lunes, 31 de mayo de 2010

6. Los interruptores de la luz también se limpian.

Pues sí, yo no lo sabía, y hasta el momento  en que mi madre me dio ese consejo, jamás había necesitado limpiarlos. O puede que alguna vez, de manera insconsciente, les hubiera pasado un paño. Pero no me levantaba un día y pensaba: Hoy me toca limpiar los interruptores. Ni paseaba por mi casa y pensaba: por dios, tengo que limpiar ese interruptor, que está asqueroso. Vivía más feliz.

Cuando lo utilizó:
La primera vez que conoció mi casa. Yo llevaba 4 días limpiando cada rincón, y luego volviéndolo a limpiar por si acaso, para superar la prueba de Don Limpio de mi madre. Echó un ojo por encima de los muebles, el salón, pasó el dedo por las estanterías... Yo estaba pletórica. Lo había conseguido, no había ni un poquito de polvo. Entonces, de soslayo dijo: los interruptores de la luz también se limpian. Y me vine abajo.

Consecuencias del consejo:
Sufro. Sufro cuando va a venir a mi casa por si hay algún objeto en el que yo jamás he reparado. Sufro limpiando como una loca, y sobre todo, sufro cuando veo un interruptor sucio. Antes no sufría y de eso se trata. No es cuestión de limpiar todo, sino de que no te molesten esas pequeñas suciedades.

Excepciones para usar este consejo:
No lo sé. Si los interruptores de casa de mis hijos están negros y se te pegan los dedos... Creo que no podré contenerme. Es culpa de mi madre, si no me hubiera dicho que hay que limpiarlos...

Variante del consejo:La segunda vez que vino a mi casa, los interruptores estaban impolutos. Así que, de soslayo, dijo: Dentro de las ranuras del radiador también se limpia. Sí mamá, también.

25 comentarios:

  1. Me pasó lo mismo. Y me recomendó Cif para la tarea de limpieza interruptoril.
    Un consejo? Después de años de terapia, lo mejor que saqué fue aceptar y perdonar a mi madre.

    Yo tengo pánico a las estufas. Siempre me dijo que abra la ventana cuando prenda una estufa. Ahora prefiero morir de frío en mi casa, así no me prendo fuego mientras duermo.

    También me gusta tu blog.

    ResponderEliminar
  2. Esta ha comenzado a ser mi terapia, no tengo dinero para psicológos así que va ir todo para afuera
    Saludos

    ResponderEliminar
  3. Mi abuela es una maniática de la limpieza. Mi madre algo menos y yo, algo menos que mi madre.
    No obstante.... cada vez que mi madre viene a mi casa intento que esté lo más limpia y ordenada posible...teniendo en cuenta que tengo una niña de 3 años, es algo bastante difícil.

    Suerte con la terapia!!!!!

    ResponderEliminar
  4. Si te sirve de consuelo:
    Yo, cuando ella iba a venir, me mataba a limpiar, y luego ella, después del saludo de rigor, me decía: no te preocupes, que yo te limpio porque ya sé que no tienes tiempo. Aaaaaah! Horror! Para mí, mi casa estaba realmente limpia y recogida, y ella pensaba que yo no había tenido tiempo...
    En fin, he cambiado de estrategia. La he invitado a mi casa pidiéndole por favor que me ayudara, que con el peque, el trabajo excesivo y el resto, que me es imposible hacerlo todo, etc. etc.
    Cuando viene mi mamá de mi corazón, me deja la casa como los chorros del oro y yo ya no tengo que vivir con el terror de qué cosa va a ver...
    Ella, contenta y feliz, yo también. Eso sí: siempre se le da por hacer cosas que yo jamás de los jamases pensé que se hicieran, como pasar la fregona en el sótano, etc.
    Ánimo a todos y gracias por hacer evidente que no estoy paranoica, sino que esto le pasa a mucha más gente :-)

    ResponderEliminar
  5. Me hace mucha ilusión ver qué no soy la única que soporta los excesos de limpieza maternos!
    BESOS

    ResponderEliminar
  6. Me encanta tu blog!! es genial, muy dinámico, irónico, original!! gracias por dejar un comentario en x4duros.com!! Aqui tienes a una seguidora que te anima con la terapia.

    Un saludete

    ResponderEliminar
  7. Jajaja... Mujer, cómo has de sufrir! Yo no tengo una madre así, podría decirse que yo soy la que va en camino a eso, empiezo a darme cuenta y por consecuencia, a aterrarme.

    Gracias por los consejos.

    ResponderEliminar
  8. Yo también limpio como loca cuando sé que va a venir mi madre, porque todo lo mira e inspecciona... jeje

    ResponderEliminar
  9. pero no te preocupes por eso!
    eso me parece que lo hacen todas las madres :)
    siempre tienen que ser mejores que la hija XXD

    ResponderEliminar
  10. Pues mi madre no es la reina de la limpieza, de hecho en ocasiones deja que desear, pero lo de los interruptores sí que lo hace. Y yo no puedo ir a ningún sitio sin fijarme en ellos. Incluso los he limpiado a escondidas en casas de amistades... Me da vergüenza pero no lo puedo evitar.

    ResponderEliminar
  11. ¡Craso error! Hay que dejar algo evidente para que se centre en ello y no siga con la revisión, dándose por satisfecha y sin herir su ego materno...

    ResponderEliminar
  12. Treinta abriles
    Tengo mucho que aprender de ti!

    ResponderEliminar
  13. Yo vivía con mis padres cuando mi madre falleció hace ya unos cuantos años. Yo, como post adolescente que no había dado palo al agua en casa nunca (mi madre era de las que pasaban el polvo al mueble detrás tuyo, así que para qué molestarse) aluciné de lo que era llevar y administrar una casa y un padre, que pretendía que todo siguiera más o menos igual.

    De vez en cuando venía alguien por casa a echarme una mano. Mi frase más utilizada aquel año fue "ah, pero, ¿eso también se limpia?"

    Eh, que no tengo madre, pero tengo una hermana mayor que es como una suegra... Me apunto también el consejo de Treinta Abriles... tú si que sabes!!

    ResponderEliminar
  14. NO os lo vais a creer pero ayer me dijo mi madre textualmente: "El quicio de la puerta tambien se limpia!"
    Todavia me estoy riendo, pero no os preocupeis que ya lo he limpiado

    ResponderEliminar
  15. No me digas eso, pro favor, que me veo limpiando el quicio cuando mi madre venga de visita. ¡Prefiero no saberlo!

    ResponderEliminar
  16. Mama drama, prepárate, a mí me pasó parecido a Ab... en mi caso fue la parte de arriba de la puerta... ya os podeis imaginar la cara de tonta que se me quedó!!!!

    Por cierto, treinta abriles, eres mi ídola!!! Tomo buena nota ;)

    ResponderEliminar
  17. Suscribo lo del quicio y añado el canto de la puerta y los picaportes.Pero ¿Qué iba a ser de nosotros sin ellas?un desatre vaya, no podríamos ni cerrar las puertas de casa.
    Ojo: No hay que olvidarse tampoco los rodapies.

    ResponderEliminar
  18. jajaja! que bien me lo estoy pasando leyendo tu blog!
    Y sabéis lo que también se limpia?...la pantalla ,también denominada tulipa, de la lámpara!! y sabéis cómo? CON UN PINCELITO!!

    Jamás seremos taaaan limpias como ellas...pero tampoco lo necesitamos ;)

    ResponderEliminar
  19. y que me decís de mi madre que pensaba que con la fregona en realidad el suelo no se quedaba bien del todo y nos hacía (a mí y a mi hermana) fregar el suelo con un trapo...de rodillas! que parece que me estoy viendo con el cubito de agua al lado arrastrándome por el pasillo.

    Por cierto, me encanta tu blog, me río un montón :)

    ResponderEliminar
  20. A mi jamás se me va a volver a olvidar limpiar encima de los zócalos, porque atención, ME LLAMÓ LA ATENCIÓN MI PADRE!!!! (los interruptores los tenía impolutos, después de pintar me tocó desmontarlos todos).

    ResponderEliminar
  21. Después de irme de casa a los veintinueve añazos "y sin casar", como repetía entre aspavientos mi mamá drama a todo el que quisiera escucharla, yo iba a verla cada domingo sin falta para enjugar en la medida de lo posible mi pecado, y la llevaba a comer fuera, y al cine de las cuatro.


    Con los años, empezó a perder facultades. Acabó siendo una víctima más del Alzheimer. La primera prueba que tuve de que algo estaba fallando en su cerebro fue, precisamente, que los interruptores de la cocina aparecieron llenos de churretes. Cuando le llamé la atención sobre el hecho, se encogió de hombros y dijo:

    - Es que es moda.

    (Que era otra frase de mi madre.)

    Para que veas, nena, lo que pueden dar de sí unos simples interruptores.

    Un beso, y gracias por este remember emocional.

    Y por resucitar a mi madre en cada entrada.

    ResponderEliminar
  22. Hace algunos años me regalaron una pegatina que decía:
    Una casa limpia es...sinónimo de una vida desperdiciada.

    Casi lloro, pensando en las miles de horas que le he dedicado a una casa, que siempre esta sucia!

    Me encanta tu blog!

    ResponderEliminar
  23. Cuando viene mi madre lipio hasta los zócalos de la pared... sí, esos trocitos de madera que rodean las paredes al nivel del suelo. Me encanta oírle decir "da gusto como tienes la casa, nena" (porque para mi madre yo también soy nena, igual que mi hermana) Sí, da gusto... si supiera cómo está el ressto del tiempo!

    ResponderEliminar
  24. Ayuda por favor!! tengo una hija de 17 años y empiezo a hablarle como mi madre lo hacia conmigo.

    ResponderEliminar
  25. Que buena terapias de grupo...Jejeje....mi marido se rie de mi porque cuando viene alguna de mis madres ( tengo tres: la que pario, mi ria y mi abuela) me pongo como loca por casa a recoger y a limpiar. Rozo la paranoia. El resto del tiempo soy una persona normal.
    Y desde que di a luz hace 6 meses siempre están por las tardes o mi madre o mi suegra lo que me ha obligado a preocuparme de tener la casa recogida. A veces hago trampas y solo estáel salón. El resto de la casa parece una leonera pero con un bebé no me dan las horas!!
    Tu blog es buenisimo. Felicidades

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.