nos va poseyendo cuando nos hacemos mayores. Eso de "a mí no me levantes la voz" se lo dije a mi sobrina hace ya algunos años. A mí no me causó tanto trauma, pero cuando te sorprendes oyéndolo de tu boca... asusta. Por cierto, deberías comentar el "cuando los mayores hablan, los niños se callan". No sé si a ti te lo decían pero yo lo tengo como tatuado en el cerebro jejeje

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  13. Imaginate siendo chico con 16 años y tu madre delante de todo el mundo empieza a tocarte la pernera del pantalon, que te queda culo caido, hay esque no comes y no tienes culo pa rellenarlo......
    Grande tu blog. Gracias por estos buenos ratos

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  14. jajajja... me siento muy identificada con tu blog... mi madre es como la tuya, y yo creo que soy como tú.
    Buen fin de semana.

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  15. Eres buenísima!!! Deberías escribir un libro.
    Enhorabuena por tu forma de escribir, tu ironía y tu imaginación.

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  16. Vaya mal trago, bufff, pues suerte que teneis si ninguna de las dos salisteis gritonas, porque la casa de mis padres no parece una verdulería sino el mercado central!!
    TODOS gritando.

    Saludos

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  17. Um... yo soy capaz de tener una mirada que acojona, cuando cuidaba al peque de una amiga jamás necesité alzarle la voz. Lo miraba poniendo la cara seria, esa mirada de "te la cargas como lo tenga que repetir" y decía en tono normal, serio y calmado. "Creo haberte dicho que es hora de ir a la cama". Mano de santo y sin quedarte afónica, que mi voz la necesitaba para trabajar oiga :) y luego me descojonaba de risa sola recordando la cara del enano. Y conste en acta que además de ser seria también era capaz de jugar con el gateando por la casa, y al escondite y a lo que hiciera falta. Los gritos son algo que odio, mi padre habla gritando, y en casa no he logrado hacerles entender lo de que aquí quiero que hablen bajo. O que me conformo con que cierren la ventana del patio que si no los oyen todos los vecinos... >.<

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  18. Dios...Llevo un buen rato leyendo tus consejos. Y vaya madre que tienes, ingeniosa de las que mas y mas cojonuda que la mía propia.Doy gracias por la madre que tego, aunque me hubiera gustado intentar apañarmelas con la tuya. Jajajaja...

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